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Monterrey, bicampeón de la Concachampions

DPA

Torreón

El Monterrey se consagró por segundo año consecutivo campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf tras vencer al Santos Laguna en una final mexicana.
Pese a caer ayer 2-1, Monterrey se impuso por un marcador global de 3-2, gracias a la victoria por 2-0 obtenida la semana pasada como local.
Un decisivo tanto del argentino Neri Cardozo al minuto 81 dio al Monterrey el bicampeonato del certamen regional y el derecho de representar a la Concacaf en el Mundial de Clubes de Japón.
Santos se quedó a un paso de ganar el título al adelantarse con los tantos del internacional argentino Daniel Ludueña al 45’ y Oribe Peralta al 50’ del cotejo disputado en el estadio TSM de Torreón.
En el primer tiempo, Santos Laguna, dirigido por Benjamín Galindo, aportó profundidad, variantes ofensivas y dominio territorial ante un rival que trató de jugar con su estilo de toque, con jugadas veloces por los extremos y rapidez en el contragolpe.
El arquero Jonathan Orozco, la figura del partido, atajó en esa etapa fuertes disparos del colombiano Carlos Quintero, uno dentro del área del ecuatoriano Christian Suárez, dos de Peralta y uno de Iván Estrada.
Al final de la primera mitad del cotejo, la apuesta del once santista de sofocar al rival en los tres cuartos de la cancha le dio dividendos cuando Ludueña aprovechó una pared y en los linderos del área disparó de media vuelta al ángulo, para vencer a Orozco al 45’.
Monterrey, comandado por Víctor Manuel Vucetich, adelantó líneas en el inicio del segundo tiempo y trató de atacar por el lado derecho con Angel Reyna y con el argentino César Delgado cargado hacia el centro de la cancha.
Santos entonces jugó al contragolpe y gracias a una jugada individual de Quintero y un balón perdido dentro del área, Peralta llegó de frente y fusiló a Orozco, por el 2-0 que empataba el global 2-2 al 50’.
Al 58’, el arquero de Rayados evitó el tercer tanto santista, al salir y desviar el balón cuando Suárez se perfilaba para disparar en el área.
Monterrey comenzó a tejer una serie de jugadas, entre ellas una personal de César Delgado, quien sacó un tiro cruzado que pasó a centímetros del poste izquierdo del arco de Oswaldo Sánchez.
El conjunto visitante recuperó así el dominio de la pelota y en su primer disparo del cotejo el recién ingresado Walter Ayoví, quien entró por Reyna, sacó un fuerte tiro que pasó cerca del travesaño.
El gol del título llegaría al 81’ con una dosis de suerte. Tras una pared larga con Ayoví, Cardozo pateó con potencia y el balón fue desviado ligeramente por un defensor para incrustrarse en la red. Era el 2-1 que le daba a Monterrey la ventaja en el global 3-2.
No hubo tiempo para una reacción. El tanto de Cardozo enfrió las aspiraciones santistas y le dio a Monterrey el segundo título consecutivo y la posibilidad de representar a la Confederación de Futbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) en el Mundial de Clubes.

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