Las Torres Gemelas también opera como hotel sin permiso, denuncian condóminos

* Quien se rehúsa a pagar algún servicio, como los 90 dólares mensuales por el servicio de elevador, recibe como sanción el corte de la energía eléctrica, se quejan

Nelly Bello * Además de vender ilegalmente tiempo compartido, la administración del condominio Las Torres Gemelas, presta servicio de hotelería sin tener permiso para ello, denunciaron dirigentes de la asociación de condóminos de ese lugar.

En entrevista con El Sur, Jesús Araujo y Luis García explicaron que fue el mismo ayuntamiento de Acapulco el que informó oficialmente –en respuesta a una orden judicial– que el inmueble no ha sido autorizado para comercializarse como hospedería.

Araujo informó que el administrador Kimberly Grover Prager hace tiempo pretendió regularizar la situación de los 125 apartamentos que mantiene en la modalidad de tiempo compartido, pero la Comisión de Vigilancia de Tiempo Compartido no lo aceptó porque él quería que le condonara los impuestos. De modo que no hubo tal regularización, a pesar de lo cual él participa en ese mercado.

También Araujo precisó que tras la orden de un juez federal, la administración del alcalde Zeferino Torreblanca informó por escrito que Las Torres Gemelas no tiene permiso para operar hotelería en sus instalaciones.

El condómino recordó que en 1995 el constructor original del inmueble Playa Sol debía a Las Torres Gemelas el pago de cuotas por mantenimiento.

La administración de Las Torres Gemelas demandó a Playa Sol el pago del adeudo y recurrió a un juicio para obligarlo. En el proceso, el deudor se declaró insolvente y convino que pagaría el adeudo con los 125 departamentos que tenía.

Durante el proceso, el fiduciario Banamex tampoco se presentó y no advirtió a los tiempocompartidistas lo que sucedía. El juez, por su parte, adjudicó por medio de resolución los apartamentos a Las Torres Gemelas.

Araujo señaló que el juez incurrió en una falta porque Las Torres Gemelas son dos edificios y no tienen personalidad jurídica. Así, “cometió la aberración de adjudicar los 125 departamentos”, dijo.

Explicó que el procedimiento normal hubiera sido el remate de los inmuebles y la notificación a los extranjeros que compraron tiempos compartidos para defender su inversión, por lo que culpó a la administración de Las Torres Gemelas, a Playa Sol, a Banamex, al juez y al notario número 18, Cuauhtémoc García Amor, por el procedimiento.

Araujo dijo que Grover Prager ha acusado de difamación a quienes se han atrevido a reclamar lo que les corresponde. Por eso, agregó, la mayoría de los condóminos no defiende su derecho, por temor a ser acusados y encarcelados por difamación. “Los llamaron de uno por uno y los amenazaron, a uno lo acusaron de orinar la bandera mexicana, otro de tener negocios irregulares”, ejemplificó.

Informó que el condómino que se rehúsa a pagar algún servicio, como los 90 dólares mensuales por el servicio de elevador, recibe como sanción el corte de la energía eléctrica. Esa situación viven unos 100 condóminos.

Señaló que aun sin personalidad jurídica, luego de ganar el juicio, el Comité de Administración de Grover Prager vendió 25 apartamentos, contra los estipulado en la Ley de Tiempos Compartidos y en la de Régimen de Condominio, pues para efectuar la venta debió contar con la votación favorable de todos los condóminos, porque “no es dueño de los departamentos”.

La venta –que es un acto de traslado de dominio en zona federal– fue autorizada por un Comité de Administración integrado por cinco miembros, entre los que está un norteamericano, con lo que se violó el artículo 27 constitucional, además de que el reglamento de condóminos establece que el administrador debe ser una persona física o moral, “nunca menciona un comité; para modificar el reglamento debe tener el voto de todos los condóminos”.

Culpó a García Amor de no proteger los derechos del país, pues tenía la obligación de vigilar el respeto al artículo 27 de la Constitución, y “lo paso por alto”.

Informó que de 625 apartamentos que en total hay en Las Torres Gemelas, 125 son de tiempo compartido y 40 fueron vendidos de forma irregular, en los que tiene servicio de hotelería.

Sobre la negación del Comité de Administración de vender Tiempo Compartido, dijo que existe un documento que envía el comité al comisionado de la Sefotur para la vigilancia del tiempo compartido en el que agradece el apoyo para la regularización, “aunque opera de forma clandestina”.

“Esto justifica que sí utilizan el tiempo compartido; obra en el expediente de la comisión de Tiempos Compartidos”, indicó.

Informó además que las revisiones del gobierno estatal son irregulares, pues el Comité de Administración dice que apartamentos visitar, y de lo que se trata es de que sea una muestra aleatoria, no preparada.

Destinatario equivocado, el de la Profeco, dice el gerente de Las Torres Gemelas

Raquel Santiago n En tanto, el gerente general, Francisco Regino de los Angeles, aseguró que el inmueble al que la Profeco colocó el viernes 50 avisos por prácticas abusivas, según la Profeco, no pertenece a la empresa Nuevos Destinos, a la que la dependencia dirige el comunicado oficial.

Regino de los Angeles negó que el condominio comercialice tiempo compartido y dijo que el personal de Profeco “de manera prepotente y arbitraria” colocó los sellos, aun cuando la acción la iniciaron media hora después de su llegada porque el gerente operativo, Sergio Ramírez Flores, esperaba órdenes de sus jefes, las cuales no llegaron, y los verificadores empezaron a actuar.

El gerente agregó que “no nos permitieron enterarnos previamente de qué se trataba la diligencia, simplemente llegaron, colocaron los sellos, y después de eso entregaron un acta que ni siquiera va dirigida a Las Torres Gemelas, sino a una empresa distinta con la cual no tenemos relación”.

Aseguró también que “este es un edificio sujeto a régimen de condominio, no de tiempo compartido. Pero, sobre todo, en el procedimiento (mencionado) Las Torres Gemelas no tienen ninguna participación”.

Francisco Regino acusó a la Profeco de abuso de autoridad, actos de prepotencia e intimidación, “graves irregularidades que generan inseguridad para todos los desarrollos que realizan la actividad”.

Sin embargo, el gerente omitió informar que dentro del inmueble también operan otras empresas, entre las que se encuentra Nuevos Destinos.