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Protestan en la PGR; exigen la liberación de un matrimonio detenido el sábado

Mariana Labastida

Familiares y vecinos de dos detenidos por el Ejército y policías federales el viernes, protestaron afuera de la Procuraduría General de la República (PGR) para exigir la liberación de la pareja.
La hermana de uno de los detenidos, Juana Jijón Miranda, expuso que los soldados no les mostraron ninguna orden de aprehensión ni de cateo para meterse a la casa donde supuestamente encontraron droga y un arma.
Unos 50 familiares y vecinos de Inocente Jijón Miranda y María del Carmen Arroyo Aldana se manifestaron afuera de la PGR, donde dijeron que se instalaron en plantón desde el sábado que llevaron a los dos detenidos.
Con pancartas demandaban “justicia esto fue una trampa (sólo quieren dinero)”; “queremos pruebas”; “(policías federales) empujan, golpean, violan nuestros derechos, nos quitaron los teléfonos”; “devuelvan a nuestro padre”; “los privaron de su libertad desde el día viernes no los dejan salir, les quieren quitar el dinero que se ganan honestamente”.
Los detenidos, que se dedican a la venta de desecho industrial según sus familiares, fueron arrestados supuestamente por posesión de droga y un arma, la cual aseguraron que encontraron entre los fierros viejos que compran, mientras que de la droga aseguraron que la sembraron los militares.
Lo que les preocupa a los familiares de Inocente es que éste padece diabetes y presión alta, e incluso por eso ya perdió la vista en uno de sus ojos y requiere tratamiento diario que no ha recibido desde el sábado.
Juana Jijón, hermana de Inocente, explicó que el viernes a las 9 de la mañana llegó un convoy con unos 100 militares, además de policías federales, estatales, e incluso de la Ministerial e intentaron revisar la vivienda ubicada en la calle Puebla, esquina con Tlaxcala, de la colonia José López Portillo, debido a una supuesta llamada anónima de la que nunca les dijeron de qué los acusaban.
Señaló que tampoco se les mostró una orden de cateo por lo que no se les permitió el ingreso, quedándose en el interior, resguardados los dos detenidos, además de todos los familiares que viven con ellos y en las casas aledañas, los cuales eran revisados cada vez que salían del área y al regresar.
El sábado por la noche, con la supuesta orden de aprehensión que continuaron sin presentar, dijo Jijón Miranda, ingresaron a la vivienda los soldados y mientras unos 10 tenían a su hermano y a su cuñada en el segundo piso, en el tercero otro grupo similar de militares revisaba la casa y empezaron a gritar: “positivo, positivo” y fue cuando se los llevaron detenidos.
Señaló que a las 10 de la noche “se los llevaron sin decirnos a dónde y los fuimos siguiendo. Primero hicieron una parada en el reclusorio y parece que los querían dejar ahí y después los trajeron para acá”, y dijo que desde entonces están afuera de las instalaciones de la PGR.
Juana explicó que sólo vio a su hermano unos minutos y se percató del mal estado de salud en que se encuentra, mientras que a su cuñada no le permitieron ni que le diera agua, por lo que exigió su liberación debido a que por la detención del matrimonio su vivienda fue clausurada y actualmente los cuatro hijos de la pareja no tienen un lugar donde vivir.

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