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En llamas, agentes de la PGR saltaron de la nave y se revolcaban para salvarse

* Lo que vieron testigos del avionetazo

De la corresponsalía, Chilpancingo * La tranquilidad y la monotonía de los habitantes de la colonia San Rafael se rompió la mañana de este martes.

“Yo apenas había llegado de comprar las tortillas, entré a la cocina y escuché un estruendo seco”, dice María Teresa García, una señora que vive frente a la aereopista.

Acompañada de un joven, la señora ve con azoro la inusual movilización policiaca y militar que acordonaba la zona donde había ocurrido el avionazo.

Eran las 9 con 20 minutos, efectivos del Ejército ya tenían todo acordonado.

“Oigan no sean ojetes, dejen entrar, es nuestro trabajo”, gritaban los reporteros que estaban atrás de la malla ciclónica. Los soldados ni se inmutaban.

Adentro, había agentes de Gobernación, funcionarios del gobierno estatal y algunos reporteros que se colaron.

Unos metros más adelante, adentro de la aereopista estaban las partes destrozadas del fuselaje de la avioneta Cessna que a las 8:45 se estrelló contra la malla ciclónica y un muro de contención que hace seis meses ordenó construir el gobernador René Juárez Cisneros como una medida de seguridad.

Y es que la avioneta Kair 300 color café que utiliza el mandatario estatal es una aereonave que en nada se compara a las frágiles Cessna que son ocupadas por los pilotos y elementos de la recién creada Agencia Federal de Investigaciones de la PGR para realizar acciones contra el narcotráfico.

“Estamos jodidos, no tenemos adiestramiento, carecemos de un salario justo para mantener a nuestras familias con decoro y aparte las aereonaves se encuentran en malas condiciones”, reveló un piloto aviador.

La Dirección de Aeronaútica Civil de la SCT había recomendado que esa barda no se construyera porque creaba condiciones de una mayor turbulencia y eso es peligroso para las aereonaves a la hora de despegar o aterrizar.

Los bomberos nunca llegaron

Andrés Gutiérrez, reportero de nota roja del  periódico vespertino La Tarde fue uno de los primeros en llegar al accidente a la aereopista y relata que cámara en mano empezó a tomar fotos de las escenas del accidente.

“Mí cámara tomó muchas escenas de los judiciales que envueltos en llamas se revolcaban en el suelo para ya no quemarse, era una cosa indiscriptible que en estos momentos que lo cuento me da miedo”, señala el reportero.

Gutiérrez continuaba con su trabajo cuando un grupo de efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones se percató de su presencia y con violencia le arrebataron su cámara digital.

A los pocos minutos, los agentes de la Agencia Federal de Investigaciones le entregaron la cámara a Andrés, pero sin el disket.

Y es que, dijo Gutiérrez, “yo junto con el compañero Manuel (otro reportero de nota roja) llegamos primero al lugar de los hechos y recabamos la información”.

Los compañeros de los que recien habían sufrido el accidente aterrizaron sin problemas en una avioneta Cessna en la misma pista. Ambos grupos de jóvenes entre 22 y 28 años de edad que venían en distintas avionetas se vieron en las instalaciones de la PGR en la ciudad de México antes de abordar sus respectivas aereonaves.

Uno de los primeros funcionarios estatales que arribaron a la aereopista fue el procurador de Justicia del Estado, Rigoberto Pano Arciniega. El alcalde José Luis Peralta Lobato llegó, pero él igual que a muchos periodistas, el Ejército mexicano y la Policía del Estado no le permitieron la entrada.

Los que ni siquiera se aparecieron para realizar tareas de rescate o sofocar el fuego fueron los Bomberos.

El gobernador René Juárez Cisneros arribó al lugar cerca de las 11:30, luego de que le avisaron que llegaría el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha.

“Fue una cosa muy lamentable, pero las investigaciones las va a realizar el gobierno federal”, expresó el mandatario estatal quien no quiso comentar más.

Yo vi a varios individuos que envueltos en llamas se revolcaban en el piso y gritaban”, señala el policía auxiliar Jesús Guillermo Hilario Martínez quien a una distancia de diez metros presenció el accidente de la avioneta Cessna.

Indica que él observó como la nave iba bajando pero que al tocar tierra una de sus llantas se desprendió y entonces fue cuando se fue a estampar contra la valla ciclónica.

“Escuché el estruendo, luego vi mucho humo y me dio mucho medio; pensé que había estallado un tanque de gas”, señaló la señora María Luisa Aquino, quien vive frente a la aereopista.

“Vi como la avioneta venía bajando, pero no podía aterrizar y cuando apenas lo hacía vi que una de sus llantas se desprendía y después se salió de la pista para estrellarse en la valla y luego se encedió en llamas”; luego una estruendosa explosión y gente que estaba adentro de la avioneta se salía y brincaban como chapulines en comal caliente”, relata la señora.

Un piloto de una aereonave de la PGR, dijo que la aereopista de Chilpancingo que tiene mil 400 metros de longitud es considerada como una de las más peligrosas del país debido a que hay mucha turbulencia en la zona.

El 17 de agosto del año pasado, una avioneta Cessna que era tripulada por miembros del Ejército mexicano se fue a estrellar contra dos viviendas, una de ellas propiedad del gobierno del estado, ubicadas en el fraccionamiento Las Margaritas.

En el accidente murieron un coronel y un sargento del 43 Batallón de Infantería del Ejército mexicano con sede en Chilpancingo.

La nave recien había despegado y poco a poco fue perdiendo altura y se fue a estrellar contra las dos casas. Las causas del accidente nunca se dieron a conocer.

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