Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

* Plan de Desarrollo para la Cuenca del Río Petatlán

La población asentada en la cuenca del río Petatlán es la más rezagada en el conjunto del municipio.

Su parecido con la cuenca del río de Pantla en José Azueta es fundamentalmente en el abandono que viven ambas regiones frente a las del río Coyuquilla y al de La Salitrera en los dos municipios.

Los caminos rurales son recientes y su uso es sólo temporal porque en el periodo de lluvias casi desaparecen en algunos tramos.

En lo que no se parece la población de la cuenca del río de Petatlán a casi ninguna otra región, es el grado de organización que alcanzan los pobladores para enfrentar de manera colectiva los problemas que les son comunes.

Si el camino que va de la cabecera municipal hasta El Zapotillal es reciente, no así las experiencias colectivas en busca del desarrollo.

Frente a la cuenca del río Coyuquilla, para hablar solamente del municipio de Petatlán, la pobreza de esta gente es mayor. La naturaleza ha sido menos generosa con ellos y quizá por eso las diferencias sociales son menos extremosas que aquellos.

Si en alguna parte de la zona rural el tejido social ha sido poco afectado, es en este caso, y una gran parte de las razones se encuentran en la doctrina cristiana que la iglesia católica imparte.

Prácticamente toda la población participa en las actividades religiosas y hasta podríamos decir que en torno a estas gira la vida de las comunidades.

Las organizaciones de base que trabajan en la vertiente productiva son 3 en esta región: la Sociedad de Solidaridad Social, La Botella, y la de Campesinos Unidos para el Progreso.

Hay tres fondos de ahorro y préstamo en El Parazal, El Cuajinicuilar y El Zapotillal, que forman parte de los aparatos financieros que las propias comunidades están construyendo para atender sus necesidades imprevistas pero también para financiar pequeños proyectos productivos.

La Organización Ecologista de la Sierra de Petatlán y de Coyuca de Catalán tiene en esta zona al mayor número de sus miembros y la más enorme vitalidad en cuanto a las acciones a favor de la restauración del bosque y la protección del medio ambiente.

El sábado pasado en El Zapotillal, ejido de La Botella, se efectuó una reunión entre representantes de las comunidades de la zona con los representantes oficiales de la Semarnat, la Sagarpa y el Fonaes. El propósito fue que las dependencias conocieran las demandas de los pobladores y que a cambio informaran de los diferentes programas federales que operarán en el presente año.

Poblados como La Morena, La Calera, Arcelia, Plan de las Flores, Cuajinicuilar, El Parazal, La Botella, La Pasión, El Zapotillal, Canalejas y San José de los Olivos, expusieron sus demandas consensadas, que dan cuenta de sus trabajos, experiencias y propuestas que apuntan al modelo de desarrollo al que aspiran.

Cada pueblo en voz de su representante expuso sus demandas: mejoramiento del camino fue la exigencia común. Quieren un medio de comunicación que funcione todo el año, no por temporadas. Quieren el camino para bajar a un enfermo cuando se trate de una emergencia  y que sirva para que le puedan salvar la vida. Lo necesitan también para sacar sus productos al mercado y para llevar de la ciudad las mercancías que consumen.

La luz eléctrica es también una demanda común que plantearon, porque se sienten con derecho a disfrutar de ése servicio al que no han tenido acceso.

La salud fue una demanda reiterada aunque no haya muchos enfermos. Proponen medidas preventivas pero también curativas. Para ello, dicen, no sólo se requieren casas de salud, sino su equipamiento y el personal calificado para atenderlas.

La educación se presentó como otro reclamo al que no han renunciado. Una escuela secundaria para que se cumpla con el derecho constitucional que asiste a todos los jóvenes.

La vertiente productiva fue quizá lo más interesante porque en esta región, con todo y la falta de comunicación, se produce el café, el arroz, maíz y frijol, pero también se pueden producir flores, hortalizas, frutas, camarones y forrajes.

Los productores de café no cosecharon este año por la baja del precio. Ellos se resisten a cambiar sus cafetales por potreros, quieren y cuidan  sus árboles y están sedientos de información sobre la alternativa del café orgánico.

Hay cuando menos 19 lugares detectados para el cultivo de camarón. Con una experiencia inaudita que lleva 10 años, uno de los promotores de esta iniciativa, Jerónimo Orozco, está produciendo camarones de excelente calidad, para el autoconsumo pero tiene deseos de poder producir para su venta.

Las mujeres tienen dos organizaciones que han iniciado su experiencia en el cultivo de hortalizas aprovechando productivamente el recurso que antes estaba ocioso: el suelo y el agua. En El Parazal, La Botella y El Zapotillal, más de 60 mujeres, amas de casa, trabajan en sus patios. Todas las tardes en convivencia con sus hijos riegan sus huertos, limpian las plantas y van conociendo cada una de ellas.

Doña Celsa Valdovinos ha trasladado a su región toda la experiencia que tuvo como becaria de la Fundación Rockefeller, y con parte de los recursos del programa Alianza para el Campo, está coordinando el cultivo de hortalizas y la cría de gallinas ponedoras.

Pero quizá la proeza más grande sea la que encabeza Marcelo Orozco, promotor de los fondos de ahorro en la zona y coordinador ahora del Plan para el Desarrollo de la Cuenca del Río Petatlán. Aprendió el cultivo de chile criollo y bajo su orientación, desde hace 2 años se ha formado un compacto grupo de productores que en esta temporada producirán más de 40 toneladas, todo orgánico. Hablamos de más de 3 millones de pesos como valor de la producción.

Eso es parte de lo que están haciendo por su cuenta, pues con el apoyo oficial han organizado grupos para la prevención y combate a los incendios, de mejoramiento de suelos y de reforestación así como la producción de abono orgánico.

Para mejorar y elevar la producción reclamaron  asesoría técnica, apoyo para obras de infraestructura, capacitación.

Entre los compromisos de las dependencias quedó establecido el financiamiento de un equipo de técnicos, el apoyo con el programa de subsidios a los cafetaleros, la asesoría a los acuacultores y el impulso a la producción de flores y frutales, la comercialización del chile y la continuidad en los proyectos de restauración del medio, sobre todo de la zona de bosque.

468 ad