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A pesar de la prohibición, continúa la venta callejera de moluscos bivalvos

* En Puerto Marqués los restauranteros acataron la veda, asegura el dirigente Teodulfo Hernández

Jorge Nava * Aun con la veda de moluscos bivalvos, decretada por la Secretaría de Salud estatal el pasado 28 de febrero, vendedores de mariscos en las calles expenden el producto, en contraste con los restauranteros, como los de Puerto Marqués, donde después de que la dependencia les informó de la prohibición dejaron de vender el producto.

El producto se vende en marisquerías establecidas en las calles Parían, Belisario Domínguez y La Noria. En contraparte, en restaurantes de la Costera y en Puerto Marqués fue retirado de los menús.

En este balneario, el presidente de la Organización de Restauranteros de la Playa Puerto Marqués, Teodulfo Hernández Aguilar, sostuvo que la dependencia estatal informó a su asociación sobre las especies de moluscos bivalvos que están en veda, y precisó que en ese lugar se comercializa el ostión.

“Si las autoridades de salud nos advierten acerca de que determinadas especies están en veda por los niveles de contaminación, lo menos que podemos hacer es dejarlo de vender para que no haya algún problema con el cliente. No podemos poner en riesgo la salud del cliente”, asentó el restaurantero ex presidente de la Canirac.

Teodulfo Aguilar consideró que el decreto de veda de estos productos marinos afecta al gobierno porque se desatan protestas en su contra. A los restauranteros “no nos pega tanto; nos pegaría sí vendiéramos el producto y que un cliente tenga consecuencia y se divulgue; eso sí nos pegaría fuerte”, dijo.

Enfatizó que el menú en los restaurantes de Puerto Marqués es amplio, y el cliente “entiende claramente cuando le decimos que determinado producto no se puede vender, y lo permuta por otro”.

En tanto, en la calle Parían, esquina con Belisario Domínguez, se observó que marisqueros callejeros venden ostiones. Un vendedor que se negó a dar su nombre dijo a El Sur que el producto es de Marquelia.

“No es de aquí, nos trajeron el marisco y nos está costando 40 pesos la docena para que yo la venda a 50 pesos, y trabajamos con la gente de aquí mismo”, indicó.

Dos personas que comían en ese momento ostiones dijeron estar enterados de la veda, y afirmaron que no les ha sucedido nada.

En La Noria, el buzo José Arcenio –quien dijo no estar afiliado a cooperativa pesquera alguna– lamentó el decreto de veda, y aunque aseguró que no comercializa el producto se quejó de que afecta a los pescadores “porque no tenemos en qué ganarnos la vida”.

Aseguró que las autoridades “ponen marea roja a la hora que se les antoja”.

Dijo que él captura pulpo y peces para venderlos a las cantinas de La Noria, aun cuando se observó que donde se le entrevistó había un montón de conchas de ostión fresco. Aseguró que sus clientes conocen del decreto de veda para los moluscos bivalvos y que a pesar de ello los consumen.

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