No han encontrado los cuerpos de los tres trabajadores de la Sedesol, contradicen los familiares a la Procuraduría

*Consultaron a un especialista criminalístico y dijo que en los estudios hay inconsistencias en las técnicas y en el desarrollo del estudio químico forense, informan

Argenis Salmerón

Familiares de los tres trabajadores desaparecidos de la Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol) negaron que los cuerpos encontrados el 3 de junio en la comunidad El Ranchito, en la sierra de Coyuca de Benítez, sean los que buscan, y afirmaron que la información que emitió la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al respecto, es falsa.
El miércoles el procurador Iñaky Blanco Cabrera aseguró que los cuerpos hallados el 3 de junio corresponden a los tres trabajadores de la Sedesol, según las pruebas periciales y los exámenes de ADN, además dio a conocer fotografías y retratos hablados de los presuntos asesinos.
Ayer, en una conferencia de prensa en Acapulco, la mamá del joven desaparecido Gustavo Abarca Radilla, Susana Radilla Moreno afirmó que los análisis de ADN que realizó la PGJE no tienen el mínimo rigor científico, según un especialista criminalístico que ellos consultaron.
Recalcó que nunca reconocieron las prendas ni las botas que supuestamente eran de sus familiares y fueron halladas en la sierra de Coyuca de Benítez, como lo dijo la Procuraduría, “el funcionario de la fiscalía Regional de Acapulco intentó hacer creer que encontraron las ropas y los cuerpos de nuestros familiares, son dudas irracionales que a nuestro criterio fortalecen la hipótesis de que nuestros hijos siguen con vida”.
Radilla Moreno explicó que consultaron un especialista criminalístico para conocer el dictamen pericial de la PGJE, y dijo que el especialista les comentó que en los estudios de la Procuraduría hay inconsistencias en las técnicas y en el desarrollo del estudio químico forense.
Detalló que los primeros peritajes de la Policía Federal (PF) dicen que el procedimiento de identificación tardaría de 30 a 60 días y que un perito de la PGJE coincidió, pero “ahora resulta que en cuatro días presentan los resultados, que como dijimos antes, los estudios no tienen el menor rigor científico”.
Los familiares recordaron que el 6 de junio solicitaron la intervención, para la búsqueda de los tres trabajadores desaparecidos, de la Dirección de General de Atención Ciudadana del gobierno federal y posteriormente la dependencia federal contestó que la solicitud sería turnada a la Procuraduría General de la República (PGR). El documento quedó bajo el número de identificación 20140522G0IPA5.
El 10 de junio presentaron una queja en la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) contra la PGJE porque de manera irregular integraron la averiguación previa TAB/COY/04/0067/2014. La queja quedó bajo el expediente CRA/121/2014-I.
Radilla Moreno solicitó la intervención del gobernador Ángel Aguirre Rivero y de la secretaria de Desarrollo Social federal, Rosario Robles Berlanga, para que busquen a los tres desaparecidos porque “nuestros corazones de madre no se equivocan, y nos dicen que nuestros hijos siguen vivos”.
En caso de tener respuesta negativa de las autoridades solicitarán el apoyo de las organizaciones sociales nacionales e internacionales para emprender una búsqueda exhaustiva de los tres trabajadores, advirtió.
“Con el corazón de una madre no se juega, mucho menos pretender engañarnos y sorprendernos, tenemos la fe en dios que nuestros hijos siguen con vida, exigimos a la autoridades que los encuentren”, concluyó.
En la conferencia estuvieron la señora Loida Torres Hernández, mamá de Héctor López Torres; la señora Angelina Sánchez Resendiz, mamá de Carlos López Sánchez, y dos esposas de dos de los desaparecidos.
Los tres son Gustavo Abarca Radilla, Carlos López Sánchez y Héctor López Torres, trabajadores de Diconsa y Liconsa de la Sedesol, desaparecieron el 24 de abril en la parte alta de la sierra de Coyuca de Benítez cuando regresaban de las comunidades como parte de sus recorridos por la Cruzada Nacional Contra el Hambre.