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Construir una Iglesia con rostro indígena, acuerdan en el encuentro de Ometepec

* Hasta ahora, las leyes parecen más restrictivas de los derechos indígenas que promotoras de su desarrollo, critican sacerdotes y obispos en el documento final

Ossiel Pacheco, enviado, Ometepec * Por acuerdo del Noveno Encuentro Nacional de Sacerdotes Indígenas que culminó ayer, la Comisión Episcopal de Indígenas (CEI) instó a los legisladores federales y locales a tomar más en cuenta las aportaciones de los pueblos indígenas, ya que las leyes hasta ahora nos parecen más restrictivas de sus derechos que promotoras de su desarrollo. Lo anterior en el documento que signaron los arzobispos de Antequera, Oaxaca, Héctor González Martínez, presidente de la CEI y de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, y el obispo de Tlapa, Alejo Zavala Castro, ambos vocales de la comisión, así como los párrocos Francisco Reyes Ochoa, secretario ejecutivo y José Antonio Abad y José Guadalupe Herrera, consejeros. Construir una Iglesia autóctona con un nuevo rostro indígena, es otro de los propósitos fijados en la discusión en la que participaron unos 60 entre obispos y sacerdotes indígenas originarios de culturas como la chol, purépecha, otomí, nahua, amuzga, mixteca, mazateca, zapoteca, tlapaneca y totonaca o que evangelizan en pueblos indígenas y laicos.

“En los derechos humanos, hemos percibido un avance substancial, pero todavía insuficiente, para que nuestros hermanos indígenas gocen cabalmente de estos derechos. En la práctica constatamos que este camino es sumamente arduo pero al mismo tiempo enormemente abierto y esperanzador”, refieren en la conclusión. Asimismo asientan el compromiso de acompañar estos procesos de desarrollo integral para los pueblos indígenas que en calidad de pastores están obligados por vocación, así como a la inculturación del Evangelio iniciado hace 500 años por misioneros de la Iglesia, retos que incumben a toda la Iglesia de México. Y declararon a la Virgen de Guadalupe como modelo limpio, genuino, delicado y con actitudes amorosas de inculturación y así como al beato Juan Diego, próximo a ser canonizado por el papa Juan Pablo II, quien “como indígena aceptó el encargo de ser enviado y ser misionero del mensaje de salvación a nuestros pueblos indios”.

Los sacerdotes participantes reafirmaron su vocación indígena y a la Iglesia, a la que sirven desde los más pobres, siendo voz y eco de sus aspiraciones y de sus deseos, de ser una Iglesia abierta al mundo en el servicio y en la fraternidad, como originarios de diferentes culturas, idiomas y manifestaciones de fe. Este jueves, último día del Encuentro Nacional de Sacerdotes Indígenas, el prelado González Martínez en la homilía de la misa que por la mañana ofició en el templo de Ometepec dijo que en las últimas décadas se han dado avances legislativos en la federación y en los estados por el reconocimiento de los derechos y culturas indígenas. Enumeró que el año pasado se aprobó una reforma constitucional por el reconocimiento de los derechos y cultura indígena. “Es justo reconocer los aspectos positivos, pues prohíbe toda discriminación, se reconoce la vocación pluricultural de la nación sustentada originalmente por los pueblos indígenas, se describe la identidad de los pueblos y comunidades indígenas y se reconoce el derecho a la libre autodeterminación y prácticas autonómicas”, reconoció.

Y sostuvo que este resultado se pudo plasmar en el momento democrático que vive el país, acuerdos que se lograron por el camino del diálogo, la tolerancia y la democracia, no obstante continúa la insatisfacción a las reformas indígenas por parte de pueblos que buscan el reconocimiento de las autoridades a sus comunidades de derecho público. Dijo que también esta insatisfacción es por el reclamo al derecho al uso y disfrute de sus territorios y recursos naturales y la autonomía para elegir a sus autoridades, “actualmente estamos en la expectativa de los resultados que puedan tener las controversias constitucionales que varios municipios indígenas han presentado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación”. “La lucha por el reconocimiento de los pueblos indígenas por su dignidad, por un real compromiso de esta sociedad y por el respeto a sus derechos, tiene repercusiones en la sociedad y en la Iglesia. Si bien estas organizaciones pueden ubicarse como parte del momento democratizador que vive el país y de la emergencia indígena”, dijo.

El presidente de la CEI advirtió que algunas de ellas se han manejado con una fuerte ideologización, otras se han convertido en motivo de lucro como un modus vivendi para sus líderes, cuando “si nuestra intención es llevar la dignidad a través de los derechos indígenas, tenemos que conocer el documento pontificio del Papa Paulo III, escrita algunos años después de la conquista”. Reunidos ya en asamblea dentro del templo dedicado a Santiago Apóstol de Ometepec, los sacerdotes indígenas participantes eligieron a la diócesis de Cuernavaca como sede del próximo Encuentro Nacional de Sacerdotes Indígenas, que promueve la CEI cada año.

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