Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

Los consejeros guerrerenses del CRDS

 Como lo anuncié en este mismo espacio, los días 11 y 12 de abril nos reunimos en la ciudad de México los integrantes del Consejo Regional de la Semarnat para el Desarrollo Sustentable, representantes de la ahora quinta región sur-sureste que integran los ocho estados de la República comprendidos dentro del Plan Puebla Panamá, exceptuando Puebla que está en la región centro.

Con la presencia de la gran mayoría de los casi 50 consejeros, 85 por ciento de los cuales son nuevos en estos andares, y algunos de los funcionarios de la Semarnat que participaron como ponentes, la sesión agotó los temas de la orden del día contando siempre con el apoyo diligente del personal de la Secretaría adscrito a la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia.

“Los guerrerenses vienen muy activos” fue uno de los comentarios recurrentes de las diferentes delegaciones en la hora de la comida. Y era cierto. Nuestra novatez no fue obstáculo para acometer el compromiso que llevamos de nuestros respectivos sectores.

Desde la fase de inscripción y registro, dejamos por escrito los acuerdos de nuestro Consejo tomados en reunión extraordinaria, y en el desarrollo de todos los trabajos los seis guerrerenses estuvimos aplicados apoyando las iniciativas correctas y dando nuestro propio aporte, ya para fijar la posición del Consejo, ya para recomendar y hasta para reconvenir a la Semarnat por el incumplimiento de determinados asuntos.

Aunque será en próximas entregas donde abordaré con detalle cada uno de los asuntos tratados, hoy adelantaré que prácticamente todas nuestras propuestas fueron asumidas como acuerdos por el Consejo Regional.

La postura que llevamos sobre el Plan Puebla Panamá, pasó, lo mismo la integración de comisiones de trabajo para atender a detalle los temas de la Cumbre Mundial de Johannesburgo, la reunión de los países de la Cuenca del Pacífico, el de la situación forestal y los suelos, la del café y los recursos naturales, las áreas naturales y los corredores biológicos, la difusión y la legislación.

A continuación transcribo el documento que me tocó presentar sobre la problemática ambiental de Zihuatanejo, respaldado por todos los consejeros del estado.

Con el respeto debido y por acuerdo de los consejeros del estado de Guerrero, a continuación expongo el siguiente asunto con la intención de que se aborde en el punto de Asuntos Generales de esta la 15 sesión ordinaria del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, región sur-sureste.

 

Exposición del problema

 

Zihuatanejo es la ciudad cabecera del municipio de José Azueta en la Costa Grande de Guerrero. Como parte de las zonas prioritarias del país con potencial en recursos naturales aprovechables, vivió una etapa de inversiones públicas para el desarrollo de la infraestructura turística a partir de la década de los 70s.

En los últimos 30 años su población se multiplicó por 30 constituyendo un caso excepcional en cuanto a crecimiento demográfico. Por ejemplo, en la década de los 80 registró una tasa de crecimiento casi del 10 por ciento.

De 3 mil habitantes en 1970 ha llegado a cerca de 100 mil en el presente año sin que las inversiones públicas hayan sido sostenidas ni al ritmo del crecimiento.

Zihuatanejo y su zona turística, Ixtapa, son dos mundos diametralmente opuestos. En la cabecera se concentra la mayoría de la población que trabaja en los hoteles y también la problemática ambiental que se agrava por los déficit crecientes en servicios básicos como drenaje, alcantarillado, agua potable, pavimentación, recolección de basura.

En Ixtapa las cuantiosas inversiones federales que maneja el Fonatur dan cuenta de los servicios de primera para un turismo cuya tendencia es a la baja.

En Zihuatanejo la falta de inversiones y de atención oficial para combatir las fuentes de contaminación que han puesto en riesgo la viabilidad del turismo sustentable, están agravando cada día tanto la calidad del agua de la bahía como el nivel de vida de la población.

La ciudad consume 500 litros de agua por segundo que sus plantas tratadoras  obsoletas no pueden limpiar.

Cerca del 40 por ciento de la ciudad carece del servicio de recolección de basura por falta de calles y de medios de transporte diseñados para ese fin.

El drenaje sanitario no llega al 40 por ciento de la población cuyos asentamientos irregulares han rebasado la cota 100 del anfiteatro de la ciudad.

Toda el agua residual mal tratada y gran parte de la basura que no se recoge,  llegan a la bahía.

La ciudad sigue creciendo aceleradamente y de manera desordenada a pesar del Plan Director urbano aprobado y decretado.

Ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno actúa con responsabilidad para frenar el deterioro ambiental sistemáticamente denunciado por las 22 organizaciones de la sociedad civil que forman parte del Movimiento para el Rescate y la Preservación de la Bahía de Zihuatanejo.

Tanto los esteros, las zonas de mangles y la selva tropical,  en el entorno de la bahía, están desapareciendo mientras las autoridades siguen  sin actuar, paralizadas por una supuesta confusión en la esfera de sus atribuciones.

Los dueños del megaproyecto conocido como Puerto Mío siguen siendo protegidos por las autoridades a pesar de que se ha demostrado la inconsistencia de los estudios de impacto ambiental en que se basó la autorización que el INE les dio para que privaticen parte de la bahía con su terminal marítima y marina deportiva que han sido rechazadas por un amplio sector de la población.

Propuestas

Que el Consejo emita una recomendación a la Semarnat para que se convoque a la instalación de una mesa de trabajo con las organizaciones sociales y las autoridades ambientales estatales y municipales con el objeto de que se defina la responsabilidad de cada una en la atención y solución de los problemas que forman el complejo de la realidad ambiental de la ciudad.

Que se revalúe el impacto ambiental del megaproyecto de Puerto Mío  y que se le apliquen las sanciones correspondientes por los delitos ambientales que ha cometido con la construcción el espigón de piedra, como son la desaparición de la playa del Almacén, la modificación de las corrientes marinas, el asolvamiento del lecho marino y como coadyuvante de la contaminación.

Que se analice el papel y la responsabilidad de las autoridades estatales y municipales en la invasión del área de reserva ecológica del anfiteatro con los asentamientos humanos irregulares, en el fraccionamiento para la urbanización de humedales, esteros, manglares y selva tropical.

Que se evalúe la responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua y de la Comisión local de Agua Potable y Alcantarillado, en la irregular operación y mantenimiento de las plantas tratadoras de aguas negras así como su irresponsable vertimiento a la bahía.

Que se garantice el confinamiento ecológico de los desechos sólidos municipales que genera la ciudad.

Que el titular de la Semarnat cumpla con su compromiso de firmar con la asociación civil, SOS Bahía, el convenio para la ejecución del Programa de Desarrollo Sustentable de la Bahía de Zihuatanejo 2002-2006.