Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

Candil de la calle, oscuridad de la casa

El dicho popular aplicado a los políticos gobernantes se utiliza como crítica cuando fuera de las fronteras nacionales aparecen preocupados y ocupados en asuntos que dentro de casa ni les interesa ni los atienden como es debido.

En la coyuntura actual se le critica al gobierno de Vicente Fox su afán de “queda bien” frente al Bush junior en muchas de las iniciativas que aquél tiene como gendarme del mundo.

El gobierno de George Bush, como se sabe, no emergió de elecciones ejemplares en pulcritud y veracidad. En eso mucho parecido tuvieron a las que se acostumbran en el PRI y a las que parecen estar haciendo temporal en el PRD.

Bueno, ése gobierno de Bush ha decidido emprenderla contra similares suyos bajo los principios democráticos a los que no muy fieles han sido ninguno de los dos grandes partidos norteamericanos.

Lo que no tiene en casa lo quiere ver en otra. Es el caso de su papel frente al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela. Esto  no debemos perderlo de vista porque está entre los objetivos desestabilizadores del gobierno de Washington que quiere ver uniformidad en los gobernantes latinoamericanos proclives a los ímpetus imperialistas.

El otro caso son los derechos humanos en los países del mundo. El gobierno norteamericano quiere aparecer como el ejemplo de las libertades y los derechos ciudadanos y entonces se apresta a influir en la 45 reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que se realiza en Ginebra, para que se condene a 11 países donde se violan los derechos elementales. Claro, en esa lista no aparecen ni Estados Unidos ni México, pero sí Cuba, la isla en el triple sentido del término, porque está rodeada de agua, porque es víctima de un bloque comercial que lleva más de 30 años, y porque tiene un régimen en el que la riqueza se reparte para que todos sus habitantes alcancen educación, cultura, salud y alimentación.

Estados Unidos que se erige en campeón de los derechos humanos y atropella cada día los laborales de indocumentados, acaba de sentar el precedente de que en su territorio ningún trabajador ilegal podrá defender su derecho legítimo al empleo y a la remuneración, precisamente por su situación migratoria.

Este caso discutido en la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, donde se falló precisamente en contra de un trabajador indocumentado mexicano que habiendo sido despedido de su empleo después de 4 años de antigüedad, no pudo ser reinstalado argumentando su situación de ilegal, ha dado pie a que se hable de los braceros como los nuevos esclavos del siglo 21.

Al gobierno norteamericano le ha importando poco violar no sólo el Acuerdo de Cooperación Laboral contenido en el TLC, sino el propio Convenio 169 de la Organización Mundial del Trabajo.

En fin. El gobierno de Fox en el escenario mundial aparece preocupado por la violación a los derechos humanos cuando, por ejemplo, la práctica de la tortura no sólo ha cobrado una víctima reciente en el caso de la banda de los Antrax en la persona de Guillermo Vélez Mendoza, sino que aquí mismo en el estado de Guerrero, esa práctica ni siquiera ha sido incluida como delito en el Código Penal, de ahí que haya casos frecuentes en los que tanto policías judiciales como los propios agentes del Ministerio Público recurran a esos agravios sin que nadie siquiera les llame la atención. Recuérdese si no, el caso de Francisco Jijón Torres, el joven trabajador ayutleco que acusa al licenciado Esteban Palacios, Agente del Ministerio Público de Zihuatanejo como uno de sus torturadores.

Y la lista podría ampliarse más si se tratara de casos que tienen que ver con la conducta oficial alejada de los principios internacionales de democracia, legalidad y respeto a los derechos humanos.

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