Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Chilpancingo y Acapulco

*El mayor honor de un gobernante es pasar a la historia como estadista, pero este honor se reserva a quienes jamás pensaron en serlo, de ello la historia es testigo.

Recientes estudios publicados han señalado que Acapulco está entre las tres ciudades mexicanas con menor calidad de vida, al igual que Culiacán, Sinaloa y Lázaro Cárdenas, Michoacán; en tanto que de Chilpancingo se ha mencionado que es la segunda ciudad menos habitable del país sólo después de Cuernavaca.
Pobres Chilpancingo y Acapulco, señaladas en pocas palabras como de lo peor en cuanto a lugares para vivir, obvio no lo sostengo, no lo creo, pero reconozco que son las dos ciudades más importantes del estado que no deberían estar siendo calificadas de esa manera. Da tristeza porque cuando el río suena es que agua lleva.
Sin duda calan esos comentarios y evaluaciones, que se nos señale de que somos de lo peor, que la chilpancingueña bonita y la acapulqueña linda hayan quedado en eso, sólo en las letras de las canciones.
No voy a enlistar las virtudes de cada una de nuestras principales ciudades, las he mencionado en varias ocasiones en estas páginas, lo que sí quiero hacer es una autocrítica, que también he hecho antes respecto a nuestra perla del Pacífico y a nuestra gran capital por donde se paseó el Gran Morelos, en el sentido de que efectivamente Chilpancingo y Acapulco están peor que nunca, y no sólo lo digo yo sino el común de los ciudadanos y habitantes de estas dos ciudades.
Qué ha pasado para que Chilpancingo se haya convertido en un muladar y Acapulco en una gallina desplumada que ya no da huevos de oro o se ha convertido en una joya devaluada que ninguna corona la quiere portar.
Todos los problemas sociales, económicos, culturales, políticos y hasta religiosos, inseguridad, desempleo, desorganizaciones, desorden, suciedad, corrupción, conformismo, malos gobernantes, empresarios, políticos, maestros, servidores públicos, etc., etc. y etc.
El problema de Chilpancingo y Acapulco es uno solo: han sido gobernados sistemática y continuamente por malos políticos, desde gobernadores, presidentes municipales, pasando por regidores, diputados locales, federales y síndicos; malos liderazgos pues.
Lo malo es que la gente, la ciudadanía ha votado por quien los ha gobernado, por esos malos gobernantes que han dejado a Chilpancingo y Acapulco en los últimos lugares como lugares para vivir.
Ya basta, Chilpancingo y Acapulco no han sido gobernados con enfoque de desarrollo sino con ocurrencias y decisiones dictadorcillas, caprichos y sin una verdadera cultura de organización, tenemos que fijarnos bien en la próxima elección, ya no más ignorantes de la política que ocultan o superan sus ambiciones de poder e ignorancia con las despensas y migajas que en precampaña se la pasan lucrando con las necesidades de la gente pobre.
Acapulco y Chilpancingo tienen que estar en manos de gente diferente, ya no más políticos ambiciosos y poco capaces, requieren de ciudadanos con vocación política, que quieran trabajar por el desarrollo y no por el siguiente puesto de elección popular. Rescatemos a Acapulco y Chilpancingo.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A nuestra selección que si le echan ganillas y le ganan a Croacia soy capaz de cortarme hasta las patillas.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la raza, a los que quieren y aman el futbol que desde aquí les mandamos una porra a la selección: México México, ra-ra-ra, vamos muchachos!

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