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Denuncian explotación ilegal de Sicartsa de una mina ejidal de caliza en La Unión

* Representantes de los afectados informan que el magistrado del Tribunal Unitario Agrario, Jorge Lara Martínez, desechó irregularmente pruebas en favor de los campesinos

Maricela Santos * Ejidatarios de Santa María, del municipio de La Unión, denunciaron que el magistrado del Tribunal Unitario Agrario del 41 distrito, Jorge Lara Martínez, incurrió en severas irregularidades al desechar pruebas de que la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas, SA (Sicartsa), explota irregularmente los yacimientos de piedra caliza del poblado y que les adeuda más de 450 millones de pesos desde 1984 por la extracción de sus recursos no renovables.

Esto, con el único fin de favorecer al cacique local, Martín González Alvarez que es el único beneficiado de las más de 4 millones 230 toneladas de piedra caliza que, se calcula, ha extraído Sicartsa del ejido, y quien además cuenta con todo el apoyo del subsecretario de Gobierno para Asuntos Agrarios, Esaú Tapia Abarca, del delegado de gobierno en la Costa Grande, Jorge Luis Reyes López, y del alcalde de La Unión, Servando Ayala Rodríguez.

Desde el año 2000, las autoridades ejidales de Santa María de La Unión promovieron un juicio agrario contra Sicartsa para exigir que la empresa liquide a favor del ejido más de 440 millones de pesos que por la extracción de roca caliza les adeuda desde hace 15 años.

Todo, con base en el contrato de asociación en participación que firmaron el 6 de diciembre de 1984 para la extracción de 52 millones de toneladas de roca caliza.

Ese contrato fue promovido por González Alvarez –que fue dado de baja en el Registro Agrario Nacional (RAN) el 13 de mayo del 2001– y estipulaba que Sicartsa aportaría 15 pesos y bonos de producción por cada tonelada de roca caliza embarcada, la cual extraerían a una razón de entre 15 y 30 mil toneladas mensuales. Pero Sicartsa nunca cumplió, como lo probaron cuatro peritajes contables realizados en el desahogo del juicio agrario 266/00.

Ahí expusieron los adeudos y la extracción clandestina de recursos, por parte de Sicartsa, y en el desarrollo del juicio lograron a su favor el embargo de maquinaria, cuando era magistrado del 41 TUA, Gilberto Suárez Herrera.

Pero además hubo una confesional del apoderado legal de Sicartsa, José Luis Lucio Salazar, el 7 de noviembre del 2000, en la que admitió que la empresa está extrayendo material de roca caliza del ejido, versión que reforzó cuando el ejido aportó un peritaje en materia de contabilidad realizado por José María Ramírez López, en donde admiten que adeudaban al ejido aportaciones del orden de 948 mil 387 pesos por la extracción de 3 millones 960 mil toneladas de piedra caliza, desde enero de 1985 hasta agosto del 2000, calculando una extracción promedio de 22 mil 500 toneladas.

A ese peritaje se sumarían cuatro más en donde se acreditaba la extracción de material en el ejido, sin haberle pagado ni una sola cuota al núcleo agrario.

El comisario ejidal de Santa María, Juan González Vázquez, el tesorero, Macedonio González Salmanca y el presidente del Consejo de Vigilancia, Manuel González Vázquez, y otros ejidatarios denunciaron que todas estas pruebas fueron desechadas con dolo por Lara Martínez, quien el 3 de octubre del año pasado absolvió a Sicartsa pues consideró que el ejido no acreditó los hechos constitutivos de su acción.

Ellos consideraron que en la decisión del magistrado influyeron las constantes visitas de Tapia Abarca, quien junto con el delegado de gobierno de la Costa Grande y el propio alcalde de La Unión se reunieron varias veces con altos funcionarios de Sicartsa e incluso pidieron a los ejidatarios que se desistieran de la denuncia contra la empresa que explota la caliza en más de 50 hectáreas de las 2 mil 600 que forman el ejido de Santa María.

Denunciaron que Lara ilegalmente invalidó las pruebas del ejido, y faltó a los principios fundamentales de justicia agraria pues desde que asumió la magistratura del TUA en el 2001, se inclinó siempre a favor de la empresa, a pesar de que le entregaron copias del contrato con Sicartsa, cuatro peritajes favorables a ellos y testimoniales hasta del  mismo defensor de la empresa, en donde admite que su representada explota los mantos de roca caliza el 7 de noviembre del 2000.

Denunciaron que además privilegió a la empresa, pues les alargó en reiteradas ocasiones el plazo para que aportaran pruebas de que no extraían material o de que habían pagado las cuotas del convenio al ejido y les habían dado oportunamente los beneficios estipulados en el contrato, pues de acuerdo al primer avalúo realizado el 28 de septiembre del 2000 por el Despacho Contable Fiscal y Administrativo de Justino Cortés Alcocer, la empresa adeudaba 434 millones 934 mil 864 pesos.

En el segundo peritaje que fue el aportado por la empresa, ésta reconoce que adeuda aproximadamente 948 mil 387 pesos, y un tercer dictamen de la Procuraduría General de Justicia del Estado realizado por Juan Adame Sánchez el 28 de marzo del 2001, reconoce un adeudo de 389 millones 754 mil 630 pesos a favor del ejido.

A pesar de las tres pruebas, Lara pidió un tercer perito en discordia a la PGR en México, y es enviada Yanira Yvette Valle Romero quien emitió el 30 de julio del 2001 un dictamen en donde estipula que al mes de julio del 2001, la empresa adeudaba 459 millones 200 mil 196 pesos, pero negaron a éste y a los otros peritajes valor jurídico.

Para los ejidatarios, en cuanto llega Lara Martínez cambiaron las condiciones del juicio agrario e incluso se presentaron irregularidades debido a la intervención de Tapia Abarca, “por lo que creemos que hay fuertes intereses del gobierno porque han intentado que vayamos hasta Michoacán a Sicartsa para que nos entrevistemos con los administrativos y lleguemos a un acuerdo, cuando lo único que reclamamos es que nos paguen las 52 millones de toneladas de caliza que decía en el contrato, y del que nos enteramos que no había aportado nada hasta el 2000, porque antes todo lo controlaba el cacique de allá y su grupo, que tiene todo el apoyo del gobierno, principalmente de Esaú Tapia y de Nabor Ojeda”.

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