Juegan cinco guerrerenses el partido de su vida en la liguilla de segunda división

Guillermo Cassani Calva

Chilpancingo

Cinco guerrerenses participan en la Liguilla de la Segunda División profesional de futbol. Quizá sin los reflectores de los jugadores de Primera o la Liga de Ascenso, pero igual de valiosos porque ellos también rompieron las barreras del llano para enrolarse en el futbol profesional.
La mayoría proviene de municipios que normalmente no aportan jugadores a los altos vuelos. Por ejemplo, Alonso Jaime Hernández Cano, jugador de los Ocelotes de la Universidad Autónoma Chiapas, es hoy por hoy el orgullo de La Unión, en la Costa Grande, a pesar de que la actividad deportiva está dominada por el básquetbol.
A sus 25 años fue acogido por el equipo chiapaneco para encarar el torneo de Clausura 2012 de la Liga Premier de la Segunda División. Pronto se hizo de la titularidad y con mil 70 minutos es el guerrerense con más tiempo en la fase regular.
El nativo de la Costa Grande no jugó en la derrota de su equipo 1 – 0 ante los albinegros de Orizaba en el juego de ida de los Octavos de Final, por lo que el próximo sábado tendrán que ir a Veracruz a ganar por dos goles de diferencia si los Ocelotes quieren seguir con vida.

César Hugo Jijón Santos

El nacido en el municipio de Florencio Villareal, juega en el duro y exigente Tecamachalco. Este mediocampista de 23 años tiene un reto muy complicado: tendrá que luchar sin cesar para acomodarse en un plantel que es el actual subcampeón y que está repleto de jugadores con buen cartel.
Llegó en esta temporada y hasta el momento acumula pocos minutos con la Banda Naranja, pero la buena noticia es que el técnico, Ricardo Fernández Ornelas, lo utilizó en el empate a uno que le sacaron a Unión de Curtidores de León, por lo que el próximo sábado en el estadio Neza 86 deberán empatar o ganar por cualquier marcador para avanzar a los Cuartos de Final de la Liga Premier gracias a su mejor posición en la tabla.
Por otro lado, también están los dos representantes de Chilpancingo, ambos de vocación defensiva; Daniel Suárez Miranda, quien porta la playera 33 de los Bravos de Nuevo Laredo, mientras que Fernando Bello Juárez se desempeña en las Ballenas de Galeana, Morelos.
Daniel Suárez debe su formación a las fuerzas básicas del Club Santos Laguna. En esta temporada llegó a los Bravos de Nuevo Laredo para continuar con su sueño profesional. Su equipo cayó 2–0 ante los Patriotas de Córdoba, el próximo sábado estarán en casa para tratar de resarcir el daño. Necesitan ganar por dos goles o más para avanzar a la siguiente ronda. A sus 20 años El Chilpo Suárez es el represente de Guerrero más joven en la Premier.
Por su parte, Fernando Bello es un prospecto  interesante por su buen físico y presencia en la cancha. Cosechó 720 minutos en el actual torneo. Al igual que Daniel Suárez su equipo también cayó 2-0 ante Deportivo Tepic. El próximo sábado en casa, en el Mariano Matamoros de Xochitepec, Morelos, irán por un par de goles para llegar a los cuartos de final.
Los representantes del futbol capitalino tienen una complicada misión, pues Chilpancingo no sólo adolece la sequía de agua, sino también la de jugadores. Es preocupante porque aunque hay talento, en pleno siglo XXI adolece de un programa municipal que los busque para apoyar a futbolistas amateur, por lo que el camino  para llegar a la Primera División sigue siendo incierto y lleno de tropiezos, aunque no por ello estos jóvenes dejan de cifrar esperanzas.
Un selectivo guerrerense no se completa sin un representante acapulqueño, José de Jesús Reyes Blas viajó del sur hacia el noreste del país para defender la playera del Tampico Madero, equipo que en la década de los 80  alcanzó dos subcampeonatos en Primera División, el Prode 85 y el México 86.
26 años después, la Jaiba Brava y el guerrerense buscan la Liga de Ascenso, aunque la misión es complicada, porque en el juego de ida perdieron 2-0 ante la Universidad Autónoma de Chihuahua en calidad de locales. Por lo que tendrán que ir al Olímpico Universitario a golear a los chihuahuenses.
La garra, el esfuerzo de cinco guerrerenses que continúan con destino a la Liga de Ascenso y Primera División no será fácil. Están obligados a otorgar resultados  y cambiar la mentalidad de jugadores acostumbrados al llano, a pesar de contar con buenas condiciones futbolísticas.
Todos cuentan con menos de 25 años porque el tope de edad así lo marca, unos se desempeñan como defensas, medios o delanteros. En la Liguilla jugarán los partidos de sus vidas para hacerse de un nombre en esta liga que no es tan publicitada.
Para algunos dentro de poco se les verá peleando la posibilidad de ganar un título o jugando alguna copa internacional. Todos quieren las grandes ligas, pero hay un tiempo para todo.