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Cambian la pena de muerte por cadena perpetua a un guerrerense en Phoenix

* Informa Alberto López Rosas del caso del Cerrito de Oro * Para revocar la condena, el juez consideró las condiciones económicas del preso y la forma como cometió el asesinato de un policía estadunidense, cuando intentaba escapar de ser arrestado * Podría en el futuro solicitar su traslado a México, dice el abogado

Karina Contreras * Un juez de Phoenix, Arizona, revocó la pena de muerte al joven Felipe Petrona Cabañas, originario de Cerrito de Oro, municipio de Coyuca de Benítez, acusado de homicidio de un oficial de la policía y venta de drogas, y la cambió por cadena perpetua, informó el abogado Alberto López Rosas, quien coadyuva en la defensa.

Entrevistado vía telefónica, López Rosas señaló que las causas jurídicas que permitieron revocar la pena de muerte a la que estaba condenado el joven guerrerense y que fueron altamente considerables para que el juez le diera cadena perpetua se basaron en hacer valer la situación individualizada, las condiciones socioeconómicas, la inexperiencia y la forma en que se cometió el delito.

El joven Felipe Petrona Cabañas, originario de Cerrito de Oro, municipio de Coyuca de Benítez, emigró a Estados Unidos el 19 de septiembre de 1998 ante la precaria situación familiar. En una entrevista que los padres de Felipe Petrona dieron a El Sur el 28 de octubre de 2001, señalaron que decidió irse a Estados Unidos porque su papá, Felipe Petrona Rafael, quien se alquilaba como jornalero para la corta de cocos en esa localidad, en plena faena de trabajo resultó lesionado cuando un coco cayó sobre su cabeza. Ese episodio fue determinante para que su hijo saliera a buscar un mejor empleo.

También dijeron que Felipe Petrona como único hijo varón asumió la responsabilidad de la manutención de la familia. En esa ocasión, Melania Cabañas Sánchez, madre de Felipe, dijo que la oportunidad de ir “al norte” llegó con la llegada al poblado de la hija de unos compadres, Patricia Castrejón Herrera con quien partió.

Dijo que mientras se mantuvo en Tijuana la comunicación fue constante, pero que cuando su hijo pasó al norte ya no. Se enteraron de su detención el 26 de marzo de 1999 por una llamada telefónica que les hizo un detective quien les dijo que estaba detenido por posesión de drogas.

Felipe ese día fue detenido junto con su primo Orbelín Cabañas Salgado, originario de Zihuatanejo y Fredy Flores, de Sinaloa, cuando fueron sorprendidos por la policía de la capital de Arizona vendiendo droga “Felipe, cuando intentó huir, disparó al oficial que murió”. También en esa ocasión comentaron que buscaron la ayuda del gobernador y de otras autoridades pero nunca se las dieron, hasta que Alberto López Rosas se interesó en el caso en julio del 2000.

El abogado López Rosas dijo que tienen 30 días de acuerdo a la legislación para apelar de la resolución de cadena perpetua que dio el juez.

El abogado también comentó que es muy probable que la fiscalía también apele, aunque expresó que tiene confianza en que esta resolución (cadena perpetua) no cambie, que el juez sólo la confirme.

Cuando se le preguntó que si había la posibilidad de que Felipe Petrona Cabañas regrese a cumplir su condena a México se mostró optimista y dijo: “Cabría la posibilidad más adelante que fuera por su buena conducta o por los convenios que se están haciendo con Estados Unidos”. Existen esas dos posibilidades.

También señaló que los padres del joven mexicano estuvieron unos días antes de que se diera la resolución (el miércoles 20 de febrero a las 10:00 de la mañana) en la ciudad de Phoenix, Arizona con la ayuda del consulado de México en el país del norte. López Rosas se mostró emocionado cuando mencionó que el mismo Felipe Petrona le mandó una carta de “su puño y letra” donde le dice que “le da las más sinceras gracias por estar ayudando tanto a él como a su familia”.

El abogado también hizo un reconocimiento a sus colegas estadunidenses quienes se comportaron con “mucho profesionalismo, con principios y bastante humanidad”.

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