Héctor Manuel Popoca Boone

Financiamiento bancario en el medio rural

A finales del año pasado se efectuó la reunión del Consejo Consultivo Estatal del FIRA (Fideicomisos Instituidos con Relación a la Agricultura), que es la principal fuente fondeadora de recursos crediticios para las actividades agropecuarias, forestales y pesqueras que tiene el Banco de México.

Ahí expusimos que para realizar un verdadero despegue en el campo guerrerense era necesaria la concurrencia del crédito bancario; puesto que los recursos propios de los productores y los recursos públicos fiscales no eran suficientes para financiar los proyectos productivos detonadores del desarrollo microrregional, a los que tanto aspiramos concretar en el presente gobierno estatal.

Condición indispensable para que prospere el financiamiento bancario en el medio rural es que la agricultura recobre la rentabilidad perdida. Bajo el entendido que para aceptar un crédito, el productor debe de tener la mínima certeza que el negocio que va a emprender le redituará suficientes ingresos para amortizar los costos erogados, el pago del crédito y la obtención de una utilidad personal al final de cuentas. Menos, sería estar trabajando, en el mejor de los casos, para los bancos cuando no quedar endrogados.

Para que la agricultura vuelva a ser negocio, debemos abandonar la política federal de apertura indiscriminada a la aportación de productos agropecuarios, que es la que provoca el desplome drástico de los precios en el mercado nacional.

Por otro lado, en el frente interno, debemos incrementar la productividad ahí donde sea posible;  hacer la reconversión tecnológica y productiva donde sea factible; incrementar el valor agregado a los productos donde sea pertinente y consolidar esquemas y procesos de comercialización con certidumbre y precios remuneradores, es decir, producir bajo contrato o convenio, para eliminar hasta donde sea posible el intermediario innecesario. Se dice fácil, pero es todo un reto para el productor que se pretende innovador y emprendedor.

Por lo anterior hemos creado en Guerrero tres instancias que ayudarán a los productores a afrontar dicho reto: el Consejo Estatal de Agronegocios, como una instancia de convergencia y de sinergia de esfuerzos y presupuestos  institucionales; el Centro Regional Facilitador de Agronegocios que la Universidad de Chapingo establecerá en Papanoa, municipio de Tecpan, en las instalaciones en donde antes funcionaba el organismo forestal Infogro y la unidad técnica para el financiamiento rural, que se encargará en Guerrero de instrumentar la ley federal de capitalización rural de recién decreto.

Si bien es cierto que las instituciones crediticias operan con mucho tiento, en virtud de la cultura del no pago que prevalece aún en ciertos segmentos mayoritarios de productores rurales, producto de una actitud paternalista, creada y fomentada en tiempos atrás y que debemos erradicar, también no menos cierto es la precaución y el temor de los productores de obtener créditos, por los engaños financieros y las drogas bancarias exorbitantes e impagables que les han impuesto y provocado al elevar inmisericordemente las tasas de  interés por motivo de las recurrentes crisis financieras y devaluaciones monetarias que hemos padecido en el país.

Para productores como los de estas tierras del sur, los créditos deben ser acompañados, permanentemente, con esquemas de capacitación y de asistencia técnica cuyos costos no sean cargados al crédito en un primer momento; además de la inducción y adopción de procesos tecnológicos que impacten positivamente en la productividad. Ejemplos exitosos de este tipo de transferencias de tecnologías lo constituyen: la labranza de conservación en las prácticas agrícolas y el pastoreo tecnificado en las prácticas ganaderas.

Oportunidad sin igual se les presenta a las y los productores rurales quienes tienen derechos dentro del Procampo, a partir de la emisión de la ley de capitalización por medio de la cual podrán, en el presente, acceder a que se les entregue en una sola exhibición, los recursos económicos que recibirían en los siguientes 5 años, siempre y cuando tengan un proyecto viable, productivo y de capitalización creciente. El secretario de Agricultura del gobierno federal, Javier Usabiaga, se comprometió a que Guerrero fuera uno de los primeros estados de la república en donde entrara en operación inmediata.

El gobierno de René Juárez por su parte persistirá en seguir apoyando, junto con los gobiernos municipales, la creación de Fondos de Garantías Líquidas Municipales, los llamados FINCAS municipales, de un millón de pesos; así como los fondos de aseguramiento para que les permitan a los productores rurales beneficiarios apalancar y respaldar sus operaciones crediticias con los bancos cuando no cuenten con garantías de arraigo o hipotecarias. Lo anterior, siempre en un marco de suma honestidad, transparencia y pertinencia en la gestión, operación y aplicación de los créditos.