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Militares acampados cerca de Barranca Bejuco recibieron orden de alerta

* Después de que se publicó la denuncia de la comunidad sobre la violencia contra una joven me’paa, los mandos militares previnieron a los efectivos más cercanos a la comunidad * En actitud sospechosa, parece que buscan una coartada

Maribel Gutiérrez, enviada, Crucero Mexcaltepec-Caxitepec (segunda parte) * Tropas del 41 Batallón de Infantería estacionadas en este crucero recibieron la orden de “alerta”, ante una posible agresión de la población de Barranca Bejuco, después de que se publicó la denuncia sobre una joven de esa comunidad golpeada y violada por soldados.

El comandante del agrupamiento militar que se encuentra más cerca de Barranca Bejuco informó que recibió esa instrucción el sábado 2 de marzo de sus superiores del 41 Batallón, que pertenece a la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo.

Al militar, que se negó a dar su nombre y grado, y sólo dijo que era el comandante a cargo del agrupamiento, una reportera le preguntó si tenía conocimiento de los hechos denunciados por la comunidad, y dijo que sí: “Nos informaron respecto a una violación por este lado de Barranca Bejuco”.

–¿Cuál fue su reacción? –quiso saber la reportera.

–De sorpresa, porque nosotros acabábamos de llegar apenas, llegamos el primero de marzo.

–¿Cómo les informaron?

–Recibimos una transmisión (por radio) del Batallón, donde nos informan sobre la nota periodística que habla de una mujer violada en Barranca Bejuco. Nos dieron la orden de estar alertas, porque la transmisión decía que podía haber una agresión de la población al personal militar.

–¿Los habitantes del pueblo hablaron de la posible agresión, o fue la interpretación que hacen los mandos militares de la 35 Zona?

–Es lo que dicen en la 35 Zona Militar.

–¿Qué significa estar alertas?

–Estar al pendiente, –dice el militar, que en todo momento con la mano cubre su nombre bordado en la camisa.

El comandante del destacamento tiene pleno conocimiento de la denuncia de la población sobre la agresión a una mujer el 16 de febrero, y al parecer preparó ya una coartada, porque afirma que este agrupamiento llegó a este lugar el viernes 1º de febrero, y por lo tanto ninguno de los efectivos que están ahora aquí serían responsables de los hechos denunciados.

O bien, fueron los jefes militares del 41 Batallón y de la 35 Zona Militar, con sede en la capital del estado, quienes retiraron del área a los soldados agresores, para evadir su responsabilidad después de que la denuncia de la comunidad se envió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al presidente Vicente Fox, a la señora Marta Sahagún y a organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos, por medio de la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos Tlapanecos, con sede en Ayutla de los Libres, a la que pertenece Barranca Bejuco.

Por la actitud evasiva que mostraron, es muy probable que los militares agresores sean parte del agrupamiento que se encuentra aún en el crucero de Caxitepec y Mexcaltepec. Además, cuando no se encontraba el comandante en el retén, uno de los soldados, que no quiso dar su nombre, visiblemente nervioso, dijo el domingo 3 de marzo que llevaban en este lugar aproximadamente un mes, lo que coincide con la denuncia de la comunidad, y contradice la declaración de su comandante.

La actitud del militar y sus soldados fue agresiva contra los representantes de la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos Tlapanecos en el retén. Exigían que se identificaran, y más de 20 efectivos rodearon la camioneta en que viajaban para revisarla, supuestamente en busca de armas, con base en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Cuando la reportera gráfica tomaba fotografías del retén militar y de los soldados que rodeaban a los visitantes, el comandante ordenó a sus subordinados voltear hacia las orilla de la carretera, para dar la espalda a la fotógrafa y tratar de impedir que tomara imágenes de las caras de los soldados.

Antes de que los visitantes se retiraran, mientras el comandante hablaba con los dirigentes, un militar se acercó a un joven indígena de la Organización Independiente, y apuntando con el arma le dijo en tono de amenaza: ¿Qué quieren aquí, qué vienen a buscar?

Aparte de que es el agrupamiento más cercano al lugar donde fue golpeada y violada la joven indígena Valentina Rosendo Cantú, el 16 de febrero, la actitud sospechosa de los militares que están en este crucero contrasta con la de otros destacamentos en la misma región.

Por la brecha de terracería que sube de Ayutla de los Libres a la región tlapaneca de este municipio que continúa en el de Acatepec, el primer retén del Ejército se encuentra cerca de la comunidad de La Hacienda. Aquí, como en todos los retenes, contrario a lo que señala la Constitución, no hay libre tránsito, porque soldados armados detienen el paso de los vehículos y los registran, lo mismo que a los pasajeros, y a los transeúntes a pie.

Pero aquí, el militar a cargo, subteniente de infantería Emilio Legorreta Alvarez, del 48 Batallón de Infantería con sede en Cruz Grande, se identificó, dio su nombre, no obstaculizó el trabajo de las reporteras, y dijo que su labor es para aplicar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y el Plan Canador de combate a la siembra de mariguana y amapola.

Ya en lo alto de La Montaña, cerca de donde nace el río Papagayo, en la comunidad de Caxitepec, municipio de Acatepec, a una hora de camino a pie de Barranca Bejuco, se encuentra otro destacamento del Ejército, del 41 Batallón de Infantería.

El subteniente de infantería Felipe Hernández Cristóbal, se identificó como el comandante del grupo, compuesto por unos 30 efectivos, que está acampado en un hermoso paraje al lado del río rodeado de altísimas montañas verdes, donde establecieron tiendas de campaña y toldos de plástico azul.

Como en todos los puestos militares, en éste no informan del número de efectivos que lo componen, porque dicen que esa es información confidencial.

Cuando los dirigentes de la Organización Independiente de Pueblos Mixtecos Tlapanecos preguntaron a los militares que están junto al río si tienen conocimiento de la agersión a una mujer de Barranca Bejuco, el jefe militar negó la posible participación de este destacamento, dijo que los soldados de su unidad no han salido de esta área, y que están aquí combatiendo la siembra de amapola y mariguana. Sin embargo, mostraron interés o curiosidad por los hechos denunciados.

En cambio, en el crucero Mexcaltepec-Caxitepec aparecen los soldados agresivos, se esconden, no dicen su grado ni su nombre, esconden la cara ante la cámara fotográfica, y tratan de desinformar. Por ejemplo, un militar en el retén dijo el domingo 3 de marzo por la mañana que tiene el grado de sargento segundo del 41 Batallón de Infantería, y que su apellido es Ramírez, cuando en la camisola tenía grabado el nombre A. José G.

También dijo que están en este crucero desde hace un mes, en busca de armas, pero en todo este tiempo no han encontrado una sola, y siempre trató de evitar la cámara fotográfica.

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