Insta la Liga Árabe a acelerar el envío de observadores a Siria; reportan 102 muertos

DPA

El Cairo / Damasco

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, instó ayer a su par de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a acelerar el envío de observadores del organismo internacional que tendrán a su cargo la supervisión del alto el fuego en Siria.
“La ONU está dudando de si enviar los observadores a Siria”, apuntó Al Arabi en la sesión de inauguración de un encuentro de ministros del Exterior árabes en El Cairo. Pero “la violencia y la matanza en Siria no han llegado a su fin”, alertó.
Al Arabi le propuso que la ONU enviara personal de monitoreo que ya se encuentra estacionado en Cercano Oriente.
La Liga debatió ayer el caso de Siria, dos semanas después de que se acordara un alto el fuego en el país con la mediación de la ONU.
Al Arabi indicó que la organización celebrará un encuentro con agrupaciones de oposición sirias el 16 de mayo. “Nuestros esfuerzos siguen apuntando a unificar las filas de la oposición (siria)”, destacó.
Según fuentes internas del organismo, la Liga también debatirá los actuales conflictos que sufre la región de Sudán.
A comienzos de esta semana en Nueva York, funcionarios de la ONU indicaron que 11 de los 30 miembros previstos para integrar el equipo de avanzada de observadores militares desarmados para monitorear la tregua en Siria ya están en el lugar.
Naciones Unidas informó que el resto y el jefe militar de los observadores arribarán a Siria el lunes.
El sábado, el Consejo de Seguridad de la ONU amplió el número de observadores a 300. Los primeros 100 serán desplegados en el plazo de un mes. Para los estándares de la ONU, el despliegue de los observadores del cumplimiento de la tregua en Siria ha sido más rápido de lo normal, ya que el proceso de creación y envío de operaciones de pacificación por lo general lleva meses.
Sin embargo, la tarea de los observadores desarmados de la ONU que fueron enviados a Siria para controlar el alto el fuego parace cada vez más una “misión imposible”. Sus miembros corren riesgo porque se usan armas pesadas en el conflicto.
El gobierno se reserva el derecho además de rechazar a observadores de naciones que han criticado al régimen de Bashar al Assad.
Tras informaciones sobre un baño de sangre en Hama fueron destinados allí de forma permanente dos enviados, al igual que se había hecho antes con Homs. Un portavoz de la misión dijo que cuando haya más observadores sobre el terreno se hará lo mismo en las provincias de Daraa e Idlib.
El martes murió en Duma, en las afueras de Damasco, un trabajador de la Media Luna Roja. Los observadores de la ONU se mueven en vehículos blindados cuyo transporte a Siria fue muy costoso.
En tanto, en Siria continúa la violencia. Este miércoles murieron 102 personas en diferentes partes del país, según informa ayer la oposición.
Tan solo en la ciudad de Hama perdieron la vida 71 personas al impactar un misil una vez caída la noche, de acuerdo con estas fuentes.
La mañana de ayer perecieron al menos siete personas en ataques de los militares, dijo a dpa el opositor Omar Homsi. Tres murieron en una protesta antigubernamental en la ciudad de Alepo, tres en el área este de Deir al Zur y un hombre en la central provincia de Homs.
Por su parte, la estatal agencia de noticias Sana publicó fotos de niños gravemente heridos a los que presenta como víctimas de “una banda terrorista”. Según Sana, un explosivo estalló por error en un taller de fabricación casera de bombas en Hama y causó la muerte a 16 personas.