Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Martínez Nateras

SAN LUNES

 * El 68

 LA VERDAD PERO TODA. El movimiento del 68 ocupa nuevamente un sitio relevante en la agenda mexicana. El año próximo se cumplirán 35 años de una sucesión de eventos determinantes para la transformación democrática del país. La entrega de los documentos gubernamentales al Archivo General de la Nación aportará una cascada de datos para aproximarse mejor a la realidad de lo ocurrido. La verdad es necesaria para que nuestro país recupere la memoria, sane de heridas muy hondas, para que las autoridades rectifiquen en los métodos y en las formas de gobernar. La verdad es un factor para construir el México democrático, unido en la diversidad y en el pluralismo. Todos quienes participamos, los dirigentes y protagonistas, los encarcelados y perseguidos todos, no sólo los gobernantes de entonces y quienes ocultaron la información tenemos una alta obligación y un compromiso con la nación y con el porvenir.

La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación impone obligaciones a la Procuraduría General de la República en el sentido de investigar si el 2 de octubre hubo o no genocidio. La PGR ha descargado esta misión en la Fiscalía Especial para desaparecidos.

A partir de esta semana los interesados podremos acceder al AGN.

Estimo importante trabajar intensamente para aportar tanto mis conocimientos como para investigar hurgando en los papeles de Lecumberri. Tengo la responsabilidad de reivindicar el papel de los comunistas en el 68 y por supuesto de ofrecer mi testimonio y mis reflexiones.

Desde la óptica del método, el fiscal y todos los interesados deben diferenciar con claridad dos grandes campos. En primer lugar el 68 en su conjunto, con sus antecedentes y prolegómenos; no reducirlo todo al 2 de octubre; los movimientos sociales y el comportamiento del Estado y de los gobiernos ante ellos.

Por otro lado es pertinente entrar al fondo de todo lo relacionado con la guerrilla, con la violencia, las desapariciones, las ejecuciones.

Hablar de guerra es totalmente equivocado. En México no ha existido estado de guerra durante los últimos 50 años. Los grupos guerrilleros que se propusieron la toma del poder mediante las armas –acertados o no– aducían el derecho constitucional a la rebelión. El gobierno nunca suspendió las garantías individuales y jamás declaró el estado interno de guerra, de acuerdo con lo que señala nuestra Constitución Política. Es un desatino conceptual y político, jurídico e histórico hablar de guerra. En México no la hubo ni justa ni injusta, ni sucia ni limpia. Invocarla para justificar los abusos del poder y los crímenes de Estado es inaceptable.

La represión fue durante muchos años una línea de conducta del Estado y del gobierno mexicano frente a los luchadores sociales y políticos. El crimen político formó parte de la esencia del sistema mexicano. En este sentido es imprescindible una historia real que coloque a cada quien en su lugar.

¿Quien ordenó asesinar a Rubén Jaramillo y a su familia?¿Quién ordenó liquidar a Joel Arriaga y a Enrique Cabrera en Puebla? ¿Quien ordenó la invasión militar en las universidades; dos ocasiones, en 1963 y 1966 la michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la de Sonora en 1967, la UNAM el 30 de junio, el 18 de septiembre del 68, el IPN en 1956 y el 23 de septiembre del 68? ¿Quién  le ordenó al Ejército Mexicano reprimir y suspender la marcha estudiantil por la Ruta de la Libertad en febrero de 1968, ocupar el centro de la ciudad de México en julio, el Zócalo el 27 de agosto y masacrar el 2 de octubre? ¿Quién ordenó atacar a los presos políticos en enero de 1971 cuando tenían ya 30 días en huelga de hambre? ¿Quién reprimió a los estudiantes el 10 de junio? ¿Quién ofreció una y otra vez, reiteradamente desde el poder, investigar hasta las últimas consecuencias? ¿Quién ordenó ejecutar en Lecumberi a Pablo Alvarado?…

No hay ninguna duda. No la puede haber.

En relación al movimiento estudiantil y a otros movimientos sociales Luis Echeverría Alvarez actuó con premeditación, alevosía y ventaja. Ordenó reprimir, asesinar, desaparecer, encarcelar, provocar, acosar, difamar deliberadamente. El mismo presidente es el responsable principal de los crimenes de Estado contra los guerrilleros o sospechosos de serlo.

Sin duda el más perverso entre todos los perversos es Luis Echeverría Alvarez quien gracias a dios vive y es él precisamente él quien debe ser sometido ante los tribunales por los crímenes de Estado cometidos, ordenados y preparados por él. No es cuestión de rencores ni mucho menos. Es un asunto de interés nacional para evitar que episodios como los que hemos sufrido se repitan, para que nadie se atreva a suponerse impune.

México, nuestro país pero sobre todo los jóvenes tienen derecho a conocer toda la verdad. ¿Hubo errores, desatinos y cierto aventurerismo en algunos movimientos, entre ellos en el 68? Por supuesto que los hubo. La historia no se puede enfermar de maniqueismo. Para elevar la calidad moral tanto del movimiento del 68 en su conjunto como de quienes honestamente figuraron como dirigentes, como actores y protagonistas es imprescindible pasar del simple señalamiento a la autocrítica y a rebelar toda la verdad. Poco a poco, con titubeos y verdades medianas o mediatizadas algunos ya han escrito sobre los errores, sobre el aventurerismo desesperado. Pero con muy contadas excepciones –la mía entre ellas– casi nadie se atreve a desentrañar la sustancia y las redes de la provocación.

Desde mi interés político, lo más revelador de los papeles de Lecumberri, si son todos y no fueron lavados serán las redes de la provocación, los infiltrados a sueldo del poder y especialmente de Echeverría que operaban al seno del CNH y del movimiento, de casi todas las organizaciones sociales y políticas, entre ellas la juventud y el partido comunista

¿Fué o no Sócrates Amado Campos Lemus un agente provocador? Tanto él como sus compinches deben padecer las pesadillas de la verdad próxima.

Un volumen aparte lo deben ocupar los acontecimientos relacionados con la guerrilla. Por supuesto que es punto clave de partida la tesis de las grandes aportaciones que su inmensa mayoría realizó para la transformación democrática del país, proceso acelerado pero permanente y en constante desarrollo. Las causas de la formación de los grupos guerrilleros deberán ser materia de la Fiscalía Especial para cuando rinda su informe este sea algo así como el libro blanco de la guerrilla.

Ya lo escribí líneas arriba. No existe la justificante de la guerra. Nunca la hubo ni fue declarada como tal.

Es imprescindible distinguir las acciones de enfrentamientos en las cuales cayeron combatientes y soldados. Identificar por supusto a los soldados que murieron en emboscadas, a policías y guerrilleros que perecieron en diferentes circunstancias. Este es un capítulo como son imprescindibles los relativos a los desaparecidos forzados, a los ejecutados, a los muertos torturados, a las víctimas de la tortura. El fiscal está ante el desafío social de aclarar el paradero de los centenares de desaparecidos; de aclarar, si fueron muertos, las circunstancias, los ejecutores directos, de editar las órdenes de los civiles que mandan al Ejército. ¿Fueron ejecutados los del cuartel Madera en 1963? ¿En qué condiciones perdieron la vida Pedro Sánchez, Arturo Vives, César Yáñez… aquel grupo surgido con amigos míos de la UANL que es el tronco antiguo del EZLN? ¿Raúl Ramos Zavala fue entregado por un delator y asesinado? ¿Qué pasó con Estela su hermana y con Mili su mamá? ¿Tienen o no razón doña Rosario Ibarra y todas las infatigables madres de los desaparecidos? ¿Quién detuvo a Jacob Nájera y por oden de quién fue desaparecido? El espacio sería insuficiente para redactar la enciclopedia de los crimenes del Estado mexicano

¿Y Aguas Blancas y El Charco y Acteal?

Pero tampoco en esta esfera se debe ser unilateral. Viven los responsables de ejecuciones y ajustes de cuentas al seno de la misma guerrilla. ¿Es esta o no parte de la verdad que México necesita? La descomposición de algunos de los grupos y el militarismo polpotiano de otros, no pueden quedarse en el baúl de los secretos. ¿Quién y por qué asesinaron a Carlos Chavarría, a los hermanos Cortés, a David López, a Arturo Rosas, a Fierro Loza? ¿Puede alguien en aras de la razón histórica cometer crímenes y ejecuciones, vejaciones contra sus propios compañeros o ex camaradas acusados de un rosario de barbaridades? ¿Se vale?

Queremos la verdad pero toda.

Yo lo he dicho y escrito. Nosotros quienes nunca optamos por la guerrilla éramos objeto de represión, de cárcel, corríamos todo tipo de riesgos, armados únicamente de ideales y sagacidades. Nosotros integrantes de un partido acosado, semiclandestino incurrimos en actos no propiamente legales (tráfico y lavado de dólares, de joyas, de recursos provenientes de la solidaridad internacionalista). En ocasiones ofrecimos refugio y solidaridad a integrantes de la guerrilla mexicanos y de otros países. Algo he escrito de esto, pero me propongo entrar en mayores detalles.

Yo estoy completamente dispuesto a ofrecer mi testimonio ante el Fiscal Especial. Creo que estamos viviendo una espléndida coyuntura y que le debemos al país un gran servicio. Cierto. México está en deuda con la generación del 68. No le hagamos al mártir ni al cómplice. El Fiscal tiene derecho a citarnos a declarar y no por ello llamarnos perseguidos. Vamos contribuyendo con el país y con la historia. Sólo y únicamente de esta manera México se enriquecerá con la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Una nueva frustración hará más dificil la transformación democrática de México y la construcción de esa gran alianza por el desarrollo, de un acuerdo republicano para la prosperidad.

A· Elenco a la izquierda. El PRD dispone ya de un menú de opciones para el 2006; todos ellos cuadros de primera línea, figuras triunfadoras. Pueden ser candidatos a la presidencia: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal, Pablo Salazar Mendiguchía, Lázaro Cárdenas Batel, Rosario Robles Berlanga… Todo depende de que cada uno haga bien la tarea al frente de sus gobiernos, que Rosario gane la presidencia y levante la votación en las elecciones locales  del 2002, y que relance al PRD en el 2003 a nivel federal. Los desastres en Hidalgo y en Quintana Roo van con cargo a la dirección saliente.

BE · Madrazo dado ni dios lo quita. Ganó Roberto Madrazo Pintado una elección plagada de incidentes e irregularidades. En Guerrero fue muy evidente el apoyo de todos los grupos del poder estatal. No hubo ningún esfuerzo para hacer unas elecciones ejemplares que permitiesen vislumbrar una verdadera voluntad de cambio. En el PRI resucitaron los adalides de los peores usos y costumbres de la añeja clase política mexicana. ¡Que dios nos agarre confesados! Las elecciones constitucionales de octubre del 2002 en Guerrero van a ser a navaja libre. Los indicios son más que claros.

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