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Campesinos toman oficina de CFE en El 30; protestan por los altos cobros

* Destacan, entre los casos expuestos, el de Julio Antonio Torres Gómez, quien tiene una miscelánea y a quien la paraestatal cobra 26 mil 255 pesos por el último bimestre de 2001, cuando lo que paga usualmente es entre 800 y mil pesos, y el de Adriana Escalona Torres, dueña de un molino, a quien le facturó 37 mil 523 pesos, cuando lo más que había pagado son mil 500 pesos

Maricela Santos * Un centenar de habitantes de los poblados Kilómetro 30, Xolapa, Ejido Nuevo, Piedra Imán y Las Joyas cerraron por dos horas la caja de cobro de la agencia que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene en el primero de éstos, en protesta por los altos cobros que les llegaron en sus recibos del último bimestre del año pasado.

Agrupados en el Frente Amplio de Consumidores (FAC), decenas de mujeres y hombres de campo del Acapulco rural se manifestaron pacíficamente en las pequeñas oficinas con sus recibos en mano, sin pancartas y sin más discurso que su queja porque sus recibos domésticos que deberían pagar este mes muestran el doble de lo que pagan normalmente, aunque en algunos casos mucho más que eso, como uno que pasó de los 300 a los 26 mil pesos.

Exigieron la reparación de la postería de Kilómetro 30, pues cerca del tanque de agua y de la tienda Diconsa hay postes de madera viejos a punto de caerse por el mal estado en que se encuentran, y exigieron al administrador de la agencia, Eduardo Herrera Salcido, que busque la manera de frenar los frecuentes apagones que dañan los pocos artefactos que tienen o descomponen los pocos alimentos que guardan en sus refrigeradores.

A las 10:00 horas de ayer, en las afueras de la oficina de la CFE, se dieron cita los asesores del FAC, José de Cádiz Molina, Raymundo Paulo Vázquez, Saúl Abarca Palma y Vicenta Arizmendi Dorantes, quienes firmaron un escrito dirigido al superintendente general de la zona Acapulco, Gabriel Pérez Pérez, para quejarse por “la alteración de facturas, burocratismo y la negligencia administrativa, y por si esto fuera poco por el pésimo servicio de alumbrado público e instalaciones que provocan que al menor motivo nos quedemos sin luz y se deterioren nuestros aparatos o descompongan nuestros alimentos”.

En el documento y ante Herrera Salcido señalaron que el descontento deriva de que cuando van de manera independiente los consumidores a quejarse no los atienden, y acusaron de “déspota prepotente y arbitrario, que nunca escucha las quejas o lo hace de muy mala manera”, al administrador de la agencia de Kilómetro 30, de quien en su pliego petitorio pidieron como primer punto su destitución.

El acusado argumentó que sus labores son las de coordinar los trabajos de la dependencia y que existe un área específica de atención al cliente, aunque aseguró haber atendido a algunos, como a la comisaria municipal de Xolapa, Filiberta Casarrubias Gómez, quien reclamó en la manifestación el elevado cobro de los seis focos de la capilla de aquel poblado, el cual en este periodo llegó a los mil 481 pesos, cuando habían pagado antes 161 pesos, según consta en el recibo anterior, que mostró.

En el pliego manifiestan que por “los robos descarados” de la CFE, “el consumidor tiene que decidir entre comer o pagar la luz”, y pidieron a la paraestatal que forme una comisión para analizar caso por caso y exponer a los consumidores la manera de tener tarifas más justas y acordes a su economía.

Como de Cádiz y Filiberto Zamora administran tiendas Diconsa, piden en el pliego la restitución de la tarifa doméstica a estas tiendas, que supuestamente fueron canceladas por el administrador Herrera Salcido, quien explicó que no existe decreto o acuerdo oficial para ello, en virtud de que éstas cotizan en tarifas comerciales porque se dedican al comercio.

Una comisión de representantes fue recibida a las 11 de la mañana por Herrera Salcido y por el gerente del área comercial de CFE en la zona Acapulco, Salvador Segueda. Pero desde el comienzo los inconformes solicitaron la intervención directa de Pérez Pérez para resolver. El directivo no se presentó, pero al mediodía envió en su representación a Salvador Ruiz Aparicio y Alejandro Ortiz Molina, jefes de oficinas de la zona B, según acreditaban en gafetes. La gente no quiso hablar con ellos, aunque sí les expusieron el conflicto y dieron una relación de representantes por poblado y colonia afectada.

Herrera Salcido expuso que la CFE ha atendido a los consumidores y que en consideración a sus pocos recursos económicos ha visto la opción de que cubran sus recibos en pagos módicos para no cortarles el suministro, pero de Cádiz alegó que el problema central es el alto cobro injustificado y pidió una explicación sobre la forma en que fijan las tarifas. En respuesta Herrera Salcido le explicó que los poblados del área están dentro de las tarifas 1B, que son domiciliarias y de sitios con temperaturas de más de 28 grados, a las que se les subsidia durante los meses de verano pero se les cobra “lo normal” en invierno, “y por eso sienten que se duplica”.

Salvador Segueda pidió un listado específico de las inconformidades del FAC para poder atenderlas, y en ella se anotaron los comisarios municipales de Ejido Nuevo, de Xolapa y de Las Joyas, junto con una decena más.

Después de tres horas de protesta, y dos de toma de la caja, se retiraron del lugar y acordaron hacer un mitin mayor el próximo lunes a las 10 horas, hasta lograr su cometido. También convinieron cesar el pago de recibos hasta que la CFE dé solución.

Entre los casos de inconformidad, destaca el del campesino Marcelino Cruz Martínez, de 73 años, que habita en el poblado de Ejido Nuevo y que debe pagar a la Comisión 500 pesos cuando apenas tiene un solo foco, y carece de aparatos eléctricos.

Otro más es el de Julio Antonio Torres Gómez, quien tiene una miscelánea y su recibo del bimestre fue de 26 mil 255 pesos, cuando lo que paga usualmente es entre los 800 y mil pesos, según narró. O la dueña de un molino de El 30, Adriana Escalona Torres, a quien le facturaron 37 mil 523 pesos, cuando lo más que había pagado son mil 500 pesos. Severiano Damián Hernández, de 53 años, vive en la colonia Pedregal y trabaja de auxiliar de albañil, y quien debe de pagar mil 604 pesos, “cuando apenas y tengo un refrigerador que me regaló uno de mis hijos hace dos años; pero si es así de caro pues ni modo, yo no tengo para pagar tanto, no me niego a pagar, pero en mi casa no tenemos ni licuadora, porque a veces ni para comer bien tenemos”.

Otro caso es el denunciado por Heberto Rodríguez Sosa quien cuida una propiedad de Telésforo Ocampo Bustos, su cuñado, quien trabaja “en el norte” y a cuya casa abandonada llegó un recibo de 400 pesos cuando la cantidad más alta que se había pagado por la deshabitada vivienda eran 211 pesos.

A la señora Evelia García Salazar, quien vive en El 30, la CFE le requiere el pago de mil 349 pesos, cuando en su vivienda sólo habita ella y su esposo, de ocupación campesino, “y con lo mal pagado que está el limón, con lo que se echó a perder de maíz porque no llovía, pues no tenemos dinero, y el que sacamos es apenas para irla pasando, no para pagar lujos como la luz, que de a como nos llega es un lujo”.

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