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Escándalo en Italia porque fanáticos del Génova tomaron de rehenes a los jugadores

De “vergüenza” e “inaceptable” calificaron las autoridades italianas el suceso que se vivió el domingo durante el partido de la serie A entre el Génova y el Siena, cuando los aficionados del equipo local tomaron de rehenes a sus propios jugadores y les obligaron a quitarse las camisetas.
“Lo que ocurrió en Génova demostró una vez más la peor cara del fútbol italiano y su decadencia moral”, se quejó el presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Gianni Petrucci, que calificó el altercado como “una vergüenza para el futbol italiano”.
“No se puede tolerar más que el futbol quede por los suelos”, añadió Petrucci.
Al mismo tiempo, el presidente del CONI criticó duramente al club y consideró que el Génova cometió un sacrilegio deportivo al permitir y aprobar las peticiones de los aficionados más radicales, que obligaron a sus jugadores a quitarse las camisetas porque no eran dignos de vestirlas.
El partido iba 4-0 a favor del Siena y algunos “ultras” del Génova saltaron al césped e interrumpieron el partido en el minuto 53. Los jugadores visitantes y los árbitros enfilaron el túnel de vestuarios pero los futbolistas del Génova fueron obligados a permanecer en el campo y negociar con los “ultras”.
La mayoría de los futbolistas entregaron sus camisetas al capitán del equipo, Marco Rossi, que se las dio a los líderes de los ultras. “Sucumbió al chantaje”, le criticó el jefe de policía de Génova, Massimo Mazza, que cree que Rossi tendría que haberse opuesto con firmeza a dichas peticiones.
El presidente de la Federación Italiana de Futbol, Giancarlo Abete, calificó el suceso como “inaceptable”. “Éstos no son aficionados de futbol. Este tipo de gente no deberían entrar más en un estadio”, añadió Abete.
El presidente del Génova, Enrico Preziosi, se mostró partidario de que se tomen medidas al respecto. “Espero que nos cierren el estadio. Así podremos jugar en un lugar pacífico”, aseguró.
Cuando el partido se reanudó los aficionados radicales del Génova dieron la espalda al campo y comenzaron a insultar a sus futbolistas con cánticos. Pero para ése momento la mayoría de los espectadores que acudieron al estadio ya habían abandonado su localidad.
El partido finalizó con un 4-1 a favor de los visitantes y conllevó la destitución del técnico del Génova, Alberto Malesani. Preziosi anunció a última hora del domingo que se presentará a Luigi De Canio como nuevo entrenador.
A falta de cinco jornadas para que finalice la Serie A, el Génova ocupa el décimo séptimo puesto un punto por encima de los puestos de descenso. (DPA / Roma).

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