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Niega la Sedena que militares hayan detenido y torturado a tres mixtecos

* La CNDH dio a conocer a los indígenas afectados la respuesta de las autoridades del Ejército a la denuncia por las violaciones a los derechos humanos cometidas el 18 de septiembre de 2001 * Les pide que presentan más pruebas para “corroborar sus afirmaciones”

La Secretaría de la Defensa nacional negó que militares del 48 Batallón de Infantería con sede en Cruz Grande hayan torturado a cuatro campesinos mixtecos en la comunidad de Roca Colorada, municipio de Ayutla, el 18 de septiembre de 2001, informó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en respuesta a una queja que presentaron los afectados.

Ante la respuesta de la Sedena, la CNDH dio diez días de plazo a los campesinos que presentaron la queja para presentar más pruebas, y si no lo hacen el caso será enviado al archivo “por falta de interés”.

En el oficio que los campesinos de Roca Colorada conocieron el 1 de marzo, la CNDH informa que para integrar el expediente de la queja solicitó informes sobre los hechos al procurador general de Justicia Militar, general Jaime Antonio López Portillo Robles Gil. También pidió informes al presidente municipal de Ayutla, Fortino Caballero Villalobos, ante la posible participación de policías preventivos municipales en los hechos, lo que negó el alcalde.

La respuesta de la Sedena a la CNDH dice que “en ningún momento fueron detenidas las personas que se mencionan en el escrito de queja y en consecuencia mucho menos fueron agredidas físicamente”.

Los campesinos Raúl, Luis y Mariano Lucas Lucía, y Juan Alejandro García informaron que el 18 de septiembre de 2001 tropas del 48 Batallón de infantería del Ejército entraron con violencia a Roca Colorada, en la región mixteca de Ayutla, supuestamente buscando presuntos guerrilleros del EPR.

Los militares llegaron a las casas de los hermanos Lucas Lucía, las rodearon con las armas en posición de disparar, interrogaron a los niños, asustaron a las mujeres, y se llevaron a interrogar al monte, por separado, a los hermanos Raúl, Mariano y Luis Lucas Lucía, y a su cuñado, Juan Alejandro García.

Raúl, Mariano y Juan fueron golpeados a culatazos y con el cañón de las armas durante los interrogatorios.

Raúl Lucas Lucía informó a los medios que cuando lo interrogaban, un capitán del Ejército que no se identificó le dijo: “La mayoría de los indígenas son encapuchados”.

La comunidad de Roca Colorada se encuentra en la región mixteca de Ayutla de los Libres, en la ruta que va hacia El Charco, donde el 7 de junio de 1998 tropas del Ejército cometieron la masacre de 11 indígenas, que pertenecían a la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos Tlapanecos, a la que también pertenece la comunidad de Roca Colorada.

Raúl Lucas relató: “Primero se llevaron a mi hermano, y yo le dije al militar: porqué se lo llevan así. Me preguntó: Tú cómo te llamas.

–Raúl.

–A pues también tú vienes para acá.

“Y me agarran de la camisa y me llevan. Dijo: De seguro que aquí llega el EPR, y llega gente armada.

“Y en eso ya tenían cercada la casa, apuntando por todos lados, y querían meterse y se fijaron para adentro desde la puerta. Me dijeron que llevaban orden de cateo, y les dije que me la enseñaran. Y que no. Me pidieron credenciales. Y que me llevaban en una lista”.

Raúl Lucas, que es policía comunitario, lo mismo que sus hermanos, dijo que lo llevaron ante un mayor del Ejército, y otros soldados revisaban los montes de los alrededores, y encontraron unas cuevas y sobre una piedra un documento, según ellos del EPR, pero que el campesino detenido nunca vio.

“Cando encontraron el documento falso y las cuevas me secuestraron y me golpearon.

“El otro capitán dijo que mejor me iba a matar, y me pone el fusil en la cara. Yo le dije: Mátame señor. Me tuvieron como hora y media”.

Luis Lucas Lucía dijo: “Yo fui detenido por el Ejército en mi casa, estaba abrazando un niño, cuando oí sonar las botas por los lados, y cerrojearon y dice: párate ahí, cómo te llamas.

“Entregué a mi niño y me jalaron de la camisa. Se llevaron también a mis hermanos Raúl y Mariano y a mi cuñado.

“Un militar dijo que aquí se encuentra gente desconocida, encapuchados, que tenían informes de que nosotros somos unos encapuchados, y quería que diera las armas”.

La Sedena dijo a la CNDH que las actividades que el 18 de septiembre de 2001 realizaron los militares del Batallón de Cruz Grande en las inmediaciones de Roca Colorada “fueron en aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, no siendo detenidos en ningún momento, además de que las actividades que realizó el personal militar fue a inmediaciones de la referida comunidad, sin tener en ningún momento contacto con los habitantes del lugar”.

Abunda sobre las actividades militares en la zona, y dice que duraron aproximadamente dos horas, y que estuvieron al mando del general Adelfo Castillo López, y que participaron también el agante del Ministerio Público del fuero común, Lenin Campos Hernández, así como tres policías judiciales.

Los militares niegan la información que dieron los campesinos, en relación a que se identificó a un militar con grado de capitán en los hechos relatados, y dicen que “el 18 de septiembre de 2001 no participó personal militar de esa jerarquía”.

Ante la versión de la Sedena, la CNDH pone en duda la información que dieron los campesinos mixtecos de Roca Colorada, y por eso les dice que “es indispensable que aporten mayores elementos de prueba que permitan corroborar sus afirmaciones, a fin de estar en posibilidad de determinar el curso que habrá de seguir la queja”.

Raúl Lucas Lucía informó que buscarán más pruebas de las violaciones a los derechos humanos que cometieron los soldados en su comunidad para enviarlas a la CNDH. (Maribel Gutiérrez)

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