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Jaime Castrejón Diez

Dos personajes

En nuestra historia reciente hubo dos personajes que representan dos aspectos diferentes de la vida política mexicana. Uno que vivió las grandes crisis del país y otro que creo las constituciones. Me refiero al ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado y al ex rector Jorge Carpizo McGregor.
El caso de Miguel de la Madrid nos hace reflexionar un poco sobre la vida política mexicana, porque el cambio de ideología y de tendencia se dio exactamente durante su periodo. Las circunstancias no le favorecieron, el mundo vivía una crisis ideológica, precisamente porque habían surgido en otros países las ideas neoliberales que el filósofo alemán Junger Habermas llamaba “los neoconservadores”, lo que abría el camino de la política a los tecnócratas. Por muchos años la ideología del nacionalismo revolucionario se había mantenido más o menos vigente, en ocasiones las tendencias eran diferentes conforme iba cambiando el país, pero mantenían la posibilidad de regresar al nacionalismo revolucionario. Ésta fue la época de la llamada ley del péndulo.
Esta primera crisis de ideología trajo una crisis política, como era natural el cambio ideológico iba a tener repercusiones y así fue: salieron del PRI Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y muchos otros y se formó un amplio frente que resultó en el tripartidismo que vivimos hoy en día. Esto sucedía mientras había una gran crisis económica; fue cuando vimos devaluaciones tan grandes como nunca habíamos visto y al mismo tiempo, como resultado natural se aceleró el crecimiento de la deuda externa.
Una fue consecuencia de la otra, pero el resultado final era el debilitamiento del gobernante.
A esto agregamos la crisis social que vino después del terremoto cuando el presidente de la República tardó tres días en hacer acto de presencia, cuando ya la sociedad civil se había organizado y habían prescindido de la figura presidencial.
En contraste, el rector Jorge Carpizo tuvo una actuación brillante durante sus crisis. La primera que enfrentó fue siendo rector cuando hubo un movimiento que se centró en el referéndum sobre el reglamento universitario y la demanda, que fue escuchada por él, de un Congreso Universitario Resolutivo. Ya antes Carpizo había hecho un diagnóstico de la UNAM y apuntó los cambios que eran necesarios, para que volvieran a poner en el camino de la modernidad a la Universidad Nacional Autónoma de México. No quiso reelegirse, dejó la universidad en paz caminando y con un nuevo concepto de la vida universitaria.
Vino después una época, en que como gran jurista que era, le interesaban los derechos humanos y formó la primera Comisión Nacional de Derechos Humanos de la que fue titular.
Su trabajo ahí fue minucioso como era él y con gran apego a Derecho. Además con la idea muy clara de que no existe derecho natural como lo llegó a postular el Jus Naturalismo, sino que el derecho siempre está hecho por los hombres y habría que construir los conceptos y normas para que se pudieran generar las  instituciones que los garantizaran.  Lo cual logró con gran éxito.
Vino después su época en que tuvo posiciones políticas, procurador general de la República y secretario de Gobernación. Le tocaron en su actuación problemas muy difíciles los cuales abordó siempre apegado a Derecho. Le tuvo que hacer frente al conflicto derivado del asesinato del cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Este caso lo confrontó con la jerarquía católica, pero convencido de que el Estado debe mantener su respeto al Derecho, ajustó su versión a las evidencias que se habían conseguido.
Como secretario de Gobernación le tocó enfrentar los problemas creados con la insurrección zapatista y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu. Estos casos significaban un peligro para la estructura Nacional, tanto la insurrección como los crímenes políticos. Nuevamente su firme convicción de que la estructura del Estado de derecho es la única garantía de convivencia estableció un criterio para afrontar los problemas.
Son dos personajes contrastantes, uno que vio siempre el éxito de sus empresas y otro que vio desmoronarse el partido monolítico y el país en sus manos.

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