Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Xavier Carreto A.

Voltear los ojos al PAN

 Han concluido los procesos internos con los cuales los tres principales partidos políticos de nuestro país renovaron sus dirigencias nacionales. Me parece que es un buen momento para evaluar y comparar características, participantes y los resultados de estos eventos, tanto en el ámbito nacional como en nuestra entidad.

El primero de ellos tuvo lugar el 24 de febrero, Roberto Madrazo Pintado y Beatriz Paredes Rangel se disputaron la Presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional. La característica principal de la elección priísta fue el cúmulo de trampas y mañas que usaron, muy similares a la que siempre han utilizado para ganar procesos electorales constitucionales, sólo que en esta ocasión aplicadas entre ellos mismos. El ganador, por un escaso margen, resultó ser quien mejor ha practicado los chanchullos: Roberto Madrazo.

El arsenal de trampas empleadas fueron tantas y de gran tamaño que María de los Angeles Moreno, ex presidenta nacional, expresó que se había pasado de la mapachería al crimen organizado.

Destacaron en este duelo de asquerosidades los gobernadores de Oaxaca, estado de México y Tabasco. Un dato fue ampliamente confirmado, que en ausencia de los dueños del partido, los ex presidentes de la República priístas, ahora son los gobernadores quienes se han apropiado de éste y lo utilizan para su beneficio.

Los resultados están a la vista, ganó el candidato que el mandatario estatal priísta quiso, en Guerrero, por ejemplo, triunfó Madrazo, pues así lo dispuso el licenciado René Juárez.

El uso que del PRI hace el Ejecutivo estatal está ampliamente documentado, según lo han denunciado los propios priístas. Ahora que en nuestra entidad se vive el proceso de selección a cargos de elección popular, Héctor Manuel Popoca, secretario de Desarrollo Rural dijo que el reparto de candidaturas a presidentes municipales y a diputados locales lo viene haciendo el gobernador y los ex gobernadores Aguirre y Figueroa; asimismo, Popoca Boone manifestó que en las elecciones locales a realizarse en octubre próximo, el PRI continuará con la práctica de conseguir los votos a través del reparto de dádivas y prebendas, obviamente con recursos del erario público. Por su parte, Alvaro Reyes renunció al puesto de delegado del Gobierno del estado en la región de La Montaña, inconforme porque el gobernador Juárez quiere imponer candidatos en esa parte del territorio estatal.

Pasando a la elección de dirigentes en el Partido Acción Nacional, esta tuvo lugar en la sede nacional del PAN, el 9 de marzo. El ganador fue Luis Felipe Bravo Mena, quien repite en el liderazgo. Fue una elección civilizada, aterciopelada, diría Miguel Angel Granados. Apegada a sus estatutos como se viene haciendo desde hace 53 años. No es como lo advierte Fernando Donoso, presidente del Frente Cívico de Acapulco, de espaldas a sus bases. El voto del presidente Vicente Fox, sólo es uno más de los 279 sufragios emitidos por igual número de consejeros nacionales.

Si este procedimiento les ha dado buenos resultados a los panistas, a través de la democracia representativa como los mexicanos lo hacemos  por medio del Congreso de la Unión, de los congresos locales, de los cabildos; no vemos por qué tenga que modificarse ahora que el PAN es el partido en el gobierno. Dicho método de elección fue ratificado, como se recuerda, el pasado 8 y 9 de diciembre del 2001, por más de tres mil delegados de todo el país, que asistieron a la décima tercer Asamblea Nacional Extraordinaria, efectuada en Querétaro.

Es, por otro lado, la elección de dirigentes, un tema que sólo concierne a los miembros de cada partido. Si lo hacen con acierto o no, es algo que los ciudadanos lo expresarán cuando acudan a las urnas. El PAN es, asimismo, una organización política seria que aplica con rigor sus estatutos como recientemente ha ocurrido con la suspensión temporal por 18 meses de su regidor Guillermo Cisneros Chegüe y la expulsión definitiva del también edil, en el Cabildo de Acapulco, José Luis Odriozola. Muy rigurosa la expulsión de Odriozola, pero apegada a los documentos que los rigen.

Finalmente, la elección interna que tuvo lugar en el Partido de la Revolución Democrática, el 17 de marzo último, fue la reiteración de que, después de casi trece años de fundado, este partido continúa siendo un ente desorganizado y por lo mismo poco confiable para la sociedad mexicana.

A más de cinco días de realizados sus comicios no se tienen los resultados, pues dado el cúmulo de irregularidades es muy probable que el proceso se anule. La historia de sus procesos internos desorganizados es una constante que le ha costado mucho al llamado partido del sol azteca.

El Servicio Electoral, principal órgano de la elección interna del PRD, aún no tiene las actas de escrutinio final de las principales entidades con militancia perredista: estado de México, Distrito Federal, Michoacán, Tabasco, Guerrero, lo cual ha llevado a decir a su presidente Arnoldo Vizcaíno que presentaría su renuncia si alguna de las planillas participantes contará con un acta que él no hubiera recibido antes de las siete de la noche y que tuviera el acuse de recibo del órgano que encabeza (Reforma, página 13, marzo 22, 2002).

Recordemos que sus comicios internos que tuvieron lugar en marzo de 1999 –que tomó a los perredistas guerrerenses en pleno éxodo a la ciudad de México para protestar por el fraude electoral que tiene colocado al licenciado René Juárez en la gubernatura–, impidió, no es exagerado decirlo, que su candidato a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas, no ganará las elecciones del 2 de julio del 2000; y perdieran, en la misma elección, más de la mitad de las diputaciones federales con las que contaban.

La lección perredista en Guerrero fue tan desorganizada que miembros tan prominentes como la senadora Leticia Burgos y los precandidatos a la alcaldía de Acapulco, no sufragaran el pasado domingo, por no encontrarse en el padrón o por no haberse instalado la casilla en donde les correspondía emitir su voto.

Los perredistas guerrerenses están entrampados, al igual que muchos otros en el resto del país, ya que hay incertidumbre en quienes deben ser sus dirigentes y esto, aunque ellos digan lo contrario, les afecta en sus propósitos de ofrecerle a la ciudadanía un partido organizado y confiable para gobernar.

Vistos los resultados de los tres procesos internos, el único partido serio, organizado, responsable y, por lo mismo, confiable, es el Partido Acción Nacional, a donde deben voltear a ver los guerrerenses.

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