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Contra la recomendación de la Codehum, sigue en funciones el comandante Herrera

* El organismo oficial de defensa de los derechos humanos considera incumplida la recomendación 28/2001 contra el actual comandante regional de la PJE en Acapulco y otros cuatro comandantes, jefes de grupo y agentes, responsables de torturar al preso Omar Guerrero

Jorge Nava * La Procuraduría General de Justicia del Estado no ha cumplido la recomendación 028/2001, sobre la destitución definitiva del comandante regional en Acapulco de la Policía Judicial del Estado Guadalupe Herrera Sánchez, como responsable de la detención arbitraria y torturas en año pasado al preso Omar Guerrero Solís, informó la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum).

El presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, el 8 de octubre de 2001 recomendó al procurador general de Justicia en el estado (PGJE), Rigoberto Pano Arciniega, la “destitución definitiva” del comandante regional de la PJE en Acapulco, Guadalupe Herrera Sánchez, dos jefes de grupo y dos agentes operativos dada la gravedad de los actos cometidos en la violación de los derechos humanos de Omar Guerrero Solís (actualmente presidente del Comité de Presos Políticos y de Conciencia del Cereso de Acapulco) al “torturarlo físicamente y causarle lesiones”, al detenerlo por el delito de secuestro en Ciudad Altamirano.

Entrevistado ayer al respecto el coordinador regional de la Codehum en Acapulco, Ramón Navarrete Magdaleno, aseguró que la recomendación fue aceptada por la PGJE, pero el cumplimiento fue parcial porque también se le sugirió la destitución de todos los implicados en ese asunto. Sin embargo, Herrera Sánchez sigue como comandante regional en Acapulco, uno de los puestos más importantes de la PJE.

La Codehum remendó a Pano Arciniega, mediante el oficio de fecha 8 de octubre del 2001, “iniciar procedimiento administrativo disciplinario de investigación y se les imponga una sanción, siendo procedente a juicio de esta comisión y así se le sugiere la destitución definitiva del cargo dada la gravedad de los actos cometidos en la violación de los derechos humanos, al torturarlo y causarle lesiones, debiendo anotar la presente resolución en sus expedientes personales para que obre como expediente negativo”.

Al respecto la coordinadora de Comunicación Social de la PGJE, María Guadalupe Hernández Rodríguez, envió este viernes a esta redacción una carta aclaratoria a una nota del jueves 7, en la que el coordinador de la Codehum dice que está pendiente de cumplimiento la recomendación 28/2001.

Réplica de la PGJE

La funcionaria expone que para que “no se mal informe a la ciudadanía”, la dependencia, el 28 de noviembre del año pasado, dio respuesta a la Codehum, donde le comunica que es aceptada la recomendación y que por tal razón se giraron las “instrucciones necesarias”, pues a través de la Contraloría Interna de esa dependencia motivo el inicio del proceso administrativo disciplinario número C1/174/2001 contra Herrera Sánchez, Ramón Tapia Gómez, Rodolfo Suástegui Zambrano, Salomón Herrera Arizmendi y Alfonso de la Paz Sánchez, comandantes, jefes de grupo y agentes de la Policía Judicial del Estado por “probables irregularidades en el ejercicio de sus funciones”.

Navarrete Magdaleno indicó que hubo aceptación por parte de la PGJE, pero no cumplen al 100 por ciento porque no se ha dado de baja a los señalados sino que procede administrativamente, lo cual significa que el acatamiento es “parcial”.

En esa ocasión y como se informó el 24 de octubre del año pasado en El Sur, la conclusión de la Codehum fue que determinó que los judiciales torturaron a Omar Guerrero y recomendó el cese definitivo de dichos policías.

Aunque la queja por detención ilegal no procedió debido a que fue a consecuencia de una orden de aprehensión girada por un juez, sobre la del testimonio de los familiares del secuestrado.

El detenido tampoco acreditó con pruebas documentales si en verdad se llama Omar Guerrero o Ramiro Salgado López, presunto integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

Según el expediente, una vez detenido Guerrero Solís, según el expediente 051-II/2001, fue identificado por Leonardo y Santos Perea Santoyo, a través de la publicación de un diario de Tierra Caliente, como el autor del secuestro del maderero Serafín Perea Santoyo, plagiado en el aserradero del Ejido del Coacoyul, en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, de quien cobraron un rescate de 500 mil pesos. Aquí fue acusado de pertenecer al EPR y de ser el comandante Ramiro, fue puesto a disposición, estando recluido por el comandante de la PJE José Trinidad Zamora Rojo.

Los jefes de grupo, Ramón Tapia Gómez y Rodolfo Suástegui Zambrano; los agentes Salomón Herrera Arizmendi y Alfonso de la Paz Sánchez también son parte de la recomendación 028/2001, Codehum-CRTC/020/2001-II, que emitió el presidente Juan Alarcón el pasado 8 de octubre, para que sean destituidos definitivamente a raíz de una queja presentada por la esposa del quejoso, Gloria Vida Santana, por detención arbitraria, tortura y lesiones, agregando que dicha resolución deberá anexarse a sus expedientes personales “para que obre como antecedente negativo”.

La Codehum documentó las torturas

Según testimonio de Omar Guerrero, que levantó personal de la Codehum, en la clínica de Especialidades Médicas Tierra Caliente los judiciales “lo torturaron echándole agua mineral con salsa picante por las fosas nasales, golpearon la cabeza, los oídos con ambas manos y con los puños cerrados en el abdomen, piquetes en las piernas, testículos, plantas de los pies –sin saber con qué lo picaban– que le ponían una franela o trapo en la boca, motivo por el cual no pudo respirar quedando inconsciente.

“Se practicó exploración física y corporal, descubriéndose con detalles las lesiones que se le percibían, en esa misma fecha se le tomaron 12 fotografías en las que se aprecian las lesiones”, dijo la Codehum.

Al rendir su informe el comandante Guadalupe Herrera al coordinador de la Codehum en la región de Tierra Caliente, Policarpio Gatica Ramírez, aseguró que a Ramiro Salgado López, “quien también se hace llamar, Omar Guerrero, no se le detuvo arbitrariamente sino en cumplimiento de una orden de aprehensión relacionada con la causa penal 161/2000”. También negó las torturas.

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