Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Rosario Herrera

Autogol

 Al gobernador René Juárez Cisneros lo conocimos en su etapa de estudiante universitario por su afición al futbol, no precisamente por sus dotes de político o líder estudiantil en la Escuela Superior de Economía de la UAG. Y no es que su pasión por el juego de la patada que ha practicado sea malo, lo que está mal es que sus defensas y delanteros no reconozcan públicamente que este deporte lo ha practicado durante largo tiempo, y por eso generó suspicacias su gira, que coincide con las fechas de la Copa del Mundo. Los cuestionamientos que la oposición ha hecho a ese viaje al Lejano Oriente es porque el gobernador no informó  de manera pública y transparente a dónde iba, con quién y a qué.

El presidente de PRI estatal, Juan José Castro Justo, en lugar de dar una explicación convincente de la gira inesperada declara que hay en los críticos hay “irresponsabilidad y oportunismo político, porque aprovechan la coyuntura electoral del estado por intereses personales o de grupo” (El Sur, 29 de mayo). Esa declaración refleja que no hay noción clara de cómo hacer las cosas bien. El gobernador faltó al respeto, al orden, no al constitucional del estado de Guerrero (que debería revisarse para que no  vuelva a ocurrir) sino al orden moral, ese que no existe en la palabra escrita, pero que exige la prudencia política, para dar a conocer a sus gobernados cuales son las actividades que su mandatario iba a realizar. También faltó al respeto al poder Legislativo, al pasar por alto a aquellos que le aprueban la cuenta pública y que como instancia les debe también rendir cuentas. Las fracciones de diputados de la oposición no pueden conformarse con denunciar los hechos, se debe investigar a fondo cuáles fueron los gastos que realizó y de qué partidas presupuestales fueron sustraídos; porque de no hacerlo se convertirán en cómplices de actos deshonestos, en caso de comprobarse que la gira tiene también propósitos de viaje familiar.

Por otra parte, otro de sus defensas en este equipo, el regidor en Acapulco Francisco Villa Pérez, critica a Luis Walton Aburto, candidato a la Presidencia Municipal por el partido Convergencia por la Democracia, de quien dice que “no tiene calidad moral para pretender descalificar al PRI y al gobernador por su gira de trabajo”, y remata diciendo que “Walton  no representa nada ni nadie, es un ciudadano y punto”. Su argumento es que no tiene base social, y entre otras cosas, que se ha dedicado a sus negocios particulares. El regidor porteño deja en claro que Walton ya no es parte del equipo del PRI, y que no tiene suficientes aficionados. En su afán por descalificar a Luis Walton y defender al PRI, corroe los cimientos morales de la sociedad,  porque para él un ciudadano común (que no es el caso de Walton) no está autorizado para hacer este tipo de críticas, por lo tanto, que ni se le ocurra a alguien que no tenga base social alzar la voz, porque existe un árbitro que le puede sacar tarjeta roja por el solo echo de estar fuera de lugar.

Los delanteros del equipo oficial entregaron tres días después de iniciada la gira del Ejecutivo estatal (28 de mayo) una copia del acuerdo publicado en el Periódico Oficial de fecha 21 de mayo donde el mandatario  informa a su gabinete (más bien solicita y se autoriza) su gira de trabajo en Tokio, Japón, Hong Kong, Canton y Pekín China, del 25 de mayo al 3 de junio. Si el documento indicaba que se tenía que informar al poder Legislativo y Judicial, el secretario General de Gobierno está obligado a dar una explicación amplia de los motivos por los cuales no envió copia del oficio a estos órganos de gobierno, y tardíamente, obligados por las circunstancias por tantas tarjetas amarillas, hacen público el documento.

Sin lugar a dudas que nuestro estado necesita de inversiones porque mucha gente vive en la miseria; qué bueno que el gobernador René Juárez Cisneros haya ido a estos países para atraer a  estos inversionistas, vamos a esperar cuando menos entre el 4 y 5 de junio los resultados de su gira que causó revuelo y morbo porque no cuidó las formas, que en política también son contenido.

Con este escándalo futbolero, el jugador del extremo izquierdo del equipo del PRI metió un autogol por no prever las consecuencias en las bases de su equipo.

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