El martini o la democrática posibilidad del glamour etílico

Xavier Rosado * Dos momentos del imaginario mediático popular:Primero: “Un martini, por favor. Mezclado, no agitado”, suelta el famoso agente secreto James Bond al llegar a un bar por vez primera en la novela Casino Royale del escritor inglés Ian Fleming y repetida después por el personaje cinematográfico al que da vida en forma sublime Sean Connery (¿Hay otro?).Segundo: El crooner Dean Martin –miembro del famoso Rat pack liderado por Frankie Blue eyes Sinatra– recargado en la barra del bar del hotel Flamingos de Las Vegas a las 4 de la mañana, sosteniendo una copa martinera en su mano derecha y en la izquierda un cigarro a medio consumir.Quizá el martini comparta con el champagne el título de la bebida más glamorosa del mundo. Por supuesto que la bebida francesa está reservada para aquellos que puedan pagarla, mientras que el martini tiene una virtud más democrática: está, prácticamente, al alcance de todos.De esta manera, un martini en las manos de un hombre lo puede cubrir de un velo de misterio, hacerlo parecer un crooner trasnochado o alguien cool, muy en boga con la moda retro y lounge.

Martinis a la carta en el puerto

En Acapulco, el experto en toda la parafernalia que rodea a esta bebida es Ernesto Romo, quien en su bar Bedroom, revive el furor por la coctelería fina y en su carta de bebidas, minuciosamente diseñada, ofrece todo tipo de martinis.El ambiente ideal para este tipo de bebidas tiende a ser sofisticado y estimulante y el Bedroom lo sigue al pie de la letra con un estilo modernista y minimalista a la vez.Decorado en blanco y negro y con el mobiliario sólo indispensable, el bar es ideal para sentarse a tomar la copa, platicar o escuchar ritmos como el hip hop, house, progressive, lounge y electric.El director general de Bedroom, Ernesto Romo, precisó que “Después de viajar por Europa y las principales ciudades de Canadá y Estados Unidos, me pude dar cuenta de que existen bares con todo tipo de conceptos, sin embargo, el que seleccioné para Bedroom no solamente involucra la vanguardia, sino que otorga satisfactores a todos los sentidos”.Comentó que el nombre del lugar viene porque se le ocurrió instalar una cama en el tercer nivel del bar, para innovar y dar a los visitantes la oportunidad de relajarse al máximo en ella.El menú de bebidas contiene 750 cocteles, entre ellos 58 martinis que según el cantinero, es necesario clasificar por sabores: secos, dulces, acidos, semi-dulces, picosos y fusiones.El clásico martini se prepara en un shaker de aluminio, con una medida de ginebra y un leve goteo de vermouth, que le da la diferencia entre seco o dulce; acompañado con una aceituna sin rellenar.De esta mezcla tan sencilla, que tiene su secreto para ser ideal, se desprenden los otros 57 martinis que ha perfeccionado Marvin Piña, el joven y entusiasta cantinero.“En Bedroom trato de jugar con el concepto del martini, de ir más allá del tradicional ginebra y vermouth, mezclando otros licores en mi coctelería de martinis para lograr una fusión entre lo tradicional y lo caprichoso, combinando tequila con licor de café o Baileys con Malibú o whiskey para lograr contrastar o combinar sabores”, explicó Marvin Piña.

Historia del martini

La primera leyenda sobre el martini aparece a finales del siglo pasado y comienza con una bebida llamada “Martinez” compuesta por cuatro partes de vermouth rojo dulce y una parte de ginebra (llamada Old Tom) bastante más dulce que la que se emplea hoy.La transformación al martini fue gradual en el tiempo con el empleo de otras ginebras más fuertes, con la sustitución del vermouth rojo por el blanco y con la combinación de los ingredientes en otras proporciones.Otra historia de finales del siglo XIX cuenta que en el salon Julio Richelieu en la localidad de Martínez, California, se le sirvió una bebida a un viejo minero en la que se introdujo una aceituna y se le bautizó “Martínez” por el nombre del pueblo, y hasta hoy esta población sostiene ser el lugar de nacimiento del martini.En 1896 se publicó un libro titulado Stuart´s fancy drinks and how to mix them in New York, que incluía una receta de una bebida llamada Marquerite compuesta por dos tercios de ginebra y un tercio de vermouth francés, y es la receta antigua que más se aproxima a la versión actual del martini.Una de las historias más recientes y fiables acerca del martini cuenta que en 1911 el cantinero jefe del Hotel Knickerbocker de Nueva York, un hombre llamado Martini di Arma di Taggia, mezcló mitad de ginebra, mitad de vermouth y unas gotas de naranja, enfrió la bebida con hielo y la vertió en un vaso helado. Con el tiempo los asiduos de este bar fueron pidiendo algunas variaciones a esta bebida, incluyendo la aceituna.

 Categorías y recetas del martini

Todos estos martinis se pueden preparar con vermouths extra seco, seco, rojo y blanco.
Los tipos de ginebras que se utilizan son: Beefeater, Tanqueray, Gordons y Bombay.
Finalmente las guarnituras o adornos que lleva son de aceitunas, cebollitas cambray, cerezas, granos de café, violetas, pétalos de rosa, perlas de melón, chabacano, espirales de cáscara de limón.