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Merenglass, rítmico mestizaje musical entre México y República Dominicana

Xavier Rosado * El grupo Merenglass se encuentra en Acapulco realizando una serie de presentaciones en el Salón Q que finalizarán este sábado.La agrupación de 16 elementos, que rescata las raíces de los ritmos dominicanos y fusiones de otros géneros musicales, aprovechó su estancia para lanzar en sus presentaciones en Acapulco, Llegó el verano el primer sencillo de su nuevo álbum Mamborengue.“Me voy pa’ Boca chica, pa’allá pa’la Matica, sino para Acapulco, allá hay mujere’ rica’”, dice la canción.“Estar en Acapulco nos hace sentir como en República Dominicana, sentimos el calor y las bellezas de este puerto tan caliente que siempre nos ha recibido muy bien”, dijo Ramón Glass, director musical de Merenglass.Mencionó que actualmente preparan la presentación de la que será su octava producción: Mamborengue, disco que retoma ritmos de origen cubano o afroantillano para crear divertidas fusiones como la de cha-cha-chá con merengue que bautizaron como merenchá, además otros ritmos-fusión como el danzorengue y el cumbiarengue.“Este disco fue grabado en República Dominicana y México, en él encontrarán una continuidad en el sello característico musical del grupo, que fusiona la música dominicana y mexicana. Contiene diez temas algunos míos, del compositor de música tropical, Juan Alberto Otero, Joan Sebastián y Zacarías Ferreira”, dijo

 Harán una presentación masiva en la ciudad de México

 Ramón Glass, con un paliacate en la cabeza con la bandera de República Dominicana, mencionó que el disco incluye canciones como Lupita, Te lo voy a partí, Medley (la cocaleca, cholito y Qué buey, que es la continuación de su famosa canción La Vaca.“El 15 de junio de junio, en el Zócalo de la capital tendremos la presentación oficial de este nuevo álbum que va a ser un concierto a nivel masivo que se va a llamar Mamborengue en el Zócalo. Vamos a tener como invitados a Niurka, la cadena televisiva CBS, Laura Flores, el grupo Cañaveral y Eddie Herrera de República Dominicana”, anunció el arreglista y compositor.Lograr la conjunción musical entre México y República Dominicana es el móvil principal que permitió la formación del Grupo Merenglass.“Nuestro nombre se deriva del ritmo candente de la música dominicana y azúcar glass que se utiliza en la preparación del dulce mexicano llamado merengue, además mi apellido es Glass, así fusionamos ambos países en el nombre de la agrupación”, detalló Ramón Glass quien lleva ocho años de residir en la ciudad de México.El cuatro de marzo de 1994, se creó el grupo Merenglass, y así se inicio a una extensa travesía de éxitos radiofónicos, una discografía de ocho álbumes, presentaciones en casi todo el mundo y varios discos de oro y platino por las ventas de éxitos como El baile del oso, y El venao.“Hay un tema que nos abrió las puertas en México que se llama Cachamba o Hay un hoyo, que es como nuestro amuleto, sin embargo tenemos muchos temas con los cuales la gente nos identifica. El disco A la mexicana, el que trae El baile del oso ha sido nuestro mayor éxito en ventas.“La verdad con este disco sentimos una satisfacción enorme porque es un disco hecho en México, el concepto es mexicano, pero además es con el que nos hemos identificado como grupo merenguero que fusionó temas como El mariachi loco y México lindo y querido.

 El merengue nació en República Dominicana  

Respecto al nacimiento del merengue, Ramón Glass comentó que este ritmo es la música autóctona de República Dominicana. Surgió en el año de 1844 con la independencia de ese país, aunque se discute un poco el origen del merengue, se sabe que nace por las necesidades de los dominicanos autóctonos de la época, los aborígenes que tenían lo que ellos llamaban areítos, cantos religiosos que entonaban para mantener sus tradiciones. Al llegar los esclavos africanos, trajeron el tambor, por lo que se hizo una fusión de instrumentos y resultó un ritmo que es lo que da origen al merengue actual.“Al merengue lo caracteriza el uso de instrumentos que se usaron originalmente como la tambora, la güira, la marimba, que no es como la que se conoce en México, sino una especie de bajo y el acordeón que importamos de Alemania”, explicó el director musical del grupo.Agregó que Merenglass no adoptó este ritmo sino que como dominicanos ellos nacieron y crecieron con esta música. “Llega un momento en que ya no es adoptar la música, sino que tú eres merengue. Un dominicano es sinónimo de merengue, seas niño, seas viejo, seas joven”.“El movimiento corpóreo es importantísimo en esta expresión musical. Si recordamos los orígenes del merengue, los esclavos y aborígenes utilizaban el movimiento corpóreo como instrumento de manifestación religiosa. Por lo tanto, si nosotros no nos movemos, no sentimos lo que hacemos: Por eso decimos que un merengue no bailado es igual a un merengue no tocado”.

 El espectáculo

 Entrevistado antes de salir al escenario, Ramón Glass comentó que “como siempre será un show explosivo, prendido de energía, lleno de mucha locura, de repente tendremos unas cuantas sorpresas que descubrirán al escucharnos y bailarnos”, adelantó Ramón Glass. Además de escuchar los temas de su nuevo disco y sus éxitos aseguró que la gente se divertiría al verse inmersos en un espectáculo de comunicación directa y una interacción constante entre el grupo y la audiencia.  Al momento de llegar al Salón Q, el público observó la decoración de fantasía caribeña, un escenario construido en remembranza de la concha de la Venus de Milo, globos, estrellas y mar todo alrededor. El amplio salón se fue llenando poco a poco hasta lograr un lleno total a pesar de ser jueves, un día entre semana. Muchos grupos de chicas bailaban en la pista a la expectativa de la presentación de Merenglass, también las parejas esperaban poder disfrutar de la sensualidad del ritmo merenguero. El rango de edad de la audiencia fue muy variado ya que hubo jóvenes de 18 años y adultos mayores de 60.30 minutos después de la media noche, la música grabada se cortó, las luces se apagaron y se escuchó una fuerte explosión tal como lo anunciara el creador del grupo, un locutor presentó uno a uno a los 16 miembros de la banda, todos ellos varones entre 25 y 40 años de edad, cuatro voces, tres trompetas, dos saxofonistas (alto y tenor), percusionista, , un bajo, tambora, guitarra, piano y teclado, además la voz principal, Ramón Glass. Abrieron con El venao, e inmediatamente la gente emigró de sus mesas a la pista. Tocaron entre otras El baile del oso, Secreto de amor e incluso otros ritmos como La sopa de caracol¸una sabrosa salsa de Ricardo Montaner llamada Besos, pero el principal platillo de la noche fue el merengue.El Salón Q se iluminó cuando Ramón empezó a dirigir a la audiencia durante la interpretación de El baile del oso, poniendo una coreografía a la que todos respondieron con entusiasmo. Sobre todo el público femenino se mostró más que satisfecho ante los sugestivos bailes de los coristas que se volteaban de espaldas a la audiencia y agitaban las caderas frenéticamente. Como respuesta se escuchaban los gritos de ansiedad de las mujeres que en varias ocasiones intentaron subir al escenario para tocar a los cantantes.Al parecer todos salieron satisfechos, aunque uno que otro se quedó con las ganas de echarse otro merenguito.

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