Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

María de la Luz Núñez Ramos y Arturo Martínez Nateras

Evaristo, invicto luchador político

(Tercera de tres partes)

Evaristo Pérez Arreola es un concertador fisiológico, vocacional. Promueve la victoria de México y para ello no repara en riesgos. Sembrador de innovaciones no cosecha laureles, ni posiciones, ni monumentos. Lucha por convicción. No busca ni reconocimientos, ni beneficios, ni homenajes. Es un hacedor de realidades, de sueños, de utopías y de ilusiones. Pone sobre el tapete su nombre, su prestigio, su honra para romper dogmas, inercias y modificar la coyuntura y la realidad. Vive y protagoniza decisiones sumamente polémicas y debatidas. Como aquel pronunciamiento sobre el 10 de junio; como aceptar el micro incremento del 1.5%; como el registro del PCM, como la idea de la concertación y de gobernar con todos y para todos, como su aceptación de asesorar a Salinas, como su respaldo a Manuel Camacho y el llamado a votar por Fox. Ningún político es monedita de oro y Evaristo nunca tuvo miedo de arriesgar para renovar y crear las condiciones del nuevo México.

México es hoy lo que es, por la obra y la vida de seres tan inmaculados como Evaristo. El es un hombre en la historia de México. Acuña ocupa un gran espacio en su corazón. Va y viene como una rutina normal. No le importan ni la distancia ni las fatigas. Gestiona por Acuña y por los acuñenses con y sin cargo. Acuña no es concebible sin Evaristo quien es su personaje más importante. Ciudad Acuña es antes y después de Evaristo.

Buscó 4 veces la alcaldía. Gobernó de 1991 al 93. La obra de su gobierno inunda el panorama. Hizo tanto como nunca jamás nadie había hecho y como nunca jamás nadie hará, sin recuperar el método, las formas y los hábitos suyos de gobernar. Acuña llora el viaje a la historia de Evaristo pero él siempre estará presente en cada niño y en cada joven con oportunidad de educarse, en la nueva personalidad urbana del centro y de las avenidas, en los monumentos y los teatros, en las vialidades, en las colonias, pero sobre todo en al alma de Acuña pues escuchaba y resolvía siempre con amor y predilección por los más pobres. Evaristo es acuñense de talla universal, coahuilense de estatura nacional.

Evaristo hace de la generosidad y de la solidaridad uno de sus valores vitales. Los compañeros de Refrescos Pascual, los huelguistas de Nacozari, el movimiento chicano, los estudiantes, los electricistas, todos tenemos algo que reconocerle.

Nunca nadie que le pidió la mano se sintió solo y nunca nadie se fue sin una respuesta o con las manos vacías. Uno y millones fuimos objeto de su generosa entrega. Él da. Él nunca pide para él. Él gestiona para todos y afronta las adversidades solo.

Nosotros como familia existimos gracias a su apoyo, casi como hijos cuando el acoso de los malosos de la izquierda dogmática y cuando los secuestros de 1985. Él quiere más a los más que son quienes menos tienen. Los más son quienes más lo quieren. Todos lo respetan.

Él nunca tuvo enemigos. Rivalizaba con respeto y lo combaten únicamente las microcamarillas de los pocos privilegiados de izquierda y de derecha.

Todo cuanto ha hecho amerita conocimiento, divulgación, preservación, acceso. Su obra es un patrimonio público y crear una fundación para tales fines será un gesto de gratitud de todos nosotros a nuestro andariego amigo.

Evaristo sabía muy bien su situación. Afrontó el viaje a la vida con una ejemplar entereza, con valor, con orgullo, con dignidad. Evaristo vive para educar y educa para vivir. Funda el Ceepstunam pero su ejemplo es más pedagógico.

Lucha para vivir. Se expone a la extirpación de los riñoness maltrechos, recibe la donación heroica y el 8 de enero de 1993 en el Hospital del INN realizan un trasplante exitoso que le permite seguir haciendo todavía nueve años más. Y luego la volcadura del 6 de enero del 94 y la fractura de la cadera el 13 de diciembre de 1999.

Antes un aparatoso choque en las calles del DF y muchas adversidades más, pero él todo lo encaraba alegre, de frente, valiente y con unas ganas y un amor por la vida incomparables. Orador y agitador, dialogador y platicador educativo, pedagógico, convence, enamora almas, trasmite ideales y convicciones y la providencia le ofreció la oportunidad de preparar a sus seres queridos.

Para Evaristo la familia lo es todo, todo y por encima de todo. Don Jesús y Doña Irene los padres adorados. Evaristo es hermano padre de Manuel, del Chato, del Güero de Jesús, suegro consentidor de Teté, de Memo, de Carlos, de Raúl; abuelo de sus apenas 10 nietos idolatrados. Graciela es el amor de siempre y para siempre. Chela: Nosotros y todos sabemos el inconmensurable amor de Evaristo por su adorada Chela Rivera.  Muchachos: Lenin Evaristo, Olimpia, Natasha, Tania. La vida les obsequió compartir las alegrías, las penas, los éxitos y los fracasos, el calor humano, el amor de un ser excepcionalmente amoroso que amó al amor. Atesoren el orgullo de ser lo que son y de tener la sangre que circula por sus venas.

Vamos juntos a seguir viajando con nuestro amado Evaristo. Él es una estrella nueva, un sol, un faro. El corazón de Acuña, de los universitarios, de millones de mexicanos es el corazón de Evaristo.  Evaro supo sembrar sin buscar trascender y trascendió.

Evaristo sembró sin esperar cosechar y cosecha nuestro amor. Evaristo luchó por el amor al pueblo, sin buscar palmas y hoy lo acompañan las palmas del pueblo. Evaristo hizo, sin aspirar a monumentos ni reconocimientos y lo acompaña el reconocimiento de todos y pronto le edificaremos un monumento.

Ánimo todos. Aún queda mucho por sembrar. Aún tenemos mucho por qué luchar. Intentemos el milagro de ser como quiere Evaristo que seamos.

Evaristo vive.

Evaristo vivirá.

Evaristo son todos ustedes y somos todos nosotros.

Evaristo siempre presente.

¡Que viva Evaristo!

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