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Con su muerte no termina la exigencia de justicia, dice Hilario Mesino Acosta

Francisco Magaña

Atoyac

El fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, Hi-lario Mesino Acosta, dijo que no le da gusto el asesinato del general Arturo Acosta Chaparro, perpetrado en la ciudad de México la tarde del viernes, porque no se le castigó por la desaparición de muchos campesinos en Atoyac.
Mesino Acosta, hermano de Alberto Mesino, desaparecido a los 20 años de edad por militares el 18 de julio de 1974 en San Juan de las Flores, Atoyac, después de haber ido a una reunión del extinto Inmecafé, dijo que “no nos alegra la muerte de Acosta Chaparro, sabemos que fue un hombre muy cuestionable por su participación en la llamada guerra sucia, donde dejó cientos de desaparecidos en el municipio de Atoyac, de los cuales a la fecha no se sabe su paradero, como en el caso de mi hermano que tenía muchos proyectos, era muy joven”.
Reseñó con tristeza que la desaparición de su hermano, el menor de 12 que integraban su familia, sí les dejó un vacío “y mis padres Juana Acosta y Ramón Mesino murieron con la esperanza de que regresara, vendieron todas sus vacas, todo lo que tenían, fueron muchas veces a México; nos llegó una carta escrita  por él en un papel periódico, donde decía que estaba en el Campo Militar Número Uno en México, que ya había pasado todos los interrogatorios, que pronto iba a estar con nosotros, que no nos preocupáramos, que ya lo iban a soltar, ahí  también le mandaba un saludo a su novia”.
Expresó que le da coraje que truncaron los proyectos de un joven como su hermano, “no sabemos si participó o no  (en la guerrilla), pero si fue así se le hubiera citado conforme a derecho”.
Dijo que además Acosta Chaparro fue acusado de haber participado en la matanza de 17 campesinos de Aguas Blancas, y de haber tenido nexos con el narcotráfico, a pesar de lo cual, aun con ese historial, fue condecorado por el gobierno.
Señaló que con la muerte de Acosta Chaparro no se cierra el clamor de justicia de los familiares de desaparecidos, que siguen en la postura de que se aplique la justicia, al citar que el ex castrense no actuó solo en ese genocidio.
Abundó que “él coordinó esas acciones, los mismos soldados dieron testimonios de que torturó a cientos de campesinos, y confiamos que ahora con la creación de la Comisión de la Verdad en Guerrero se sigan las investigaciones por los crímenes de la guerra sucia, ya que hubo gente que lo apoyó en eso”.
Cuestionó que a pesar de los testimonios de sobrevivientes y testigos de que fue responsable de desapariciones de cientos de campesinos, fue protegido por el gobierno y no se le aplicó la justicia.
“La Fiscalía Especial para el Esclarecimiento de Movimientos Políticos y Sociales del Pasado sólo vino a distraer y declinó a favor del fuero militar, al final fue para taparle el ojo al macho, donde se usó mucho billete”, dijo.
Manifestó que con la Comisión de la Verdad en Guerrero confía que se investigue y se haga justicia, ya que la integran personalidades conocedoras del tema y así se pueda saber qué pasó con sus familiares y se castigue a los responsable del caso Aguas Blancas.
Dijo que aun cuando no es religioso, “Dios hizo justicia en este caso, el gobierno cobijó a Acosta Chaparro, no es que estemos contentos con su muerte, pero nunca se le enjuició”.
Añadió que la reparación del daño no quita el derecho a los familiares que han sufrido, muchos son adultos mayores, viven enfermos y en la pobreza, “pero nosotros como Afadem primero queremos que nos digan qué pasó con nuestros parientes”.

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