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Rosario Herrera

Los partidos en la UAG

En estos últimos días se ha abierto el debate sobre la participación de los partidos políticos en la Universidad Autónoma de Guerrero con la declaración hecha por René Lobato Ramírez, presidente estatal del PRD en los medios de comunicación llamando a votar por Rogelio Ortega. Esta situación provocó reacciones inmediatas de los actores que sintieron amenazados sus intereses y pidieron que los partidos no se entrometieran en los asuntos universitarios.

Los siguientes comentarios los hago también como estudiante de la Maestría en Ciencias de la Educación con número de matrícula 9403422, estudios que concluiré una vez que termine el encargo político que ostento.

La autonomía universitaria es relativa, fundamentalmente es de cátedra. El subsidio proviene de los recursos federales y estatales, es decir, depende económicamente del gobierno federal y estatal, es dinero del pueblo. La legislación universitaria no depende directamente de su comunidad, sino que es aprobada directamente por los partidos políticos que están representados en el Congreso del Estado. Este Congreso tiene la obligación de llamar a rendir cuentas a los universitarios y los partidos también tienen la obligación de velar por los intereses de la sociedad.

Los partidos tienen que hacer un llamado al orden en la UAG, para que nadie use los recursos que se han asignado para las tareas sustantivas y sean desviados para otros fines, como el caso de los 25 millones de pesos que el ex rector Hugo Vázquez no comprueba y existe un silencio sepulcral en las autoridades de la UAG, en aras de favorecer la candidatura de Nelson Valle en la alianza con Acción Revolucionaria (AR), y el rector se ha quedado callado ¿va a terminar el periodo sin resolver el problema?

Sería muy riesgoso y se podría repetir la historia, quedaría severamente cuestionado y tendría altos costos políticos porque esos recursos evidentemente no fueron utilizados para las tareas que se llevan a cabo en la UAG, que ocupa uno de los últimos lugares de aprovechamiento en el país y tienen nombre y apellido los responsables. Los universitarios no tenemos porqué pagar los costos, no tiene que ser un estigma el ser egresado de sus escuelas y facultades, tiene que ser una carta de presentación.

Estas cuestiones obligan a que los partidos eviten que la Universidad sea manipulada, que se siga dando el corporativismo, la inducción y la compra venta del voto; esto significa desarrollar una cultura de combate a la corrupción en la Universidad que contribuye al atraso social y a que se sigan reproduciendo estos vicios en los procesos electorales constitucionales.

En el PRD estatal tenemos alrededor de 200 mil afiliados y cuando menos un hijo, amigo o pariente tenemos o estudiamos en la UAG y el llamado es a que se combatan estas prácticas (tan comunes en los caciques que en Guerrero existen) en la Universidad. Más allá de los candidatos está un proyecto de sociedad y de sujetos sociales, y con el mal ejemplo se les orilla a la corrupción.

El asunto no es contra Nelson Valle, sino del proyecto que representa y quien realmente lo impulsa, paradójicamente el que le apoya, Armando Chavarría Barrera, es quien más daño le hace porque atrás se esconde un proyecto personal. La UAG ya no puede resistir ser un coto de poder para negociar cargos de representación popular en el PRD o en cualquier partido.

El problema no puede verse desde el apoyo que pueda dar Félix Salgado Macedonio, René Lobato o Armando Chavarría, sino del proyecto de Universidad que el pueblo reclama. Ya no queremos una Universidad saqueada, corrompida, corporativizada que esté en los últimos lugares con baja eficiencia terminal y que sirva de trampolín político a gente ambiciosa de poder. Quien en lo sucesivo esté al frente de la administración tiene que impulsar pero en serio, la docencia, la investigación y la cultura.

Hay quienes proclaman que la Universidad es de izquierda, pero ¿de qué izquierda hablan, qué lucha social abanderan? ¿Izquierda puede ser aquella que solapa la corrupción (por aquello de los 25 millones de pesos desviados) que manipula, que induce al voto, que corporativiza, que permite el saqueo  del patrimonio universitario?

La universidad de izquierda de los 70 y parte de los 80 apoyaba las luchas populares. Recuerdo la lucha de los universitarios con el Consejo General de Colonias Populares que encabezaba Darvin Batallar para evitar que fueran desalojados los colonos de las partes altas de Acapulco. Esta Universidad formó muchos actores políticos, entre ellos a René Lobato (quien fue el primer consejero universitario de la Escuela de Comunicación) y le tocó participar en estas luchas, y eso le da autoridad moral para hablar como egresado de la UAG y quien hoy lo acusa de figueroísta, no se vio en esas luchas en contra del mismo Figueroa (cuando menos no recuerdo haber visto al profesor Nelson Valle,  que no sé de qué partido es).

Esta Universidad que se dice de izquierda, dónde estuvo cuando el asunto del Fobaproa; del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas y Félix Salgado Macedonio; del incremento al IVA, y ahora a las tarifas eléctricas. Los que estuvieron al frente de la UAG, ¿cuándo impulsaron la lucha por esclarecer el caso de los más de 600 miembros del PRD asesinados, de los cuales cerca de la mitad fueron guerrerenses? ¿Cuándo por defender de la represión a los acapulqueños de los predios de Copacabana (ejido de La Zanja), cuándo al frente por la lucha contra el alza del pasaje, que aprobó el ex gobernador Angel Aguirre Rivero con quien trabajó por cierto el hoy senador Armando Chavarría Barrera y Nelson Valle como secretario? ¿Qué rector en los últimos diez años ha convocado a la lucha social contra la pobreza y la pobreza extrema que se vive en Guerrero? ¿De qué izquierda nos hablan?

Esta Universidad debe transformarse, desarrollarse y fortalecerse. El PRD lo que busca más que nada es el beneficio de los estudiantes para que cuando egresen encuentren espacios en el sector productivo sin tener etiqueta de partido alguno, sino la actitud de trabajar como profesionistas por una sociedad justa y equitativa en donde quepan todos.

El PRD quiere universitarios preparados, eficaces y eficientes que sean reconocidos por las empresas, por las distintas instituciones de gobierno y por la propia sociedad guerrerense.

El rector Florentino Cruz Ramírez aún está a tiempo de rectificar; la Universidad tiene que vivir un proceso democrático, no de palabras ni de dobles discursos; debe ser consecuente con los principios de la izquierda que en un primer momento él defendió. Debe comportarse como lo dice literalmente la palabra rector, sin inclinaciones.

Observemos muy de cerca el proceso y la jornada electoral que se avecina. Reconstruyamos la máxima casa de estudios que debe ser la casa de todos.

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