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Eduardo Villaseñor una vida armando transmisores y sistemas para radio

Ismael Catalán Alarcón, Chilpancingo * “Yo soy tal vez el último de los dinosaurios constructores de transmisores para sistemas de radio”, dijo enfático el ingeniero en Electrónica Eduardo Villaseñor Mercado, constructor de los equipos de transmisión de Radio Universidad Autónoma de Guerrero (XEUAG), misma que iniciara sus trasmisiones en Chilpancingo, el 4 de mayo del cada día más lejano 1982.Villaseñor Mercado, es uno de los pocos pioneros de la radio en México que aún permanecen con vida y con plena lucidez intelectual, reconoce que fabricar sistemas para radio han sido su vida y también esta convencido, que será su muerte.Nacido en Tampico, Tamaulipas, recuerda que corría el año de 1944, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando ocurrieron algunos acontecimientos que marcaron lo que sería su vida a futuro y ejemplifica:“La pelea por el campeonato mundial de box del mexicano Juan Zurita, misma que perdiera, despertó en mí el interés por la radio, porque había congregado multitudes alrededor de los pocos radios que había en el pueblo de Tampico y que capturaban la señal desde la ciudad de México, y eso empezó a intrigarme, o a motivarme, como dicen ahora, por la electrónica”.Enfundado en una desteñida camisa roja a cuadros, unos enormes zapatos negros y una estatura prominente, Villaseñor Mercado, continúa su relato:“Este interés me hizo meter mano y destruir algunos radios ahí en el pueblo, ya que no sabía ni de que se trataba, cuando me di cuenta de que ahí no había ningún futuro en lo que quería, me trasladé al Distrito Federal, en el año de 1945. Esto ocurrió cinco días antes de que los estadunidenses estallara la primera bomba atómica, en Hiroshima, el primero de agosto”“Vine y busqué acomodo en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Politécnico; me puse a vivir de arrimado con un tío, quien me quería tratar como si fuera una señorita, me impedía salir a la calle con libertad para cumplir mis actividades escolares, lo que ocasionó que nos disgustáramos y abandonará la casa familiar”.

Y continúa desempolvando amargos recuerdos con creces superados.

“Y por esas cosas que marcan el destino de la gente, el primer intento por conseguir empleo fue en la primera fábrica de radios que se estableció en México, la AEREON, de origen estadunidense, y curiosamente, el día que salgo en busca de trabajo, a la media hora, ya estaba  empleado en una empresa fabricante de radios, y ahí quedó sellado mi destino, ya que me puse en contacto con todo lo que me gustaba y me di cuenta de cual iba a ser el procedimiento para llegar a mi meta”.El ingenio, la habilidad y por que no, la inteligencia del ingeniero Villaseñor Mercado ha dado vida a una veintena de equipos de transmisión radiofónica en Amplitud Modulada y Frecuencia Modulada, entre los que incluyen los transmisores que aún utiliza Radio Universidad Autónoma de Guerrero (XEUAG), proyecto descuidado por todas las autoridades universitarias, excepto por la administración del ex rector José Enrique González, su impulsor.

Con la pierna cruzada y con su mano derecha jugueteando con su rosada mandíbula, el Inge, como cariñosamente le dicen sus amigos, recuerda que fue en 1950, cuando el señor Federico Obregón Cruces le pidió construyera un transmisor de FM, mismo que estuvo funcionando hasta 1985, cuando los sismos de ese años destruyera la casona donde se encontraba funcionando, allá en la ciudad de México.También recuerda haber construido transmisores radiofónicos para el ayuntamiento popular de Juchitán, en el estado de Oaxaca; en Temosique, Sonora; en el Mante, Tamaulipas y para la Universidad Autónoma de Guerrero, entre otros.Continúa la charla y habla de la relación que hubo entre él y Enrique González Camarena, a quien se le adjudica en nuestro país la invención del televisor a colores.“Con González Camarena no hubo relación laboral, más bien fue de colegas. Cuando lo conocí lo tenía Telesistema Mexicano, que es el antecedente de Televisa, como una reliquia. Camarena vivía en un departamento cómodamente amueblado ahí en las instalaciones. En ese lugar le visité muchas veces”.Respecto a que González Camarena inventará la televisión a color Villaseñor Mercado afirma que éste “sólo fue el diseñador de una parte de la televisión y no inventor porque el aparato ya existía, lo que sí fabricó visualmente a mano, fueron los transmisores, cámaras y demás equipo de la estación televisora en blanco y negro que aún sigue llamándose XHGC, la GC por González Camarena. Ese equipo lo fabricó en un despacho que tenía en la torre latinoamericana en el Distrito Federal, desde ahí también transmitió con mucho éxito.“Luego el consorcio de los Azcarraga, todavía no se llamaba Televisa, luchó y maniobró hasta lograr que la estación de González Camarena desapareciera y se integrará en un 100 por ciento al monopolio de lo que es actualmente Televisa.”También comenta que “en cuanto tuvieron a la estación bajo su férula y control, los aparatos construidos y diseñados por González Camarena, fueron arrumbados algunos y otros francamente fueron echados a la basura e inmediatamente fueron reemplazados por equipo nuevo adquirido en el extranjero.“En mi época se fabricaban todas las piezas y los aparatos aquí en el país, no porque no se pudieran comprar fuera, sino porque había quizás un afán más patriótico, se tenía conciencia de que se podían hacer igual las cosas, igual o mejor que en el extranjero, por lo que evitaban importar algo que después no iba a tener un adecuado mantenimiento o proveeduría de refacciones. Se tenía confianza en que sí aquí se hacía, aquí mismo habría refacciones para su mantenimiento y compostura”.Sobre los contemporáneos precisó que “en aquella época, los técnicos formábamos un grupo de individuos que nos dedicábamos a hacer aquí esas cosas, de ese grupo el más conocido fue el ingeniero de La Herrán, quién construyó con sus propias manos todo el sistema de XEW. De ellos, tal vez el único está vivo y atractivo soy yo”.

¿Qué problemas puede generar el comprar un aparato en el extranjero?

“Lo único que hace un empresario que se trae un aparato del extranjero es meterse en un tren del cual ya no podrá salir nunca –empresario cautivo se llama– por que cuando le falle, tendría que repararlo con ciertos técnicos o tecnologías que aquí en el país no existen, por lo tanto sin requerirlo ya se metió en el mundo del consumismo y de los artefactos desechables.Cuando se descomponen esas cosas, como aquí no existen las piezas, ni diagramas, no las podrá reparar, no tendrá más remedio que importar refacciones y técnicos caros o de plano habrá que comprar equipos nuevos”.¿Será posible corregir esta anomalía tecnológica, y en todo caso, todavía existe gente capacitada para construir los aparatos que ustedes construían antes?“Capacidad existe, pero se ha perdido las mística; ya a nadie le interesa, es un circulo vicioso, poco a poco se ha reducido el número de gente que sepan hacer este trabajo, no por difícil, sino por falta de práctica. Si se quiere corregir éste fenómeno se tendrá que dar oportunidad y confianza a nuestros técnicos para desarrollar una tecnología propia.La posibilidad de que volvamos a asimilar parte de nuestra riqueza cultural y técnica anterior existe, pero para ello se necesita un cambio de mentalidad tanto gubernamental como de iniciativa privada, pero ese tan ansiado cambio no se dará hasta en tanto no haya un cambio de régimen y de sistema político, social y económico, en otras palabras, que dejemos de estar bajo la férula de un gobierno que esta solamente al servicio del dinero y de los que lo tienen”.Toma un respiro y concluye la charla, recordando que fue en el año de 1982 cuando el entonces rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, José Enrique González Ruiz, creyendo en lo nacional le pidió que construyera con tecnología propia el transmisor para Radio Aguila Uno, posteriormente el Aguila Dos y unos transmisores pequeños de 100 watts llamados Bucaneros , mismo que hicieron funcionar con éxito en las ciudades de Acapulco, Taxco y Ciudad Altamirano. Se lamenta de que lo rectores posteriores a González Ruiz, no hayan querido apoyar decididamente el proyecto de radio de la UAG y de los guerrerenses. Algunos dice hasta lo han querido sepultar.

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