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No estaba ayer el retén de la Policía Comunitaria en La Concepción; el Cecop espera noticias sobre su vocero

*Vecinos contrarios a Marco Antonio Suástegui en esa comunidad dicen que los comunitarios son hostiles. Los acusan de la suspensión de las elecciones de comisario el domingo pasado. Soldados y policías mantienen la viglancia a los pozos de captación de agua para la ciudad de Acapulco

 

Karla Galarce Sosa

Apenas 13 mujeres y seis policías comunitarios –identificados por las playeras verde olivo que portaban– se concentraron frente a la casa muestra de la comunidad La Concepción, donde vecinos del lugar señalaron que mantienen una actitud hostil desde la detención del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz.
Vecinos que hablaron ayer con esta reportera  dijeron que temen por su vida, así como por la de quienes participaron en la contienda pasada para comisario municipal, pues coincidieron en que los tiros que provocaron la anulación de las elecciones del domingo pasado, salieron de las armas de la gente afín a la planilla Verde que iba perdiendo, y que es de “la gente de Suástegui Muñoz”.
En el pozo de captación Papagayo I, se observó vigilancia de policías estatales desde la carretera que comunica los poblados de La Concepción y Agua Caliente, en los Bienes Comunales de Cacahuatepec; y dentro de las instalaciones de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), cerca del río Papagayo, había un campamento de soldados del Ejército con patrullas. También se observó a tres grupos que no superaban los diez policías cada uno, instalados en las torres de vigilancia, al otro lado del río, así como un par de patrullas con ocho policías del gobierno estatal que instalaron un filtro de revisión sobre la carretera.
En La Concepción, donde se reúnen los integrantes del Cecop, durante el recorrido que este medio hizo ayer después del mediodía, se observó que no fueron instalados los retenes que la Policía Comunitaria realizaba en las entradas de ese poblado, desde que ésta se conformó hace unos meses.
Esta reportera y el fotógrafo de El Sur se acercaron para pedir información acerca de algún tipo de movilización del Cecop o de la Policía Comunitaria, y un policía dijo: “no estamos dando información a la prensa, espero lo comprendan”. Se solicitó también saber dónde podríamos localizar al comisario, Felipe Mechor Pablo, y el mismo policía añadió: “pues yo digo que tampoco lo busquen”.
Añadió: “nosotros estamos esperando a tener noticias de los abogados”. Cuando se le preguntó por qué no debíamos buscar al comisario del pueblo, no respondió nada y dejamos ese lugar.
En una caminata por el poblado, se percibió un lugar tranquilo, con poco tránsito de vehículos y en cambio personas, la mayoría mujeres, acarreando agua, caminando sobre el asfalto o pastoreando a los animales; los niños saliendo de la escuela y los jóvenes caminando rumbo a sus casas; hombres trabajando y los campesinos trabajando en sus tierras.
Desde la entrada se observa una manta rasgada en la cual aún se lee sobre la tela hecha girones: “territorio comunitario”.
El señor Ananías Melchor Cruz, quien encabezó la planilla Naranja en las pasadas elecciones, aseguró que la gente de la planilla Verde, ha defendido desde el principio los abusos de la Policía Comunitaria, pero que sólo son personas que se “compraron playeritas, que ahora portan armas, detienen a quienes pasan, pero que no son “avalados por la ley”.
Pidió que La Marina, el Ejército o la Policía Estatal se encarguen de la vigilancia de su poblado, pues se dijo desconfiado de la gente que sólo hace “detenciones arbitrarias”.
Una mujer que despachaba su tienda en la carretera, y que no quiso proporcionar su nombre, dijo que al principio de la conformación del Cecop, sus integrantes y sus voceros parecían “buenas personas”, pero que conforme pasaron los años, los trámites que debían hacer y la cantidad de firmas que dieron en cada asamblea, la fueron desanimando porque nunca hubo beneficios, y en cambio debía ir a cada acto convocada por ellos, por lo que dejó de participar. Consideró una “mala actuación” de los comunitarios desde que se establecieron en ese poblado y aseguró que los habitantes de La Concepción se sienten “amenazados”.
“Cuando hacían una detención, llevaban amarrados a los detenidos, los golpeaban muy feo y hasta les apagaban los cigarros en la piel, andaban paseándolos de un lado a otro”, comentó.
Un peón, quien abordó a los reporteros luego de que fue a la parte más alta del poblado para hablar por teléfono, porque según esa era la única área donde tenían señal los celulares, comentó que el lugar se había puesto “difícil en los últimos días”. Dijo que los policías comunitarios “detenían arbitrariamente a cualquiera sin siquiera saber si eran o no vecinos, trabajadores o maestros”.
En el recorrido, hubo escasez de transporte público, según comentaron vecinos del pueblo, que llenaban todas las camionetas de pasajeros con rumbo a Acapulco.
Los integrantes del Cecop informaron que el próximo domingo habría samblea “como siempre”.

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