Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Volverá a buscar Rubén Blades la presidencia de Panamá en el 2004

 Xavier Rosado * Después de su concierto en el Salón Teotihuacán del Centro Cultural y de Convenciones de Acapulco, el músico Rubén Blades comentó a El Sur que piensa volver a la contienda electoral por la presidencia de su país natal, Panamá, en el año 2004.Agregó que en las pasadas elecciones presidenciales logró el segundo lugar representando al partido de oposición Papa Egoro en el número de votos obtenidos, sin embargo, debido a la corrupción del sistema electoral de ese país, denunció que los resultados fueron tergiversados para hacerlos pasar ante los ciudadanos panameños como el tercer lugar en la contienda.“Panamá es un país que está ávido de un sistema de gobierno que lo salve de tanta pobreza y de la corrupción que se ha extendido por todo el país logrando únicamente que en lugar de haber desarrollo, la economía se haya puesto en stand by”, mencionó el músico.

“Espero reactivarla principalmente por medio de producción con infraestructura que sí tenemos, pero que se encuentra parada porque no existen recursos para echarla a andar”, expresó el compositor.Comentó que las relaciones económicas entre Estados Unidos y Panamá tienen que modificarse porque considera que son ya muchos años de subordinación a un país que se ha llevado la riqueza que produce Panamá para construir armamento y crear conflictos internacionales que reactivan su economía, pero destruyen la armonía mundial.“Es por eso que las canciones que yo escribo no son solamente dirigidas al amor, algunas sí, pero otras van dirigidas a la sociedad, al pueblo panameño, a las madres, al hombre trabajador, a la mujer oprimida por el machismo. Ese es el compromiso que debemos tener todos los músicos, si no podemos cambiar el mundo, por lo menos dejar una huella de que algo pasó, que quede grabado para que la gente no lo olvide”, dijo el artista que también ha actuado en 30 películas, la mayoría de ellas estadunidenses.De aproximadamente 1.85 metros de estatura, de piel blanca, con amplias entradas en la frente, se mostró tras bambalinas sencillo y amistoso con todos los que se acercaron a pedirle autógrafos, el salsero incluso se dejó retratar con los integrantes de la banda de Celia Cruz que lo veían con admiración e hicieron fila para perpetuar el momento de cercanía con Blades.Blades dijo que él concibe a la salsa como un género que te permite ir más allá de la típica canción romántica o divertida: “la salsa te puede llevar a la reflexión, a la nostalgia de los buenos tiempos, al gozo que le causa a cualquier ser humano regresar a la tierra donde nació. También es parte de una lucha política, si así lo decides”.

Después de agacharse para decir algunas palabras afectuosas a una niña de ocho años que se le acercó, anunció que en julio sacará a la venta su nuevo disco llamado Mundo, en el que hace una unificación de géneros musicales e instrumentos de todo el mundo. “Vamos a grabar incluso una canción con gaitas escocesas e inglesas con Eric Rigler, el compositor de la música de las películas Titanic y Corazón Valiente”, adelantó el compositor.Después de lo que él llamó “una gran experiencia” en los conciertos que dio en el Zócalo de la Ciudad de México, asistió al Acapulco Fest y de aquí, salió el sábado a las cinco de la mañana en un vuelo a Guadalajara, para realizar otra presentación.

   * La cubana interpretó dos veces La vida es un carnaval pero no levantó el ánimo

Tibia recepción del público al ritmo afroantillano de Rubén Blades y Celia Cruz

 Xavier Rosado * La Noche de Estrellas del Acapulco Fest en el Salón Teotihuacán del Centro Cultural y de Convenciones contó el viernes con la presencia de dos grandes de la música afroantillana, Rubén Blades y Celia Cruz.El músico, actor y político de origen panameño Rubén Blades interpretó un programa diferente al que ofreció en la ciudad de México el 19 y 20 de abril, en el que incluyó las canciones de protesta Hipocresía y Desapariciones entre otras con mensajes similares.

Para el Acapulco Fest escogió canciones más ligeras, encaminadas hacia la fiesta y el amor, aunque no pudieron faltar las composiciones que llevan a reflexionar como Maestra Vida y Plástico, en la que habla de una pareja que le da más importancia a las apariencias y al dinero que el cariño a la vida y a sus semejantes.Blades inició su concierto con la canción La rosa de los vientos, por la cual le otorgaron un premio Grammy en 1997, seguida por la instrumental Bakiné, del Grupo Editus de Costa Rica.Aunque después del concierto el músico declaró a El Sur que en México siempre lo recibían con todo el corazón y que Acapulco no había sido la excepción, los asistentes al Teotihuacan no mostraron mucho entusiasmo por la propuesta musical de Rubén Blades, aunque sí aplaudieron la calidad interpretativa del cantante y de su agrupación.Solamente algunas personas que dijeron ser del Distrito Federal, conocían las letras de sus canciones. El resto de la audiencia se limitó a disfrutar de la buena música, pero sin identificarse a plenitud con Blades y su banda salsera.Para cerrar su concierto, Blades ofreció al público Pedro Navaja, canción en la que obtuvo una respuesta más entusiasta por parte del público acapulqueño.Animado con las bromas de Miguel Angel Galván y Poncho Aurelio, el público aplaudió minutos más tarde a la reina de la salsa, Celia Cruz quien llegó con un colorido vestido brillante y acompañada de su esposo Pedro Knight, a quien llama cariñosamente Mi cabecita blanca.Entre las notas de La negra tiene tumbao, tema que da título a su más reciente producción discográfica, Celia Cruz logró que el público respondiera con mayor entusiasmo a su música.

La guarachera de oriente, Celia Cruz tuvo una mejor respuesta por parte del público en el Salón Teotihuacan, al corear y bailar con la cantante de origen cubano melodías como El Yerberito y Tu Voz.Estas fueron sólo algunas de las que la canatante ofreció a su audiencia, que poco a poco fue poniéndose de pie para bailar durante La vida es un carnaval, que la cubana de 77 años de edad interpretó en dos ocasiones con el mismo carisma y talento que proyectaba en los inicios de su carrera.A pesar de la ausencia de Niurka –quien canceló hace un par de días por motivos de salud– sólo Cruz y Blades integraron el cartel del escenario principal, ambos acompañados por dos estupendas bandas que lamentablemente no merecían la pasividad mostrada por la mayoría del público asistente, pero que dieron una cátedra interpretativa al acompañar a los dos grandes protagonistas de la noche.

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