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Asisten más de 5 mil a la procesión del Viernes Santo en Atoyac

* La marcha religiosa está dedicada al dolor maternal de la Virgen * Este año el nuevo párroco cambió la imagen del Jesús del Santo Entierro por la del Nazareno

Francisco Magaña, corresponsal, Atoyac de Álvarez * Participan más de cinco mil católicos en la escenificación del encuentro de Jesús y la Virgen María, tradición que se celebra el Viernes Santo desde hace aproximadamente 80 años en esta ciudad cafetalera.

Después de la polémica sustitución de la imagen de Cristo Crucificado, del Santo Entierro, por  la imagen del Nazareno; cambio promovido por el nuevo párroco de la iglesia católica de Santa María de la Asunción, se celebró una de las escenificaciones más sorprendentes de la comunidad católica de la ciudad de Atoyac, en la cual se representa el encuentro de la Virgen María con Jesús de Nazaret rumbo a su crucifixión.

Desde muy temprano, las calles por donde va a pasar la procesión de la imagen de la Virgen María y Jesucristo, por separado, son barridas y arregladas por los vecinos. En esas calles se acomodan las personas para presenciar el paso de las imágenes.

Esta particular tradición intensificada de fe y penitencia del municipio de Atoyac, se inicia con el peregrinar de la Virgen María que sale en una procesión del Arco de la ciudad, en busca de Jesús. En cambio Jesucristo, cargando la cruz para ser crucificado, sale de la iglesia  a las 12 del día para recorrer la avenida principal acompañado con música de tambor y flauta de carrizo.

En su trayecto, escoltan al crucificado 40 vírgenes y varios niños vestidos de angelitos por sus padres, como pago de una manda por algún favor concedido. La imagen de Jesús, posteriormente se encuentra con la de la Virgen María.

Las imágenes de la iglesia, son cargadas en un templete por seis hombres cada una, ellos recorren durante la procesión aproximadamente 600 metros y se juntan en la loma de la colonia Sonora.

Este pasaje bíblico se expone para motivar el encuentro fraternal y estar en paz con Dios; se expresa en esta escena el dolor de María quien sale de la multitud para encontrarse con Jesús y muestra el dolor de perder a un hijo.

Al momento del encuentro, sorprendentemente, la multitud guarda silencio para presenciar esta emotiva escena en que la Virgen besa a Jesucristo antes de que sea crucificado.

Esta tradicional festividad de la comunidad católica atoyaquense, es inmortalizada por un gran numero de estudiantes y visitantes que van fotografiando diversas escenas de la impresionante marcha.

Por cierto que ningún participante o espectador de esta marcha puede llevar cubierta la cabeza porque los fariseos, personajes masculinos que portan una vara que produce singular silbido, se encargarán de recordárselo a todos aquellos que estén cerca de la imagen y pretendan caminar con ellas con la cabeza cubierta.

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