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Rosario Herrera

Las elecciones del PRD

En días pasados acaparó la atención en los medios el llamado que hizo Martín Mora a Hermilo Mejía (candidatos a presidente estatal del PRD) para debatir sobre el orden que propone para el PRD contra su slogan de campaña “mi corazón late a la izquierda”. La propuesta fue buena, pero considero que el tema de debate no fue el apropiado porque de haberse realizado no existían posibilidades reales de profundizar en propuestas. Creo que más bien era una provocación para descalificar a Mejía y evidenciar la ignorancia del otro con relación al significado del orden.

La Real Academia de la Lengua Española define el orden como la colocación de las cosas en el lugar que respectivamente les corresponde. Hermilo desde su inicio de campaña planteó cinco estrategias fundamentales: unidad, institucionalidad, organización, capacitación política y legalidad. Entender a Mejía en el contexto del orden y su relación con estos cinco ejes es bastante claro en su discurso del 13 de febrero con que arrancó su campaña. Propuso que la unidad sea el llamado a evitar fisuras, ordenar las filas del PRD y dar paso a una etapa de reconciliación. Martín Mora mal interpretó lo de ordenar las filas; el orden en la unidad implica una etapa de reconciliación política de todas las fuerzas para la consolidación del partido; el concepto de orden es un elemento político que hoy Hermilo Mejía introduce en Guerrero, y que es sumamente necesario retomarlo y debatirlo. Es obvio que no estamos en una escuela, y mucho menos tradicional y positivista, donde predomina el autoritarismo. En el argot político del PRD hemos escuchado la palabra cerrar filas, y el término ha connotado llamados a la unidad, y hasta ahorita nadie se ha escandalizado, por el contrario, muchos y muchas hemos respondido al llamado, sin embargo, ya no basta con cerrar filas, ahora deben de ser ordenadas, es decir, colocar la unidad en su justo lugar. La unidad no puede ni debe ser coyuntural, si no una práctica en el PRD, como dice Rosario Robles “unidad en la acción”.

La institucionalidad con orden, dice Hermilo, “será nuestro modo de actuar, pues a fuerza de cumplir con nuestras normas le concederemos mayor peso a las decisiones del partido que a las decisiones de corriente. Será la nuestra una dirigencia para todos, una dirigencia colectiva, una dirigencia que defienda a la militancia con toda su fuerza moral, pero también una dirigencia que no tolere ninguna acción violatoria del estatuto.

“Fomentaremos una cultura de respeto a las instancias del partido, para que inspiremos orden, certidumbre y disciplina”. ¿No necesitamos una institucionalidad con orden? En el PRD se ha mal interpretado por algunas gentes lo que es democracia e institucionalidad, por su práctica política denota la libertad de hacer cada quien lo que quiera, y esto significa la anarquía pura.

La organización con orden implica el acercamiento y la comunicación entre las instancias del partido, con una estructura que permita generar los movimientos para cumplir con el programa del PRD, esta organización requiere de esquemas muy claros de funcionalidad política y hasta técnica.

Hermilo considera que la organización y la formación política deben ser las tareas sustantivas del partido. Impulsar la formación política en orden es crear las escuelas de capacitación para formar nuevos cuadros y un nuevo perfil de partido.

La legalidad fue un tema de debate entre la actual dirigencia, existían dos posiciones, avalar las invasiones, tomas de tierra, plantones, etcétera, con el argumento de que esta lucha social le dio vida al PRD; o apegarse al Estado de derecho respetando los intereses o derechos de terceros y el bien común y encontrar los puntos de equilibrio entre la justicia y la legalidad. Finalmente nos pronunciamos por la legalidad porque este partido tiene que ser serio y responsable, sin renunciar a la lucha de los más necesitados, por los cauces legales.

La defensa de la legalidad conviene a todos, generar una cultura de su defensa requiere de promoción, es una oportunidad que se le presenta al PRD porque en Guerrero existe una tendencia muy marcada hacia la denuncia por toda la serie de atropellos que vivimos los ciudadanos en este estado con la impartición de justicia en los tres poderes de Gobierno. Dice Hermilo Mejía: “Guerrero aspira a la legalidad, a la democracia, a la justicia, y al cambio. El PRD debe ser el instrumento que haga posibles estos anhelos”.

No dudo que Martín Mora tenga también algunas propuestas, pero es evidente que no las concibe con el orden que Hermilo plantea, y sería un error de su parte entenderlas al estilo de Porfirio Díaz. Su slogan de campaña lo basó en una frase: “Mi corazón late a la izquierda” que dice mucho y dice nada, pues a todos los seres humanos en este planeta nos late a la izquierda, gente con partido y sin partido, y al final de cuentas ni la gente ni la militancia del PRD se guía por los latidos del corazón, sino por sus principios y por su ideología, y hay a quienes el corazón les late a la izquierda pero son de derecha, y el latido no es lo fundamental. Si su campaña la hubiera enfocado más a sus propuestas que a la descalificación, centraríamos más la atención del debate, y tendríamos mucho de que hablar, hubiese sido más productivo.

El PRD está obligado a generar confianza a la ciudadanía, certidumbre de que es un partido de izquierda, y que seguirá defendiendo las causas justas de los guerrerenses.

Rafael Segovia afirmó en 1994 que los partidos estaban lejos de la nueva cultura política, porque “se han distanciado día tras día de nuestra forma de comportamiento cívico, a riesgo de que los electores hartos de los juegos cerrados de los clanes políticos regresen a la abstención y a la indiferencia”.

Los perredistas necesitamos erradicar la cultura de la descalificación; la diatriba no daña la imagen de uno sino la de todos; la técnica del rumor puede ser una buena estrategia interna para ganar adeptos, pero mala como para perder las elecciones constitucionales. Juzgue la militancia del PRD con un voto razonado, y haga valer sus derechos estatutarios y defina cuál es su mejor opción para la dirigencia estatal el próximo 17 de marzo.

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