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Exigen justicia durante el sepelio del panadero en Chilpancingo

* Piden al gobernador que ya pare la delincuencia y que castigue a los culpables de este crimen * Participó porque necesitaba dinero y le ofrecieron 80 mil pesos, dice uno de los presuntos secuestradores

De la corresponsalía, Chilpancingo * Con gritos de “¡justicia!, ¡justicia!”, unos 400 ciudadanos protestaron durante el cortejo fúnebre del panadero Faustino Romero García quien fue secuestrado y asesinado por un grupo de delincuentes, entre ellos, Francisco Flores Adame, alias “La Brocha” quien al parecer era su concuño y se encuentra prófugo de la justicia. “Señor gobernador, está bien que usted se sienta a toda madre, pero por favor ya pare la delincuencia y a los secuestradores”, se leía en uno de los carteles que llevaban familiares y amigos del panadero que fue encontrado asesinado y en estado de putrefacción en una casa ubicada cerca del poblado de Petaquillas el 10 de mayo a las 10 de la noche. “Por qué mataron a mi papá, él a nadie le hacía daño. Exigimos que el gobernador, los diputados y el procurador de Justicia castiguen a los responsables”, expresó José Romero Flores, uno de los tres hijos del panadero. Sobre el ataúd donde iban los restos del panadero había una manta blanca con la leyenda “Exigimos justicia”.

En la iglesia de San Antonio se ofició una misa de cuerpo presente, y allí los amigos y familiares empezaron a repartir carteles y mantas donde se leían consignas contra el gobernador René Juárez y contra el procurador de Justicia, Jesús Ramírez Guerrero. Javier, José y Enrique Romero Flores, hijos del panadero fallecido, declararon que han recibido amenazas telefónicas. “No podemos salir a la calle porque tenemos miedo de que algo nos pase, esto es una situación que ya no soportamos”, externó José Romero. Los que iban en el cortejo fúnebre, pasearon el ataúd donde iba el cuerpo del panadero por la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, frente al Palacio de Gobierno. Luego siguieron su camino hacia el viejo panteón municipal. Pese a que el síndico procurador del ayuntamiento capitalino, Roberto del Moral y el candidato priísta a la alcaldía, Saúl Alarcón Abarca viven el mismo barrio donde vivía el panadero, no asistieron al cortejo fúnebre.

Le ofrecieron 80 mil por participar en el secuestro

Luis Hernández Martínez, uno de los presuntos secuestradores y homicida del panadero, Faustino Romero García, señaló que si bien es cierto que aceptó participar en el plagio a cambio de 80 mil pesos, “después me arrepentí, y fui amenazado para seguir”. Luis Hernández, de 23 años de edad, y su padre, Juventino Hernández Lima, sepultaron en el patio de su casa al panadero Faustino Romero, quien fue asfixiado por el que planeó y ejecutó el secuestro. Aceptó que en 2001 secuestraron por primera vez al panadero y lo tuvieron en una cueva cerca del poblado de Tepechicotlán de donde logró escapar. “Yo tenía mucha necesidad económica, apenas me casé y tengo dos bebés, por lo que acepté participar en este hecho porque me ofrecieron 80 mil pesos”, señaló. Otro de los que participaron en el secuestro y que está detenido es Sergio Santiago López quien cuando fue presentado ante los medios de comunicación tenía hematomas en el ojo izquierdo y la camisa desgarrada. Enrevistado en los separos de la Policía Judicial del Estado, Luis Hernández Martínez dijo que su cómplice fue el que asesinó a Faustino Romero, porque éste ya los había reconocido cuando lo llevaban en el vehículo. El cómplice que todavía se encuentra prófugo de la justicia luego de asfixiar al panadero, hizo que Juventino Hernández y su hijo Luis Hernández, enterraran el cuerpo rociándole cal hidratada para evitar olores.

“A los pocos días de que secuestramos al señor, me arrepentí, pero ya no me pude salir debido a que recibí presiones y amenazas”, manifestó el inculpado. Indicó que la persona que lo invitó a participar en el plagio, “ya tenía planeado todo para realizar el secuestro, conocía todos sus movimientos”. Señaló que cuando secuestraron al panadero no hubo violencia: “Nunca lo golpeamos, siempre lo atendimos bien, porque nuestra intención era soltarlo y no perjudicarlo, pero esa persona que nos contrató decidió asesinarlo”. Luis Hernández aseguró que durante su detención no recibió ningún tipo de presión física o psicológica de los agentes de la Policía Judicial del Estado. Pero al que sí se le veía huellas de haber sido torturado era a Sergio Santiago López. Los tres inculpados, ya fueron trasladados al Cereso de esta ciudad, y el 14 de mayo el juez les decretará el auto de formal prisión o de libertad.

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