Mantienen el paro maestros en una escuela rural de Acapulco ante extorsiones y amenazas

Karla Galarce Sosa

Maestros de la primaria rural Alfonso García Robles, ubicada en la colonia Alborada, mantienen un paro de labores en exigencia de mayor seguridad, pues hace más de un mes fueron víctimas de intentos de extorsión y amenazas, pero aseguraron que no tienen apoyo de las autoridades.
Los docentes exigieron la presencia de las policías municipal, estatal y federal, así como de la Marina y el Ejército, y que se aplique allí la misma estrategia que se estableció para las primarias de la Unidad Habitacional El Coloso, en la que dos policías vigilan la entrada y salida de los niños y maestros.
A pesar de que se había anunciado que reiniciarían las labores este lunes, los maestros no abrieron la escuela ubicada a dos cuadras de la carretera Cayaco-Puerto Marqués, frente a la empresa refresquera Pepsi.
Cerca de medio centenar de padres de familia preguntaron cuándo volverían a las aulas, sin embargo, los maestros dijeron que determinarían la reapertura en una reunión con todos los docentes y que hoy martes se informaría si reiniciarían las labores.
Pasadas las 8 de la mañana, los padres de familia se reunieron afuera de la escuela que permanecía cerrada para saber si habría clases. El comandante una patrulla de la policía estatal que recorría la zona, alentó a los profesores para que comenzaran a trabajar y aseguró que al retomar las clases habría más presencia policiaca.
Cerca de las 9 de la mañana, llegaron dos patrullas más de la policía estatal, sin embargo, los maestros insistieron en que no veían apoyo de las autoridades porque dejaron de venir.
“Si vemos que hay diferencias de las autoridades, entonces qué podemos pensar”, se quejaron los maestros, a lo que un padre de familia agregó: “Si va a haber policías, que haya, y no le vayan a hacer como el año pasado que nomás venían a pedir la firma del director y se iban”.
Los maestros exigieron que se aplique la misma mecánica que en las primarias de El Coloso, y que las autoridades envíen a dos policías que custodien la entrada y salida de los alumnos y maestros.
En una improvisada reunión informativa, que se realizó en la banqueta frontal de la primaria, participaron dos comandantes de la policía estatal, padres de familia y maestros de esa primaria. Allí se reclamó la ausencia de los maestros en las reuniones informativas.
Los profesores argumentaron que se sienten vigilados por las personas que los han amenazado, además que no han visto un compromiso de las autoridades, a pesar de la celebración que realizan sobre la Operación Guerrero Seguro.
“Las autoridades dicen que el operativo está bien, pero nosotros no vemos que aquí haya vigilancia, antes entraban los marinos, la policía federal, pero ahora se pasan de largo por la carretera y no entran hasta acá”, señaló otro padre de familia.
Los maestros agregaron que hicieron un oficio para solicitar que la Marina también efectúe los recorridos y haya una mayor presencia policiaca.
Las madres de familia reclamaron que el paro comenzó hace ya un mes, dos semanas antes del período vacacional de Semana Santa.
Durante la reunión, los padres de familia, también reclamaron que no haya comunicación de los maestros y que sólo hayan cerrado la escuela, porque aseguraron que si les piden ayuda la darían, incluso, las cooperaciones por las posibles cuotas que el crimen organizado solicita.
Mientras los padres de familia, los policías estatales y los maestros platicaban en la calle, se desplegó un grupo de policías por la calle y la recorrieron a pie, hecho que alertó a los familiares que comenzaron a tomar fotografías de los que se hallaban escuchando lo que allí se decía.
Los docentes dijeron que esa primaria es la única que paró labores en la zona escolar y que habría información de las acciones que realizarán, pero hasta que el director llegara, aunque pasadas las 9:30 de la mañana aún no se había presentado y había maestros dentro del plantel.
Señalaron que a pesar de que la escuela está bardeada, vecinos del lugar se meten y utilizan la cancha, además de que se robaron el equipo de cómputo del aula multimedia.
Los policías advirtieron a los presentes que si hallaban a alguien dentro del plantel, aunque sólo fuera para jugar futbol en la cancha de la institución, sería consignado a las autoridades.