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Alfredo Arcos Castro

Ultima llamada a la unidad en la UAG

 Aún es tiempo de rescatar a la Universidad Autónoma de Guerrero del monopolio del poder que durante más de dos décadas ha desviado los objetivos centrales de dicha institución de educación superior. Quiero creer en la buena fe de los candidatos opositores al oficialismo. La gran unidad puede ser conquistada. Todavía hay tiempo para ello. La gran unidad entre Rogelio Ortega Martínez y Alberto Salgado Rodríguez flota en el ambiente universitario. Los universitarios responsables la piden; más bien, la exigen. Es preciso erradicar para siempre a los caciques y la corrupción oficial que mucho daño le han hecho a nuestra máxima casa de estudios. Sólo unidos se puede lograr.

Una unión y un pacto académico de gran altura pueden desterrar para siempre el maleficio del sometimiento y romper las cadenas de la manipulación, el gatopardismo y la demagogia de los florentinos, chavarrías y nelsonistas. Sueño con ver esta hazaña realizada, muy deseada por muchos universitarios. Sueño con recobrar la diginidad de los estudiantes, maestros y trabajadores universitarios prostituidos por el autoritarismo oficial y el clientelismo político. Estoy ávido de festejos y luces que griten al estado de Guerrero que por fin se ha producido en el seno de mi universidad el verdadero cambio académico y la democracia por tanto tiempo esperados, en mi caso.

Aún hay tiempo; apostemos a la gran unidad. Temo que este llamado no se tome en cuenta; que se mantenga el monopolio político y persista la rutina autoritaria en la rectoría. Me irritan los personalismos a ultranza y el poder por el poder; el humor cínico con que aceptamos el pragmatismo, la corrupción, la simulación, la demagogia y el fraude que con eficacia están haciendo los que hoy gobiernan a la Universidad. Me decepciona el camaleonismo que hoy impera en nuestra institución como estilo de vida, las negociaciones por encima o debajo de la ley con agendas ultrasecretas y los supuestos diálogos que no son más que simples monólogos de poder. Creo que hoy podemos renunciar a todas estas conductas perniciosas y mezquinas. Deseo pensar que podemos revivir el heroísmo para enfrentar este cochinero; debemos confiar en los estudiantes y los maestros para lograr superar la indolencia y trascender lo establecido por el wencismo y sus pupilos desde la década de los setentas.

Rogelio Ortega Martínez, Alberto Salgado Rodríguez: aún hay tiempo para integrar la gran unidad por el verdadero cambio en la UAG. Es el momento histórico de una gran unidad; su atributo es la grandeza porque deberá parirla la heroica renuncia de uno de los contendientes, el que menos presencia tenga en la comunidad universitaria. Sin duda, a estas alturas honestamente tenenemos resultados que nos pueden señalar cuál es el indicado objetivamente.

La finalidad de la gran unidad no es quitarle el poder a quienes hoy gobiernan la universidad y su candidato oficial. Obviamente esto sería una acción estéril; es condición necesaria para abatir el atraso de una comunidad universitaria somnolienta. Los universitarios responsables y honestos se los pide. Más bien se los exige. Por eso estas líneas escritas desde el fondo de mi corazón y fundamentadas en las encuestas realizadas recientemente, que muestran que sólo unidos es posible derrotar al cacicazgo en la universidad. Estoy plenamente seguro que los universitarios y las universitarias concientes favoreceremos el verdadero cambio en la universidad representado por uno de ustedes; votaríamos mayoritariamente por una gran unidad que pudiera garantizarlo.

Rogelio Ortega Martínez, Alberto Salgado Rodríguez: aún hay tiempo, es el tiempo de decidir con firmeza y claridad el futuro de la Universidad; mañana sería demasiado tarde. Ojalá mi petición sea escuchada con humildad y sensatez, valores muy devaluados en nuestra vilipendidada institución.

Al margen: de no lograrse esta gran unidad, convoco fraternalmente a los estudiantes, maestros y trabajadores universitarios para que voten a favor del candidato que de acuerdo con su trabajo, perfil y presencia en la universidad tiene la posibilidad de garantizar el triunfo. Demos a nuestra universidad un voto útil que logre erradicar los cacicazgos representados por Florentino, Chavarría, Nelson, Wences, Marcial, Gabino Olea y Hugo Vázquez. Recordemos que la universidad tiene un fin en si mismo el cual debe valorarse como tal por los universitarios y no ser utilizada como medio para otros fines.

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