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Como en el arbitraje, en la vida hay que aplicar el reglamento y respetar a los semejantes: Adolfo Aquino

* El nazareno tiene 12 años como profesional * En México los futbolistas juegan a dos cosas: engañar al silbante y lastimar al rival, asevera

Adalberto Valle * Para poder conducir el partido de la vida, hay que estar bien atentos, aplicar el reglamento y sacar las tarjetas a tiempo para que el juego no se te salga de las manos, dice el árbitro acapulqueño Adolfo Aquino Benítez, quien destacó que a lo largo de 12 años como silbante profesional y casi 19 dirigiendo encuentros de futbol desde su etapa como amaeteur, ha “aprendido mucho como persona, porque se arraigan los valores y sobre todo, a respetar a las personas que te rodean”.

En entrevista con El Sur Adolfo Aquino hizo un recuento de su trayectoria y aseguró que la honestidad es fundamental en esta carrera, al igual que en la vida privada.

Contento porque siente cercano el día en que será juez central en un partido de Primera División, dijo que a partir de ahora viene lo más complicado: el respeto del medio futbolístico en el máximo circuito.

 

He logrado cosas buenas, pero quiero más

 

El pasado domingo 21 de abril, Atlante venció 2-1 al Pachuca en el Estadio Miguel Hidalgo, dentro de la penúltima jornada del Verano 2002. Ese día, los Tuzos dijeron adiós a la posibilidad de refrendar su título obtenido en el Invierno 2001. Adolfo Aquino estaba en la escena como cuarto árbitro del cotejo, en su aparición oficial en la Primera División.

“Creo que está cerca la oportunidad de pitar en Primera (División) y hay que seguir trabajando”.

Sobre los valores que como árbitro y como persona, dijo que son base para crecer en cualquier ámbito de la vida, resaltando que “la honestidad es fundamental”.

“El ser honesto es un arma y si no lo aplicamos bien lo demás no sirve. Un árbitro es un juez que debe aprender a mediar la conducta de las personas y en este caso de los jugadores. Hay que ser de acero para escuchar de todo y hacer que no pasa nada y después dejar los insultos en la cancha para no traumarse”.

Sobre su momento más complicado, recordó que fue en un Zacatepec-Oaxaca (equipos de Primera División A) , cuando tuvo que expulsar a dos jugadores de los Chapulines por agredir a defensas morelenses.

“Las cosas se pusieron difíciles, pero tenía dos abanderados de Primera que me ayudaron a controlar todo. Después, los expulsados se llevaron tres juegos de suspensión”.

 

También en su casa aplica el reglamento

 

Después de 12 años de vivir junto a Claudia Herrera Nieto, con quien tiene dos hijos –Gustavo Adolfo de 7 meses y Adolfo Dylhan de 7 años– Adolfo calificó a su esposa como “un buen árbitro”.

“Me ha sabido pitar y a veces hasta hay polémica, pero también buena química”.

“A veces tienes que sacarles tarjeta amarilla a los hijos para que sepan sus límites. Y si es necesario también la roja y su correspondiente suspensión y castigo”.

 

Perdimos el don de equivocarnos

 

“Es que los árbitros perdimos el don de equivocarnos. Es muy fácil satanizarnos. La televisión y las cámaras te desnudan muy fácil. Todos opinan de ti, son adivinos de lo que estás pensando. El árbitro de futbol es el juez más criticado de todos los deportes”.

Además, dijo que tienen que prepararse para afrontar a los jugadores marrulleros, aquellos que fingen y buscan engañar al silbante.

Por esto, dijo estar de acuerdo con lo que alguna vez expresó el dos veces mundialista Arturo Brizio Carter, quien expuso que “el jugador en México juega a dos cosas: a engañar al árbitro y a lastimar al rival”.

 

Reconoce la labor de Urbano Magdaleno y de Edgardo Codesal

 

Para Adolfo Aquino, dos personajes fundamentales para el crecimiento del arbitraje en Guerrero son Urbano Magdaleno Pérez –delegado en la entidad de la Comisión– y Edgardo Codesal, quien recientemente presentó su renuncia como responsable de los silbantes ante la Federación Mexicana de Futbol (aunque aún no ha sido aceptada).

“Urbano (Magdaleno) es parte fundamental de mi desarrollo. El me metió de lleno al arbitraje profesional. Me guió desde mis inicios, me quitó piedras para que no tropezara”.

Pero también aceptó que llegaron a tener roces cuando Aquino dirigió el Colegio de Arbitro de Acapulco.

“Pero fueron por cosas laborales. Porque ya cuidaba los intereses de mis agremiados y exigía oportunidades”,

Dentro del arbitraje guerrerense se pueden mencionar los nombres de Salomón Santana, Librado Sánchez, Fernando Bustos, Francisco López, entre quienes tienen oportunidad dentro del profesionalismo.

De Codesal, comentó que es “un enamorado de Acapulco y de Guerrero”, además de que Urbano tiene un vínculo muy fuerte con él, lo que es benéfico para los silbantes de la entidad.

“Creo que lo van a ratificar para que siga dirigiendo la Comisión de Arbitraje”.

 

Sus inicios

 

“El arbitraje lo traigo dentro”, comentó, al recordar que a los 11 años ya se vestía de negro para dirigir juegos de la categoría Pony en el campo de La Base.

“Yo jugaba futbol y el señor David Castillo –conocido como Matute– me invitaba a verlo arbitrear. Yo lo observaba y de ahí me gustó”.

En 1990 debutó como abanderado en un cotejo de Tercera División en la UDA entre Barracudas de Acapulco contra Tecama. “Urbano (Magdaleno) era el central y Salomón Santana el otro abanderado”.

Enseguida lo hizo como principal en Chilpancingo en partido entre Avispones y Ecatepec.

En el 92 ya era asistente en Segunda División, un año más tarde dirigió el Guerreros-Iguala para consolidarse en esa categoría.

La falta de un equipo profesional en Acapulco en varias épocas ha detenido un poco el desarrollo de Aquino y del arbitraje en el puerto y fue hasta 1996 que los Delfines de la Primera A llegaron a esta ciudad, cuando retomaron el camino.

El 27 de septiembre del 2000 –justo cuando cumplió 28 años– debutó como central en la Primera A en la victoria de Yucatán sobre Zacatepec por 2-1 en el Estadio Agustín Coruco Díaz. Sus asistentes fueron los acapulqueños Francisco López y Fernando Bustos.

“Eso fue debutaron gracias a la petición de Urbano (Magdalena) en la penúltima jornada”.

Un año más tarde, Adolfo Aquino fue nombrado como el mejor silbante en la Segunda División.

La temporada 2001-2002 marcó la consolidación de Aquino Benítez. En 6 ocasiones dirigió partidos como central y en igual número de veces fue cuarto oficial. En diciembre del 2001 Adolfo dio otro paso importante, al ser juez principal del partido de preparación entre Guadalajara –del máximo circuito– y Querétaro de Primera A, celebrado en el Estadio Corregidora.

En el Verano 2002, Aquino siguió con actividad constante en la Primera A, con otros 6 encuentros como árbitro principal y otros 6 como cuarto oficial.

Después del partido Pachuca-Atlante arriba mencionado, Adolfo Aquino continúa con su preparación y cada 15 días viaja al Distrito Federal para entrenar junto a los silbantes más destacados dentro del profesionalismo.

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