Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Rafael Aréstegui Ruiz

Universidad: ¿la reforma interrumpida?

 (Segunda de dos partes)

 La comunidad universitaria y la opinión pública deben reaccionar ante las atrocidades del rector y sus cómplices. La primera porque fueron dos años de intenso trabajo para definir un nuevo rumbo a la institución que garantizara un alto nivel académico y un fuerte compromiso social, una universidad innovadora, humanista y que rescate los mejores valores y principios democráticos y permita a los hijos de los guerrerenses una formación de calidad y con capacidad de competir exitosamente en el mercado de trabajo. La segunda, porque a ella apelamos los universitarios convencidos de la reforma cuando se llevó a cabo el proceso de aprobación de la ley, para dar certezas de que el proyecto de los universitarios partía de una profunda reflexión autocrítica y de un claro compromiso social.

No es posible que la sociedad se dote de mecanismos electorales confiables como el IFE, mientras que la administración de la UAG secuestra el proceso con una comisión electoral que les causaría envidia a los alquimistas electorales del pasado reciente.

No es posible que la Dirección de Planeación desarrolle proyectos institucionales que traen consigo la posibilidad de incorporar cuadros de alto nivel académico y Florentino pervierta esos programas asignando esas plazas con criterios electorales.

No es posible que el Consejo Universitario (sin la H de honorable, mientras no se comporten sus miembros a la altura que demanda su investidura) ordene el castigo al anterior rector, por haber causado grave daño al patrimonio universitario y Florentino, el de la doble palabra, lo perdone,“para no ser juzgado” él mismo cuando le llegue su hora y para lograr el apoyo de ese grupo corporativo al secretario particular del senador Armando Chavarría.

No es posible que habiendo aprobado el Consejo Universitario el Estatuto General de la Universidad, a los noventa días como lo estableció la Ley, el secretario del mismo diga que no está vigente porque no está publicado, cuando es su responsabilidad el dar seguimiento de los acuerdos del consejo. Tanto el rector, como su equipo se comportan al margen de la Ley de la Universidad, que ya está vigente y por lo tanto están incurriendo en responsabilidades que ameritan, por la gravedad de las mismas, al estar desviando recursos y desacatando recomendaciones del consejo, destitución de sus cargos y sanción penal.

No es posible que los universitarios permitan el uso instrumental de la institución para propósitos personales de Chavarría y que la reforma quede en letra muerta.

No es posible que la sociedad permita que una pandilla de vivales se apodere de la institución, defraude a los estudiantes al otorgar educación de pésima calidad, y desvíe para usos electorales los recursos que provienen de los impuestos al pueblo y que éste los paga con tanto sacrificio, con la esperanza de dar a sus hijos una mejor educación.

Los universitarios deben estar a la altura de su reforma integral y rechazar las pretensiones de Florentino, el de la doble palabra, que de manera vergonzante y deshonesta utiliza los recursos de la institución para imponer a un títere en la Rectoría.

La sociedad debe rechazar el intento de mantener a la universidad en el penúltimo sitio de las universidades, apoyando a sus hijos para que no se dejen intimidar por los maestros que a cambio de prebendas presionan a los estudiantes para que voten por Nelson Valle

No tengo duda de que será el candidato del FAUG quien resulte victorioso en el proceso, pero debe darles desde hoy certeza a los estudiantes de que en sus primeros cien días de gobierno tomará medidas drásticas que erradiquen el ausentismo de los maestros irresponsables, que ponga un alto a la corrupción de algunos maestros y varios directores y ponga a funcionar un programa emergente de actualización del personal académico.

De la misma manera, el candidato del FAUG deberá ser congruente con la exigencia de la reforma de sanear el déficit financiero que atraviesa la institución, eliminando el excesivo “personal de apoyo”, que no es otra cosa que cuotas de poder del régimen corporativo universitario que ha medrado en la institución; la próxima administración deberá retomar la propuesta arduamente elaborada de conformar una administración que se estructure y funcione en red y que esté al servicio de la academia.

Finalmente la próxima administración deberá gestionar a fondo con las autoridades federales y estatales el reconocimiento a la antigüedad, el reconocimiento da la plantilla real y los recursos necesarios que la reforma requiere. Y para ello debe ante los ojos de las instancias gubernamentales demostrar que es la propia institución su prioridad más importante.

No tengo duda de que la comunidad universitaria sabrá distinguir entre la necesidad de darle continuidad al proceso de reforma y la farsa que representa la candidatura de la alianza espuria universitaria AEU.

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