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El caos en el universo femenino, la anécdota de Caza de citas, dice Carlos Morales Conejo

 Carlos F. Ortiz * El arquitecto Carlos Morales Conejo, ganador del sexto concurso estatal de cuento, José Agustín con su cuento Caza de citas con el que pretende acercar al lector a la sensibilidad femenina.El también profesor de la Universidad Americana de Acapulco nos recibe en su oficina. Un libro de Mario Vargas Llosa ocupa un espacio sobre el escritorio.Tras escuchar la primera pregunta, reflexiona y describe a un personaje de su cuento, una mujer que encuentra a través de viajes al supermercado, la esencia de su ser.“Al observar los mensajes escritos en un tablero de anuncios clasificados, este personaje femenino evoluciona percibiendo su soledad y de búsqueda existencial, desde el punto de vista de una persona de 35 años, que tiene al parecer una vida totalmente ordenada y que de pronto se siente atraída por el caos” narra Morales.

–¿Por qué tomar la figura de una mujer que se encuentra entrando a su madurez?

–Enfoco el cuento desde el punto de vista femenino, con todas las limitantes de no ser de ese género, para hacer una aproximación que se acercara a las emociones femeninas.

–En el fondo ella es muy ordenada, pero tiene una atracción al caos, es la historia de una mujer solitaria, que descubre que su mundo de orden no lo es todo, y empieza a encontrar que hay un nuevo orden dentro de un caos aparente.

–¿Qué representó escribir desde la perspectiva femenina?

–Fue un reto en muchísimos sentidos, no fue difícil ya que yo vivo en un ambiente femenino, tengo una esposa y dos hijas.En la historia por ejemplo el personaje descubre en un tablero del supermercado un anuncio de un maestro de tantra, filosofía que dice que todos tenemos una parte femenina y una masculina.Fue un reto mantener presente la forma de ser del personaje, el tratar de percibir lo que a ella le gusta como mujer, en la historia ella se revela de pronto, mientras nosotros conciliamos, ella radicaliza.

–¿Cómo se plantea la estructura del cuento a partir de definir el género del personaje?

–La estructura está basada en algo que para mí es muy atractivo, los círculos de la historia, todo detona al encontrar la primera frase “Aire, te necesito”, que tomé de una canción de Joaquín Sabina, esta frase es el cierre de la historia, también la tenía pensada para el nombre del cuento, sin embargo por un juego de palabras le puse Caza de citas porque en el español no diferenciamos la z de la s, y por eso se me hizo más fácil el nombre.“Escribir tiene que ser divertido, algo lúdico, es un reto paro también un juego, y no porque sea cómico, sino porque provoca al escribir el placer de divertirte”.

–¿Cómo arquitecto que representa para ti escribir un cuento en este caso?

–Es una manera de revaluar el idioma, la palabra, ya que forzarte a escribir es forzarte a pensar en español; esto es una disciplina.“Todos encontramos historias en nuestro entorno, el problema es pasarlo al papel, pasar las ideas a las hojas, ese es el reto, exhibirte y a veces no todos estamos acostumbrados.“Como arquitecto estoy involucrado en la creación pero desde otro aspecto, sin embargo hay una relación entre lo que se crea, que es el sujeto y el objeto, el vehículo de la creación es lo que se percibe.“Es como pintar y escribir, que se sigue con el mismo proceso, lo que cambia es la situación estructural, en la literatura podemos decir que es el mismo caso, que se trabaja con la palabra, pero hay muchas diferencias, por ejemplo está la literatura epistolar, el diario la novela y el cuento.“Entre la novela y el cuento la diferencia no es la magnitud, sino cómo se presenta la historia, el cuento tiene que ser una historia determinante y concreta, en donde no se puede perder mucho tiempo con la acción de los personajes, la historia es más precisa que la novela.“Escribir cuento se equipara a pintar en acuarela, tiene que ser concebido y al momento de sentarte a escribir dejar que fluya la historia.“El medio es esencial para determinar el cuento, después se necesita una buena historia y hacerla atractiva”.

–¿Por qué escribir la historia de una química que busca en un tablero de anuncios citas de escritores?

–Por su formación, esto no quiere decir que estemos hablando de un arquetipo; pareciera que una mujer que trabaja en una clínica no hubiera leído a Mario Benedetti.

“El personaje es para contrastar, además porque facilita que tuviera su propia empresa y por ese orden en el que vive, ella percibe que las paredes de su clínica son grises y también las de su departamento, por eso se fuga todas las noches para ver el tablero de anuncios para asomarse al caos, asomarse al otro lado de lo que no eres. El día en que ella decide escribir una cita para pegarla en el tablero rompe con su orden.

“El cuento es una visión mía un experimento de cómo percibe el mundo una mujer, y mantener siempre esa visión femenina”.

–¿Cómo se dio el proceso de creación?

–Hay historias que puedes traer años y que te dan vueltas y vueltas en la cabeza y un día te brinca una frase de una novela o de un cuento, y te ayuda para ponerte a escribir.

“A veces es innegable tener preferencias de autores favoritos, me pasó con Alberto Ruy Sánchez, que se me hace un arquitecto de la literatura, José Saramago por su parte escribe como habla y eso es una virtud.

“Los gustos por determinados autores se van multiplicando, tal vez García Márquez te lleve a Alejo Carpentier o Julio Cortázar te deja en Brasil y ahí te encuentras con José Donoso, leer es una aventura.”

–¿Cómo combinas el trabajo de arquitecto con el de escritor?

–Mis actividades como arquitecto y la escritura se combinan por la docencia, por la atmósfera de la universidad, por el trato cotidiano con los estudiantes que hacen que me vuelva muy simbólico.

“Como arquitecto es importante la estructura para mantener el orden, escribir es un proceso creativo se necesita tener un mapa conceptual para prever los puntos de quiebra y el final del cuento, para balancear la realidad”.

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