Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

El PRD y el cambio

Cuando se critica al PRD acerca de su proclividad por presentar como sus candidatos a ciudadanos de origen priísta, es común recibir como respuesta un reclamo sobre la poca atención que se tiene al hecho de que uno de sus afluentes es precisamente una escisión del PRI.

Sin embargo, siempre es necesario insistir en ese hecho, sobre todo cuando desde la izquierda se ve que en la disputa de la candidatura a la presidencia municipal de Zihuatanejo, los principales aspirantes de los principales partidos tienen el mismo origen tricolor.

Visto de ese modo, algunos perredistas consideran que eso es irrelevante porque al fin y al cabo lo que verdaderamente importa es que el PRD gane más y más municipios, sobre todo ahora cuando tan relegado ha quedado dentro del escenario nacional con la derrota federal del 2000.

Y quizá haya quienes se sientan satisfechos con ese modo de pensar y vean como positiva la estrategia perredista, de proponer candidatos que atraigan votos sin importar sus antecedentes políticos.

El problema es que mucha gente que verdaderamente piensa en el cambio a partir del triunfo electoral de un partido distinto, puede ser víctima de la frustración si está pensando en que los cambios de partido en el gobierno serán automáticamente para mejorar las cosas con las que no se está de acuerdo.

Si hay ciudadanos que están pensando en que su voto lo usarán simplemente para que el grupo que actualmente está en el poder pierda el gobierno municipal, está bien, y para ello pueden justificar los antecedentes de cualquier candidato propuesto por la oposición si, en cambio, les garantiza que el poder cambie de grupo, aunque en el ejercicio de gobierno, no se distinga uno del otro. “Que ya sea otro el que robe”, dice la cultura popular.

Pero habrá seguramente quienes quieran que la oposición gane las elecciones para que los vicios, la ineficiencia, los fraudes, el compadrazgo, la impunidad, la inseguridad, sean desterrados por siempre de la vida municipal.

En ese caso, es natural que haya preocupación no sólo por el origen político de las aspirantes, sino por conocer si las propuestas que enarbolan tienen que ver con las aspiraciones de la mayoría.

La historia reciente nos ha enseñado que ningún partido y ninguna oposición son garantía, de por sí, de decencia, democracia y eficiencia.

El “cochinero” en la elección nacional del PRD no puede adjudicársele solamente a los ex priístas. Quizá todos los perredistas cargan con parte de culpa. Lo que no se discute es que ante la opinión pública todo el PRD ha perdido legitimidad y autoridad moral, como dice Cuauhtémoc Cárdenas, eso que ha sido el mayor de los valores del PRD.

Pero bueno, vayamos más a lo concreto. ¿Qué ofrece ahora el PRD en José Azueta a los electores? ¿Nos dará un ejemplo a los ciudadanos sobre el método más transparente, democrático y eficaz para elegir a su candidato? ¿O repetirá en el ámbito municipal los mismos hechos que lo abochornaron en la elección nacional?

Sin duda que para los dirigentes municipales está clara su gran responsabilidad por hacer que el proceso de selección de sus candidatos sea terso y transparente, alejado de las rupturas y divisiones, pero ¿qué está haciendo para que eso suceda?

Si el PRI, más mal que bien, ha resuelto ya lo de su candidatura, el PRD ahora está siendo visto con lupa por la clase política municipal, y su triunfo electoral depende precisamente del arte que despliegue para que este proceso sea abonado a su favor.

Sería grave que las fuerzas que liderean al PRD en Zihuatanejo no estén a la altura de sus responsabilidades y dejen en manos de la burocracia estatal decisiones que deberían ser competencia de los perredistas azuetenses.

Pero más grave sería que el diseño de la política perredista en estas circunstancias esté en manos de los grupos que apoyan a uno u otro aspirante, pues de ese modo es segura la apuesta al fraccionalismo.

468 ad