Reanudan labores las trabajadoras de la maquiladora del gobierno estatal

De la corresponsalía, Chilpancingo * Ayer a mediodía, trabajadoras de la maquiladora del gobierno del estado reanudaron labores luego de que el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, César Flores Maldonado, tuvo una reunión con ellas y les prometió cambiar al empresario que adquiere la maquila, y un mejor trato, aunque no les dijo si se les otorgarán prestaciones sociales.

Las trabajadoras realizaron un paro de labores el pasado viernes 15, y fue hasta ayer lunes cuando el recién estrenado funcionario César Flores y el subsecretario de esta dependencia, Nicolás Castillo, se presentaron a dialogar con las inconformes.

Allí en su centro de trabajo, Flores Maldonado les dijo a las trabajadoras que el empresario de Puebla, Antonio Bojalí, dejaría de comprar la maquila y que se buscaría a otra persona.

Este viernes 15, las empleadas denunciaron que Antonio Bojalí aparte de que las trataba en forma déspota les pagaba cuando quería la maquila. Bojalí es yerno del director del Fideicomiso Textil en Guerrero, Federico Zorilla, quien a su vez es familiar cercano del ex secretario de Desarrollo Económico, y hoy miembro de la dirigencia del PRI en Acapulco, César Bajos Valverde.

Francisca Eva Gatica Pacheco, trabajadora de la maquiladora, dijo que con la plática que tuvieron este lunes con los funcionarios recuperan la confianza de que sus condiciones laborales sean mejores.

En estos momentos, por cada prenda que elaboran en sus máquinas se les paga a dos pesos con 50 centavos. Las 20 trabajadoras elaboran un promedio de 600 prendas diarias, y cada una de ellas perciben un salario aproximado de 500 pesos a la quincena, pero a excepción de cuatro de ellas, el resto no cuenta con seguro social, vacaciones ni otras prestaciones que marca la Ley Federal del Trabajo.

Recordó que el 13 de marzo del 2000, el gobernador René Juárez Cisneros puso en marcha esta maquiladora y desde el arranque de la empresa había 82 trabajadoras, pero que a medida que pasa el tiempo muchas han renunciado debido al poco salario que se percibe y los malos tratos que dan los empresarios que compran la maquila.

“Estamos aquí por necesidad porque la mayoría de nosotras somos mujeres solas y no tenemos quien nos mantenga, tenemos hijos a quienes mantenemos y lo que nos hacen no es justo”, aseveró una de las trabajadoras entrevistada en las instalaciones de este centro de trabajo.

“Cuando inició la empresa hasta trabajábamos los sábados y domingos y horas extras, pero como nunca nos pagaron tuvimos que laborar solamente de lunes a viernes”, expresó.