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Adeuda El Presidente 700 mil pesos de predial, reconoce García-Pimentel

* A pesar de un convenio que se firmó con el ayuntamiento para descontar multas y recargos, sin avisar nos intervinieron la caja, señala 

Raquel Santiago n El gerente general del hotel El Presidente, Rafael García-Pimentel Caraza –quien también preside la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA)– reconoció el adeudo de la hospedería por la omisión de pago del impuesto predial.

Asimismo, aseguró que el monto del adeudo es de 700 mil pesos, a pesar de que extraoficialmente se ha informado que asciende a 4 millones mil 989 pesos.

Consideró como “algo común” la omisión del sector hotelero en el pago de impuestos al ayuntamiento y a bancos, debido a los problemas financieros que atraviesan los empresarios por el decremento de la actividad turística.

Entrevistado en su oficina, el presidente de la AHETA reconoció que la administración municipal intervino la caja general de ingresos, aunque dijo que el adeudo es de 700 mil pesos derivado de dos años y medio, el cual para saldarlo, dijo, desde hace cinco meses se solicitó un convenio.

Indicó que hasta la semana pasada esperaba la firma del acuerdo para saldar el adeudo, en el cual se había previsto descontar las multas y recargos cuando “sorpresivamente nos intervinieron la caja”.

Insistió que siempre ha habido una actitud de pago porque “a pesar de tener problemas financieros por el tema de las ocupaciones, no nos exime de las obligaciones (tributarias)”.

Argumentó también que problemas como la omisión de impuesto no son exclusivos de El Presidente, porque “en concreto diferentes hoteles tienen problemas con el predial, Infonavit, además de la banca”, derivado de la devaluación de hace seis años y ahora “estamos pagando las consecuencias” cuando “tuvimos un mal fin y principio de año, lo que nos obliga a hacer convenio, lo cual no significa que los hoteles estén en quiebra, sólo es algo común”.

García-Pimentel Caraza atribuyó la acción a “un mal entendido debido a los cambios” derivados del permiso para retirarse del cargo como titular de Administración de Carlos Alvarez Reyes, al asumir como encargado de despacho Enrique Pasta Muñúzuri, en este mismo mes.

Aseguró “no debe estar enterado el ingeniero Pasta (Enrique), con toda seguridad”.

Dijo que para contrarrestar la acción legal del ayuntamiento, sus auditores negocian que se concluya el convenio.

Argumentó que debido a los gastos en remodelaciones del hotel se omitieron los pagos, pero reiteró: “Tenemos la intención de pagar”. Dijo además que tampoco interpusieron algún inmueble como fianza antes de proceder al embargo.

En cambio, negó que la acción afecte su imagen al ser el presidente de la AHETA, al asegurar que “me colocaría en una intención incómoda si no fuera a pagar por ello la negociación”, además consideró que su posición en la más importante asociación empresarial turística del puerto “es cosa distinta” porque como ejecutivo “reconozco la deuda pero la saldaré, si fuera el caso contrario entonces estuviera amparado, con juicios y en busca de no pagar. No es mi decisión ni he peleado la base gravable como lo han hecho otras empresas que no son hoteleras, yo no lo peleo, no tenemos recursos pero acudimos al convenio”.

Dentro de los antecedentes el dirigente hotelero estuvo amparado contra el Fideicomiso del Impuesto sobre el Hospedaje, el cual la AHETA genera, así como de las acusaciones del director de Turismo Municipal, Ignacio Terrazas Sánchez, quien aseguró que El Presidente no paga el consumo por concepto de agua potable –mediante el cual se recaba el Fideicomiso Proturismo, recientemente retirado de la OCVA–, de lo que el ejecutivo sólo reconoció que contrata el servicio de pipas para riego de las áreas verdes.

Aunado a los reportes de la Secretaría de Protección Civil, que colocan a la hospedería como una de las más inseguras del puerto al no tener medidas obligatorias como área de seguridad, hidrantes, además de contar con extintores descargados.

Según las versiones extraoficiales, el adeudo inicial de la hospedería, derivado del impuesto predial, era de 400 mil pesos, sin embargo la cifra ascendió hasta a un millón 387 mil 713.60 pesos por haberse acumulado el pago del primer bimestre al sexto, de los años 1997, 1998, 1999 y 2000, más la multa, actualización y gasto de ejecución.

El 7 de diciembre de 2000, Rafael García-Pimentel se reunió con la autoridad municipal y mediante un convenio le autorizaron el pago del adeudo en tres parcialidades, los cuales nunca los realizó.

Después en enero de 2001 recibió una notificación del crédito y optó por ampararse. Durante ese proceso el ejecutivo debió garantizar el interés fiscal del crédito a través de una afianzadora, pero se canceló por falta de garantías.

El 22 de enero de 2002, la autoridad municipal procede a embargar al deudor con la intervención de la caja como último recurso y parte del proceso legal, asimismo la misma autoridad fiscal designa a una responsable que estuvo presente en el hotel del 22 al 24 de ese mismo mes, para intervenir el 10 por ciento de los ingresos.

A la fecha el adeudo asciende a un millón 507 mil 862 pesos con 60 centavos.

La hospedería también adeuda el pago de derecho por uso de zona federal, por concepto de dos millones 494 mil 126 pesos, con 94 centavos, derivado de la suma de multas, actualización, recargo y gastos de ejecución. Este adeudo se originó desde 1996 al 2000.

Del año pasado tiene un adeudo de 287 mil 359 pesos con 21 centavos, del segundo al sexto bimestre. La intervención de la caja general de ingresos está sustentada en el Código Fiscal, la Ley de Hacienda y de Ingresos.

De no saldar el adeudo final, entonces el ayuntamiento puede embargar la hospedería, “pero espero que no sea la intención del ayuntamiento”, dijo Rafael García-Pimentel.

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