Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Alfredo Arcos Castro

Politiquería o academia

Una manera responsable de empezar a reflexionar el quehacer de la Universidad Autónoma de Guerrero es justamente en torno a la diferencia entre los proyectos que hoy en día presenta cada uno de los candidatos a la comunidad universitaria. En ese entendido, la pregunta obligada es ¿Por qué la discrepancia entre ellos? En el ámbito académico todos están de acuerdo con llevar a cabo una verdadera reforma universitaria, quieren hacer de la universidad un centro de estudios superiores de excelencia, innovadora, pertinente, moderna, critica y democrática. Todos pretenden su perfeccionamiento -proyecto académico y de investigación, ley orgánica, estatutos, reglamentos, planes y programas de estudios, eficacia y eficiencia administrativa y escolar- pero también subrayan el compromiso ético con la comunidad universitaria y la sociedad guerrerense. La institucionalidad, el estado de derecho y la lucha frontal contra la corrupción son también temas centrales de su discurso.

Para nadie es desconocido que vivimos tiempos de cambios y derrumbes de dogmas, mitos y muros. Ante tales hechos no podemos como universitarios permanecer al margen de las innovaciones políticas, económicas, sociales y culturales que se están generando a nivel global. Hay nuevos escenarios internos y externos que influyen en el devenir en nuestra realidad nacional. La sociedad civil, los partidos políticos, la iglesia, los medios, las universidades como generadoras de conocimiento, no pueden, no deben, sustraerse al hecho de que las mutaciones en curso exigen la construcción de nuevos paradigmas, métodos y nociones más acordes con la nueva realidad, la llamada globalización.

Se trata entonces de adecuar las diferentes instituciones sociales  que conforman nuestra realidad a los cambios nacionales e internacionales que imperan a nivel global: fomentar la crítica, revisar teorías, desechar uniformidades, despejar el camino de una sociedad  cada vez más abierta, tolerante, plural, fraterna y de respeto a la voluntad ciudadana. Sin duda, las universidades públicas tiene  hoy en día una gran responsabilidad: coadyuvar al fortalecimiento del nuevo régimen democrático, promover la cultura e identidad nacional. Tratar de contribuir en  la medida de lo posible en la creación de una nueva cultura política demográfica en nuestro país. Todas estas propuestas son elogiables puesto que procuran un bien a la universidad,  los universitarios y por ende a los guerrerenses. En suma todo lo anterior lo encontramos en los discursos que los diferentes candidatos nos presentan, forman parte de lo ejes programáticos de su proyecto universitario pero entonces ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué no se dio la unidad? He ahí el dilema.

La gran diferencia estriba en que el proyecto presentado por la llamada organización Alianza Estratégica Universitaria (AEU) que postula al profesor Nelson Valle es demagógico, lo que pretende en realidad es utilizar a la universidad como trampolín político. Lo que hay en el fondo de esta propuesta es una artimaña para impulsar la candidatura de Armando Chavarría para la gubernatura del estado, para cuando esto suceda. Por otro lado, el candidato Alberto Salgado Rodríguez también adolece del mismo mal. Ambas iniciativas están comprometidas con intereses externos a la universidad, ambos proyectos están ligados con políticos cercanos al poder ( Nelson Valle y Chavarría, Salgado y Sánchez Barrios) intentan manipular la voluntad de los universitarios para fines estrictamente políticos. Sin duda, esta es la gran diferencia.

De aquí se puede concluir que la candidatura de Rogelio Ortega Martínez es la que debemos apoyar, por ser universitario comprometido con  la institución, congruente con sus ideas y acciones, pero sobre todo porque se compromete a rescatar a los guerrerenses. Debemos acabar con la visión instrumentalista de la universidad que ha desviado el camino hacia objetivos totalmente políticos y extrauniversitarios. Compañero universitario la mejor opción es el FAUG, Rogelio Ortega Martínez es la esperanza, tu decides.

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