Tras el secuestro de un maestro pidieron vigilancia en una primaria pero el gobierno no ha cumplido

Yee Trujillo

La directora de la primaria Antonio Abarca Memije, María de Montserrat Orta Rodríguez, denunció que el gobierno del estado incumplió con los acuerdos pactados dentro de la Operación Guerrero Seguro, después del secuestro de un profesor del plantel ubicado en la conflictiva zona de El Morro cerca del centro de Acapulco.
“Nosotros hicimos un paro laboral debido a un secuestro que aconteció aquí a uno de los compañeros maestros”, reveló la maestra al recordar que hace dos meses los profesores y padres de familia del plantel se sumaron al paro laboral de las escuelas de El Coloso, para protestar en contra de la inseguridad que se vive en el puerto.
Relató que tras el secuestro del maestro “hablamos precisamente con el secretario general de Gobierno (Humberto Salgado Gómez), y todas las autoridades de seguridad, tanto municipales como estatales, quienes se reúnen siempre para ver los acuerdos de Guerrero Seguro; ahí estuvimos con todas esas autoridades y denunciamos el hecho”, sin obtener ningún resultado.
Explicó que antes del suceso, la escuela denunció puntualmente que “gente extraña” los vigilaba, pero aún así las autoridades correspondientes no hicieron nada para brindar seguridad a los 276 alumnos y 23 profesores que acuden diariamente al plantel.
“A la hora de la salida nosotros entregamos a los niños a los padres de familia, pero seguimos siendo observados, no sabemos por quién; sí nos sentimos inseguros, esperamos trabajar día con día como merecen nuestros niños, pero sí, siempre existe el temor”, lamentó.
Asimismo, se quejó de que “solamente solicitábamos que al maestro que fue secuestrado lo reubicaran, porque es comprensible la situación de tensión que vivía en ese momento”, pero la Secretaría de Educación Guerrero también incumplió con el acuerdo, se negó a reubicarlo en otra institución, y él continúa trabajando en el plantel.
Señaló que el gobierno estatal tampoco cumplió con la vigilancia policiaca y el reforzamiento de la barda perimetral de la escuela, que por su baja altura ha sido utilizada por personas extrañas para entrar a robar el mobiliario, como ocurrió en estas vacaciones de Semana Santa, cuando fueron sustraídos los tanques de gas y otros materiales de la cooperativa escolar.
Manifestó que el gobierno municipal también incumplió con la vigilancia policiaca prometida en las mesas de trabajo, y criticó: “Eso sí, están apurados en solicitar una constancia a la dirección, pero no permanecen en su lugar vigilándonos todo el día, solamente algunas veces en la entrada o salida (de clases)”.
Ante estos problemas y la constante inseguridad en la zona desde hace varios meses, la directora exigió a las autoridades “que nos apoyen en la seguridad. Es muy difícil tener, como dicen ellos, una patrulla permanentemente, pero sí que la comunidad escolar, los maestros, se sientan seguros al realizar su labor con rondines frecuentes no solamente de la policía municipal, sino también de la estatal y las autoridades militares”.