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Secuestro, enfrentamiento y dos muertos en el río Balsas, municipio de Zirándaro

* Versiones del secuestro y asesinato de José Cáceres, dirigente del PRD y del grupo de Los Comuneros * Miguel Flores Ortuño, que fue encontrado muerto, habría sido contratado por los plagiarios para conducir una lancha

Gregorio Urieta, corresponsal, Coyuca de Catalán * El secuestro y posterior asesinato de José Cáceres Duarte, así como uno de sus presuntos plagiarios, Miguel Flores Ortuño, tiene algunos puntos oscuros, y ocurre a unos días de que se lleva a cabo el tercer aniversario de la muerte de perredista Aurelio Peñaloza, que fue el principal líder de Los Comuneros, organización campesina de la parte alta del mincipio de Zirándaro, colindante con Coahuayutla.

De acuerdo con diversas fuentes consultadas, el secuestro de José Cáceres Duarte, originario de Hacienda Vieja, ocurrió el pasado lunes cerca de las 5 de la tarde en el embarcadero de ese lugar.

Tres sujetos enviaron a la casa de Cáceres a un niño con un recado dirigido al hijo mayor de Cáceres, dueño del embarcadero de Hacienda Vieja. Le pedían 700 mil pesos a cambio de regresarle vivo a su padre. Después de eso, huyeron a bordo de uno de los barcos con motor, río abajo.

El hijo de José llamó a algunos familiares de ese lugar, se armaron, y por tierra se dirigieron hacia el poblado de Ziritzícuaro, distante de Hacienda Vieja cerca media hora. En el embarcadero de Ziritzícuaro, conocido como Zenzénguaro, tuvo lugar una balacera entre los secuestradores y los familiares del secuestrado, hasta que cayó la noche. Posteriormente llegó a ese lugar la Policía Judicial del Estado, la municipal de Zirándaro, y la Motorizada, cuyos elementos peinaron la zona en busca de los presuntos delincuentes.

Al día siguiente por la mañana, los familiares del secuestrado y los policías encontraron el cuerpo del secuestrado. Tenía dos balazos de AK-47 en la frente, que le despedazaron la parte posterior de la cabeza. Una fuente asegura que José Cáceres tenía una piedra atada al cuello y que estaba en el agua, cerca de la orilla. Otra fuente oficial, asegura que sólo tenía una zoga atada al cuello.

En donde encuentran las contradicciones entre la fuentes, es en que encontraron a Miguel Flores Ortuño, originario de Barranca Honda, cerca de Cupúan, también muerto y con un disparo de rifle en la frente, cerca de la orilla del río.

Una fuente oficial señala que el cuerpo de Miguel Flores se encontraba a unos cien metros del río.

Al lugar del incidente llegaron el agente de Ministerio Público de Coyuca de Catalán, Francisco Javier Wences Martínez, y el delegado de Procuraduría de Justicia en la región, Efrén Suástegui Mayo, así como el alcalde de Zirándaro, Benito Pineda León. Este, de acuerdo con la versión de una de nuestras fuentes, quiso impedir que se llevaran el cuerpo a Coyuca de Catalán para que se le practicara las diligencias de rigor. Sin embargo, el delegado de la PGJE, Efrén Suástegui, niega esa versión y asegura que él mismo manejó el vehículo en que Miguel Flores fue trasladado a Coyuca y de ahí a Iguala, traslado que Suástegui Mayo justifica señalando que allá se le practicaría una autopsia. No se pudo contactar al alcalde Benito Pineda León, pero su secretario municipal asegura que no existió tal oposición.

 Los Comuneros

Una fuente de la cabecera municipal de Zirándaro asegura que los asesinados –el secuestrado y el presunto secuestrador– pertenecían al grupo de Los Comuneros, organización campesina que era apoyada por el extinto Aurelio Peñaloza, para quien se prepara el próximo 4 de marzo un homenaje luctuoso en el tercer aniversario de su asesinato.

El informante dice que a la vez, Cáceres era el líder del PRD de la parte alta de la sierra de Zirándaro colindante con Coahuayutla, mientras que Miguel Flores era sobrino de un sobresaliente dirigente perredista del El Terrero, Cupuán y Barranca Honda, llamado Santana, que es considerado el Tata de esa zona.

Este miércoles, se pudo investigar con una fuente de Zirándaro, que Miguel Flores fue contratado para conducir la lancha en que los secuestradores huyeron por el río Balsas rumbo a Ziritzícuaro y que presumiblemente fue asesinado por los propios secuestradores para evitar testigos, de ahí que su cuerpo apareciera cien metros más abajo sobre el río.

Durante la mañana de este mismo día el delegado de la PGJE Efrén Suástegui informó que hasta sus oficinas se presentaron unas personas a preguntar por el cadáver de Miguel Flores y que llevaban consigo a un ataúd. Sólo que el cadáver de Miguel estaba en Iguala.

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