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Volveré a Ayutla, para apoyar a las comunidades indígenas: Ericka Zamora

* En un mitin en Chilpancingo demandó que el gobierno repare las injusticias que cometió, los 11 muertos, las torturas y los presos *Exige que se lleve a juicio a los militares que ordenaron la masacre de El Charco, los generales Alfredo Oropeza Garnica y Luis Humberto López Portillo

 Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * La estudiante, ex presa política detenida tras la masacre de El Charco, Ericka Zamora Pardo, exigió ayer al gobierno federal y estatal que se reparen “todas las injusticias cometidas a raíz de la masacre del El Charco” y la libertad de los presos políticos, después de una marcha “para celebrar su libertad” y durante el mitin en su honor que se realizó en esta capital.La de ayer no fue una marcha común. Esta fue la marcha del triunfo, de la victoria, del festejo por la libertad de Ericka Zamora, fue la celebración “de un pequeño triunfo que le arrancamos al gobierno”, –como lo definió la propia Ericka en su intervención– pero también de exigencia “por la libertad de todos los presos políticos”.Al grito de “Ericka, Ericka, Ericka”, así como “Ericka somos todos” y “presos políticos libertad”, unos mil marchistas de diferentes organizaciones partieron de la Alameda Granados Maldonado, recorrieron las calles del centro de la capital, llegaron a Ciudad Universitaria en donde invitaron a sumarse al contingente y regresaron hasta la Alameda Granados Maldonado en donde hicieron un mitin.

En la marcha participaron ejidatarios de San Salvador Atenco blandiendo en lo alto sus machetes, los universitarios de la UNAM con sus “goya, goya, cachún, cachún…”, así como los normalistas de Ayotzinapa con sus “René, hermano, del perro y del marrano” y “gobierno asesino que matas campesinos”, los de la Federación Estudiantil de la UAG que corearon “el pase de lista”, y también el “Militares y policías son la misma porquería”  y todos al unísono: “Presos políticos libertad”.Antes de iniciar la marcha, dirigentes del PRD encabezados por el presidente estatal, Martín Mora Aguirre, y el coordinador estatal del M-27, Hermilio Mejía Estrada, intentaron colocarse entre las indígenas de El Charco que iban en la descubierta, pero hasta ellos llegaron dirigentes del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), Bertoldo Martínez Cruz y José Luis Morales, así como de la Organización de Pueblos y Colonias (OPGC), Pedro Nava, para desplazarlos. Sin embargo, los dirigentes perredistas continuaron al frente.Durante el recorrido se escucharon consignas por la libertad de los presos políticos como Jacobo Silva Nogales, preso en Almoloya; Gloria Arenas Agís, en Ciudad Nezahualcoyolt; Angel Guillermo Martínez, en el penal de Puente Grande, Jalisco y Omar Guerrero Solís, en Acapulco.De regreso a la Alameda pasaron por la plaza Primer Congreso de Anáhuac en donde amenazaron con dar “portazo” al Palacio de Gobierno, en donde, a diferencia de otras ocasiones no había policías resguardando el edificio, pero el encargado de la seguridad, Artemio Mejía Chávez con una docena de policías antimotines contuvieron al contingente que tampoco llevaba intentos de entrar al inmueble.Después siguieron su marcha hacia la Alameda Granados Maldonado en donde se llevó a cabo el mitin en la explanada del Monumento a los Mártires del 60. La movilización se había llevado a cabo sin la presencia de la recién liberada Ericka Zamora Pardo.Hubo de todas las organizaciones participantes en la movilización y a la mitad del mitin finalmente llegó la estudiante universitaria, vestida con un pantalón de mezclilla blanco y una blusa crema. Fotógrafos, camarógrafos y simpatizantes se arremolinaron.Zamora Pardo dijo: “Este es un acto por un pequeño triunfo, que todos ustedes y muchos más le arrancaron al sistema que nos gobierna; la libertad de Efrén Cortés y la mía es el resultado del trabajo y el tesón de cada uno de ustedes”.“A todos ellos, a todos ustedes es a quienes debo mi libertad. Nosotros nada le debemos al gobierno; nada tenemos que agradecerle ni al gobierno estatal ni al federal”.Agregó que, por el contrario, “al gobierno le exijo ahora que repare todas las injusticias cometidas, porque no olvidamos a los 11 muertos de El Charco, no olvidamos las torturas a que nos sometieron los militares, no olvidamos los cuatro años de libertad que nos robaron, no olvidamos que los generales Alfredo Oropeza Garnica y Luis Humberto López Portillo fueron los que directamente ordenaron la masacre y nos torturaron y siguen gozando de privilegios e impunidad”. Dijo que esos militares tarde o temprano deben ser llevados al banquillo de los acusados, a juicio y a prisión.

Agregó que el presidente Vicente Fox va de viaje en viaje por el extranjero, repitiendo constantemente que su gobierno está comprometido con el respeto a los derechos humanos, “incluso, con ese argumento falaz, su gobierno se sumó servilmente a la condena contra Cuba. Pero una cosa son los discursos de Fox y Castañeda (Jorge Castañeda, el secretario de Relaciones Exteriores), dirigidos a convencer a grupos selectos poseedores de grandes capitales y otra cosa es la realidad mexicana”.Y luego reprochó al presidente: “Si usted demandó al presidente Fidel Castro la liberación de algunos presos en Cuba, yo le recuerdo que el buen juez por su casa empieza; demuestre un mínimo de congruencia y abra las puertas de las cárceles del país para que salgan todas y todos los presos políticos y de conciencia del país”.A Ericka se le quebró la voz e hizo un largo silencio cuando recordó a qué vino a Guerrero en mayo de 1998: “Yo vine a esta tierra junto con Ricardo Zavala (uno de sus compañeros alfabetizadotes que murió en El Charco); quisimos compartir con este noble pueblo, con las comunidades mixtecas y tlapanecas de Ayutla un poco de los conocimientos que adquirimos en la Universidad Nacional.“Sin embargo, la guerra de contrainsurgencia del Ejército mexicano truncó nuestro proyecto de alfabetización y nos sorprendió con la tragedia ocurrida el 7 de junio de 1998”.Zamora Pardo dijo en su discurso que la masacre de El Charco marcó de manera definitiva su vida personal y que “por congruencia conmigo misma y por la memoria de Ricardo Zavala y de los diez campesinos masacrados, yo retomaré el trabajo de apoyo a las comunidades de Ayutla. Ahí estaré otra vez porque no van a impedir que nuestro modesto esfuerzo sirva para apoyar a los pueblos que más lo necesitan”.Habló también de su proyecto profesional, “volveré a la UNAM, para seguir preparándome y también volveré a El Charco. Sé que no lo haré sola, porque tendré el respaldo de muchos de ustedes”.La estudiante de la UNAM terminó su intervención, –también con voz entrecortada– con la consigna: “Presos políticos libertad”.

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