Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Marcos Méndez Lara

Monitor de Guerrero

*Ocho años de ocultar información pública

La Secretaría de Salud del gobierno del estado es la dependencia que más quejas ha recibido en Guerrero por negar información a la ciudadanía, pues de 2006 a la fecha registró  27 recursos de revisión, que representan el 7.3 por ciento del total de quejas presentadas en el estado en ocho años de vigencia de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado.
Hay otras dependencias también renuentes a entregar información como la Secretaría de Finanzas y Administración, con 18 quejas (4.9 por ciento), la Secretaría de Educación de Guerrero con  17 recursos de revisión (4.6 por ciento) y la Procuraduría General de Justicia del Estado con 16 (4.3 por ciento).
En el caso de los ayuntamientos, son los de Tixtla y Chilpancingo los que más acumularon quejas en su contra, ya que cada uno recibió 18 quejas; le siguieron los gobiernos municipales de Tecoanapa con 15 recursos de revisión, y Mártir de Cuilapan y Coyuca de Benítez, con 12 cada uno.
Otras dependencias que también se distinguieron por su alto número de inconformidades ciudadanas relacionadas con su negativa a dar información son la Universidad Autónoma de Guerrero, con 15, y el Congreso del Estado con 14 recursos de revisión.
Las quejas o recursos de revisión presentados por la ciudadanía son indicadores de la poca o nula disposición y voluntad de los titulares de las dependencias y entidades gubernamentales para ser transparentes y entregar información pública a los ciudadanos.
Pero también son indicador de la inexistencia de una política gubernamental de transparencia y promoción del acceso a la información; si las inconformidades son muchas, esa política no existe, como es el caso del estado de Guerrero.
Aunque no existen datos oficiales sobre este tema, se estima que en Guerrero hay un alto subregistro de quejas debido a que las y los ciudadanos no se interesan en presentarlas por los largos procedimientos que deben seguir, porque no tienen certeza de que se aplicará la ley o porque no tienen confianza en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del estado.

Guerrero, casi sin quejas

Para dimensionar el subregistro de quejas, hay que comparar el total de solicitudes de información presentadas en el estado con el número de quejas formalmente interpuestas ante el ITAG.
De junio de 2006 a marzo de 2007 se presentaron 2,184 solicitudes y sólo cuatro recursos de revisión, para una proporción de 0.1 por ciento. De abril 2007 a marzo de 2008, la proporción fue de 1 por ciento, y en el periodo de abril a diciembre de 2018, se incrementó a 2.4 por ciento.
En 2009, la proporción entre quejas y solicitudes recibidas nuevamente disminuyó a 1.3 por ciento y al siguiente año, en 2010, fue casi similar: de 1.5 por ciento.
En 2011 la proporción se mantuvo constante al llegar a 1.3 por ciento, y en 2012 se incrementó a 2.2 por ciento.
Finalmente, en el ejercicio 2013, se tuvo la proporción más alta –y la más cercana a la realidad–, ya que la relación entre número de quejas y solicitudes recibidas fue de 4.3 por ciento.
Si se observa el comportamiento de las cifras en las dos administraciones estatales, durante el gobierno de Zeferino Torreblanca, es decir, de junio de 2006 a diciembre de 2010 se presentaron 52 recursos de revisión en las dependencias del Ejecutivo, mientras que en los tres años que lleva el gobierno de Ángel Aguirre, el número de quejas se incrementó a 112, es decir, más del doble que en cinco años de su antecesor.
En el caso del periodo de los gobiernos municipales, en el trienio de 2006 a 2009, los ayuntamientos recibieron en total 70 quejas; en el periodo 2009 a 2012, la cifra disminuyó a 38, y en los dos años de las actuales administraciones municipales, ya se registraron 57 recursos de revisión en contra de ayuntamientos.
Para dar una idea de lo que sucede en el ámbito federal –ante la inexistencia de datos confiables en Guerrero– de 2003 a 2012, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales reportó una proporción promedio, entre las quejas y solicitudes recibidas, de 5.3 por ciento, mientras que el promedio de Guerrero es de apenas  1.7 por ciento.
Si no fuese por el subregistro de quejas, pareciera que en Guerrero las dependencias públicas del estado son transparentes y con toda la disposición de proporcionar la información pública que les requieren los ciudadanos –ya que éstos no presentan recursos de revisión para inconformarse–.
Pero la realidad es otra, los sucesivos gobiernos del estado, municipales, poderes, organismos autónomos  se han caracterizado por negar o retardar la información que solicitan los ciudadanos pretextando diversos argumentos como que es información clasificada como reservada o confidencial, declarando su inexistencia, cobrando cantidades grandes por las fotocopias o apostando al olvido y al desgaste de la ciudadanía a quien citan una y otra vez.

Las cifras del IFAI

Si se observa por año, el IFAI reporta que en 2003, 2004, 2005 y 2006, la proporción entre quejas y solicitudes fue de 2.6, 3.8, 5.3 y 5.9 por ciento, respectivamente.
En los ejercicios de 2007, 2008, 2009 y 2010 los registros del órgano garante federal son de 5.1, 5.8, 5.1 y 6.7 por ciento.
Y finalmente, en el año 2012 la proporción fue de 5 por ciento y en 2012 disminuyó a 4.7 por ciento.
Como se observa en los datos del nivel federal, la proporción entre quejas y solicitudes es más o menos constante y se ha mantenido en los últimos años, mientras que en Guerrero las cifras no tienen uniformidad, aunque se observa que la presentación de quejas va en aumento, lo que significa que gradualmente el subregistro comienza a disminuir.
En Guerrero, la ausencia de quejas no se explica porque las dependencias públicas del estado tengan mecanismos fluidos para facilitar a los ciudadanos el acceso a la información pública, sino porque no hay confianza en las instituciones y porque es complicado el procedimiento de presentación de quejas ante el ITAIG.
De acuerdo con datos del IFAI, Guerrero es uno de los estados que registra el menor número de solicitudes de información a las dependencias federales.
Por ejemplo, de 2003 a 2008 se presentaron un total de 2,139 solicitudes, que representan apenas 0.57 por ciento de todas las solicitudes presentadas en el país correspondientes al ámbito federal.
En 2009 se presentaron 658 peticiones, al siguiente año 674, en 2011 se registraron 405 y en 2012 fueron 545.
De manera global, en Guerrero se presentaron apenas el 0.4 por ciento de las peticiones dirigidas a las dependencias federales, en el periodo de 2003 a 2012.
Esto contrasta los resultados de otros estados como Morelos, en donde se presentaron 4.6 por ciento de las peticiones del país, o como el estado de Puebla, donde la ciudadanía presentó el 2.4 por ciento de las solicitudes a nivel nacional en el mismo periodo.

Dependencias reacias

Algunas dependencias se resisten más a entregar información pública que otras. Por ejemplo, varios ayuntamientos recibieron sólo una solicitud de información, y al no responderla o negar la información, los ciudadanos presentaron también una inconformidad formal ante el ITAIG. En este caso la proporción es de 100 por ciento entre el número de solicitudes y quejas presentadas. Es el caso de los ayuntamientos de Tlacoachistlahuaca, Teloloapan, Huamuxtitlán y Coachoapa el Grande.
Otras dependencias con proporciones altas entre solicitudes de información y quejas son Ometepec, con 50 por ciento, Coyuca de Benítez, con 48 por ciento, y el ayuntamiento de Mártir de Cuilapan, que tiene 44.4 por ciento. Esto significa que por lo menos la mitad de las solicitudes que presentaron los ciudadanos terminaron en quejas.
Con alto número de inconformidades se encuentra el Instituto Guerrerense de Atención Integral a las Personas Adultas Mayores, con 18.7 por ciento, la Universidad Autónoma de Guerrero, con una proporción de 11.1 por ciento, el ayuntamiento de Iguala, con 10.3 por ciento, la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria con 13.3 por ciento, la Secretaría de Desarrollo Rural con 10.1 por ciento, la Secretaría de Fomento Turístico con 9.4 por ciento.
Todas las dependencias que tienen una alta proporción de quejas en relación con las solicitudes que se les presentan, son de las más opacas del estado, ya que coinciden en que no sólo no difunden la información de oficio que les exige la normatividad, sino también omiten entregarla cuando los ciudadanos la solicitan.
La inconsistencia de los datos impide realizar este ejercicio con todas las dependencias, ya que, por ejemplo, el ayuntamiento de Tixtla registra 18 quejas, pero según los datos del ITAIG, este municipio solo reportó 11 solicitudes de información. Lo mismo sucede con los gobiernos municipales de San Marcos y Atoyac, que registran siete y cuatro quejas, respectivamente, pero que en el ámbito de las solicitudes de información solo reportan cuatro y una.
Otros municipios que tienen registrados recursos de revisión son Florencio Villarreal, Ayutla, Ahuacuotzingo, Ajuchitlán, Arcelia, Atlixtac, Copalillo, Cutzamala, Juan R. Escudero, Leonardo Bravo, Metlatónoc, Pungarabato, San Miguel Totolapan, pero no parecen los registros con solicitudes de información presentadas.

Quejas por sectores

Hasta el 31 de diciembre de 2013, fue en las dependencias del Ejecutivo estatal donde más quejas de presentaron, ya que se registran 168 del total. En el sector ayuntamientos se presentaron 166 quejas, mientras que en los organismos autónomos se registraron 19 y en el Congreso del estado, 14 quejas.
En números absolutos, la Secretaría de Salud  tiene hasta esa fecha 27 quejas, la Sefina con 18, la de Educación de Guerrero con 17, la Procuraduría de Justicia del Estado con 16, la Contraloría General con 9 y las Secretarías de Desarrollo Rural y de Fomento Turístico, con ocho cada una. Estas dependencias del ejecutivo concentran el 28 por ciento de las quejas interpuestas por ciudadanos en ocho años.
También con números absolutos, los ayuntamientos de Tixtla y Chilpancingo encabezan la lista con 18 inconformidades, Tecoanapa con 15, Mártir de Cuilapa y Coyuca de Benítez con 12 quejas cada uno, Chilapa con nueve y San Marcos con siete.  Estos ayuntamientos concentran el 24.8 por ciento de las quejas totales presentadas en el estado de Guerrero.
Por su parte, La Universidad Autónoma de Guerrero tuvo 15 quejas en el periodo, el Congreso del estado 14 y el Tribunal Superior de Justicia con tres inconformidades.
Los inconformidades ciudadanas más frecuentes fueron la negativa a dar información (no respondiendo las solicitudes), respuestas no satisfactorias (por proporcionar información que no corresponde o de manera incompleta), y respuestas que clasifican la información como reservada o confidencial, o bien, declarándola inexistente.
Cabe mencionar que muchas de las quejas interpuestas por los ciudadanos no proceden porque se presentaron fuera del tiempo que establece la ley. Y otras, aunque la resolución del ITAIG haya sido a favor del quejoso, no se tiene registro de si realmente la dependencia demandada entregó la información o continuó siendo omisa.
Los recursos de revisión o quejas que se han presentado en el estado de Guerrero no alcanzan a diagnosticar plenamente la problemática existente en torno al derecho de acceso a la información de los guerrerenses.
Es evidente que la resistencia del sector público a facilitar el ejercicio de este derecho es más complejo, y rebasa el análisis del comportamiento de los datos acerca de los recursos de revisión presentados por la ciudadanía. Sin embargo, sí alcanza a dar una rápida radiografía de que, aun cuando las cifras son inconsistentes, la ciudadanía sigue enfrentándose a un aparato público que no dará tregua si las personas no están dispuestas a dar la batalla para ejercer su derecho de acceso a la información.

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