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El pintor es como el campesino, primero siembra y tiempo después cosecha: Casiano

* El artista huhueteco se reconoce como autodidacta y dueño de un estilo único

 Carlos F. Ortiz * El pintor Casiano García inaugurará mañana en la Casa de la Cultura de Acapulco su exposición plástica Luces surianas, muestra que consta de 25 obras, de las cuales la mayoría forma parte de su colección privada.

El pintor nacido en Huehuetán, pueblo de la Costa Chica, lleva 29 años en el mundo de la plástica y encontró en el trabajo y la observación la base del aprendizaje de otros artistas.

En entrevista para El Sur, Casiano habla de su labor que lo ha convertido en uno de los pocos artistas hechos en el puerto con una trayectoria internacional.

–¿Cuantos años lleva pintando?

–Empecé a pintar en 1973, de manera autodidacta, me juntaba con un grupo de artistas en el puerto, los observaba pintar y de ahí agarré el gusto.

–¿Quiénes eran?

–Abraham Ramírez e Ignacio Vargas entre otros que se juntaban a pintar.

–¿En que se inspira al pintar?

–No me inspiro, el trabajo es mi inspiración.

–¿Qué representa la pintura para Casiano?

–Es un medio para comunicarse con los demás, de cómo el humano puede desarrollarse, es un acto de expresión.

–¿Quiénes fueron sus maestros?

–No tuve un maestro en particular, aprendí con muchos pintores cosas como la proporción, la perspectiva, algo de historia del arte y las técnicas; no tuve concretamente un maestro.

–¿Cómo aprendió a pintar?

–Aprendí observando, a veces me acercaba a un pintor francés que pintaba retrato y luego a un inglés y los observaba como pintaban.

–¿Algún pintor guerrerense?

–Veía cómo pintaba Benigno Vargas, como mezclaba los colores, pero no tengo un maestro, fui tomando de muchos pintores.

–Ninguno trató de enseñarle…

–No, sólo me daban consejos; uno de ellos fue Miguel Chávez.

La obra de Casiano es una visión de su Huehuetán, lugar que le sirvió de modelo para su trabajo plástico; sus temas son personajes comunes del lugar, mujeres cargando ollas de barro campesinos y gente del campo, aunque el símbolo distintivo de su obra son las flores.

El universo floral de la pintura de Casiano es su leit motiv. La belleza de la luminosidad y colorido con que lo plasma lo mismo le ha valido el reconocimiento que las críticas.

–¿Por qué las flores como tema de su obra?

–Las flores son porque antes de que yo comenzar a pintar un amigo pintor me dijo que un artista debe de buscar su estilo, así que regresé a mi hogar y me reencontré con el campo; de ahí tomé las ideas y los temas de mi obra, le doy a los campos más vida para que sean agradables.

–Así encontró su estilo, que es diferente

–Es diferente y reconocido en México y en otros países.

–¿Por qué su obra es diferente?

–Es diferente a todos los artistas por que soy autodidacta; hubo pintores que me invitaban a tomar clases, pero un amigo me aconsejó que no asistiera, ya que yo tenía mi propio estilo.

–Es difícil contar con un estilo propio…

–Sí, ya que se tiene que rayar y pintar muchas telas, para que al final se encuentre algo; se tienen que ver muchos libros de pintores, para tratar de no pintar lo que está hecho, por que cuando uno comienza a copiar se ve como un simple copiador.

–¿Cómo define su estilo?

–Es impresionismo pero yo le digo expresionismo, porque expresa la forma de cómo se vive en el campo.

–¿Qué corriente plástica le atrae más?

–A mi me gustan todas las corrientes del arte, tanto la surrealista, expresionista, el cubismo, ya que todas las corrientes trabajan con los colores en diferentes temas.

¿Qué se necesita para crear una obra plástica?

– Hay conocer la combinación de colores.

–¿Qué es para Casiano pintar?

–Pintar es poder expresar lo que siento en el interior, lo que puedo captar de la naturaleza y disfrutarla, es convivir con la naturaleza y con la humanidad.

Las dificultades para Casiano se encontraron en la necesidad de búsqueda, durante 19 años su vida de artista lo llevo de andar en los parques vendiendo su trabajo. A pesar de ellas hoy es un pintor que vive de su trabajo y se encuentra satisfecho montando exposiciones y presentando su obra que es fruto de su trabajo y su esfuerzo.

–¿Cómo es su vida de artista plástico?

–Mi vida es pacífica, tranquila, me siento feliz.

–Pero antes tuvo que sufrir…

–Al principio, fue muy difícil, los primeros 19 años fueron dificultosos; en los 10 primeros años pintaba y vendía mi obra en plazas, a veces el viento o la lluvia me dañaba mis pinturas, los otros 9 tuve mi primer representante, quien me explotaba demasiado; con el tiempo me di cuenta que hay que controlarse para disfrutar el trabajo.

–¿Cómo ha ido evolucionando como pintor?

–Tengo tres periodos; el primer periodo fue el de batallar con el color, sufrir y estar en los parques.

Mi segundo periodo fue cuando conocí a mi representante, quien se quería quedar con las ganancias de la venta de mi trabajo.

En el tercer periodo empecé a cosechar el trabajo de los primeros 19 terribles años.

–Cosechó lo que sembró, como en el campo.

–Sí, igualito, ya que primero hay que tumbar el bosque y limpiar la tierra, luego sembrar y luego al final cosechar, aunque a veces en la vida no se cosecha nada.

–¿Vive de la pintura?

–Yo vivo de la pintura, pero uno necesita saberse guiar, es una profesión muy difícil, es por eso que a los artistas les llaman muertos de hambre, porque luego andan por ahí cambiando un cuadro por algo de comida.

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